La escritora Patricia González López estuvo hablando con Entre Vidas acerca de sus comienzos y de su reciente libro de poemas llamado Maldad, cantidad necesaria, co-editado por Milena Caserola y Llanto de Nudo.
¿Cómo surge tu amor por la literatura?
Hubo todo un recorrido que pude ver mucho después del día que comencé a escribir. Esa primera noche que agarré un cuaderno en blanco y la lapicera, fue por admiración hacia el acto de escribir, al que se inspira y te cuenta el mundo desde una perspectiva que sentías pero no lo podés expresar acabadamente. Incluso un acto de vanidad, te diría. Pero un día me di cuenta que era lo único que se mantenía constante en mi vida a través de los años, y ahí se dio el camino para publicar Indecible, mi primer libro. Recién en ese momento me recordé de pibita, cuando tenía delirios de escribir más rápido, en lapicera cuando todos escribían en lápiz, en cursiva cuando todos e imprenta, oraciones largas, de 3, 4 renglones, cuando pedían sujeto y predicado. Pero creo que ese amor fue creciendo cuando leía algo y me inspiraba, escribía algo y dormía tranquila.
¿Recordás cuál fue la primera poesía que te llamó la atención?
No sé cuál es la primera que me llamó la atención, si que me regalaron una a los 10 años, y dejó una huella. Después en la búsqueda de la poesía, me quedó el recuerdo de estos versos de Quevedo, en un momento en que me movilizaba el tema de la muerte “Cualquier instante de la vida humana/ es nueva ejecución, con que me advierte/cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana” (A la Brevedad de la vida).
¿Qué temas te movilizan en el momento de sentar a escribir?
La impotencia creo ante ciertas situaciones. La incoherencia (mía, de los otros), así que te imaginarás que tengo inspiración para rato. La mirada de sorpresa de personas que tienen pocas oportunidades de sorprenderse. La indiferencia, el oportunismo, la injusticia. Capaz estoy charlando con mi jefe de trabajo y se me viene una imagen a la cabeza y anoto. Estoy en un bar y veo otra actitud y anoto, cosas, situaciones que me explican sentimientos.
Tenés publicados dos libros de poemas y uno de narrativa, ¿con qué género te sentís más cómoda?
Me siento cómoda con los dos géneros, pero creo que con la poesía ya pasé por varias instancias, temas, preocupaciones, estilos. Narrativa escribo hace poco. Me gusta, pero lleva más tiempo y no soy muy constante. En los dos géneros estoy aprendiendo, pero tengo 27 años y desde los 12 escribo poesía, y con la narrativa arranqué a los 22, diez años después. Aun así tengo novelas sin terminar, ideas de cuentos sin terminar, espero poder dedicarme y terminarlo.
¿Por qué tu nuevo libro de poemas se llama Maldad, cantidad necesaria?
Se llama así porque marca una nueva etapa en mí que es el decir en tanto no callar. Tiene que ver con algo que me dijeron una vez “a vos te ofenden y vos contestás tratando de no ofender al que te ofendió”. Ahí me di cuenta de la naturalización de las agresiones, la violencia, y cómo se toma socialmente responder, defenderse. Una persona te agrede, y si vos te defendés queda mal. Se toma al bueno como aquel que se deja decir y hacer cualquier cosa. Y al que se defiende, al que dice no, no quiero, no me parece “ay que malo que sos”. Por eso maldad, en el sentido de cómo es tomada la defensa. Es la cantidad necesaria para defenderse, es avisar que uno es consciente de lo que no le gusta del otro, pero que está ahí dando vueltas, y puede estallar en cualquier momento. Creo que uno puede elegir qué decir en la circunstancia que sea, y cuando se sobrepasa el límite, el respeto, creo que es donde me calzo los botines para ir de punta, no sin cierta tristeza. (O al menos eso creo).
¿Cómo surge la posibilidad de editar el libro y nuevamente por Milena Caserola?
El tema de editar este libro fue porque el primero y el único hasta ese momento, Indecible, ya estaba vencido. Todo lo que leía era nuevo, y me preguntaban si lo tenía en algún libro, ahí fue que me dije que era ocasión para pensar un libro nuevo, y quedó Maldad. En ese momento Mariela Laudecina de Córdoba, leyó mi blog, se puso en contacto, le mandé el material que estaba trabajando, luego se lo mandé a Diego Cortés, de Llanto de Mudo, y al otro día me contestó que quería editarme el libro. Así nació la co-edición entre Milena y Llanto de Mudo, donde Diego continuó el trabajo de Matías (de milena), las correcciones de todas las partes, apreciaciones. Así que es un nuevo libro editado por milena, pero muy importante para mí también porque se suma Llanto de Mudo de la mano de Diego, que no lo conocí hasta una semana antes de presentar el libro. Eso superó el amiguismo que se puede decir que tengo con Reck, por los otros libros publicados, es otra instancia.
¿Cuál fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Había textos que iban si o si. Después me puse a ver qué tenía escrito, y textos para terminar que estaban abandonados. La etapa siguiente fue la de sintonía fina, el recorte del gasto y de lo que no tenía sentido.
Hay varios poemas muy destacables como Cuando te sueño padre, Salvación, Perdida, entre otros, ¿cuáles son tus preferidos?
Primero muchas gracias. Mis preferidos, ay, cada uno tiene su momento y su por qué. Puede ser De Sentires, Soledades, La patrona te ama, Generaciones, un chirrido.
Por ejemplo, hay un texto que se llama Quién Lee, que fue el que me sorprendió porque quizás yo no lo tengo tan presente y muchísimas personas me han dicho cosas increíbles que no pensaba que podía provocar.
En uno de los poemas te preguntás “En qué momento me convertí en esta malvada”. ¿Consideras que tenés algún porcentaje de malvada o es todo ficción?
En los momentos que pude ser malvada porque sí o con motivos no lo hice. La maldad solo en la poesía. Para mi vida personal prefiero la bondad, y si no me sale, opto por no tener relación directamente. Pero repito, la sinceridad se confunde, somos de la cultura mentime que me gusta y no podemos aceptar otra cosa; ahora bien, si ser malo es decir no, no quiero, no me parece, no estoy de acuerdo, no estás siendo coherente por tal o cual… sí, soy mala.
¿Alguno de los poemas es autobiográfico?
Alguno de los poemas no es autobiográfico.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Escribo poesía y escribo y escribo. Y siempre que puedo me pongo a corregir los minicapítulos de una novela que había arrancado a escribir el año pasado. Por ahora, nada más que trabajar en silencio.
Foto: Esteban Del Valle