El escritor y editor Hernán Casabella desde el año 2011 está al frente de la Editorial Textos Intrusos que en éstos años ha publicado una gran cantidad de libros de diversos géneros como novela, cuento o poesía. Además, publicó el poemario Eulogia, boda nativa y para fin de año tiene pensado lanzar su libro La mirada del castor. Casabella habló con Entre Vidas acerca de los próximos lanzamientos con la editorial y de los pasos a seguir con escritor.
¿Tenes algún ritual en el momento previo a escribir?
No, en términos generales, aunque sí debo reconocer que hay un momento en el que brotan las palabras a montones preciso de mucho silencio y estar solo.
¿Por qué tu último libro se llama Eulogia, una boda nativa?
Eulogia es un nombre totalmente arbitrario, en cambio lo que no lo es, es el hecho de haber elegido voces de mujeres para decir; primero Hilaria, luego Eulogia y ya vendrá Irene.
¿Cuál es tu poema más autobiográfico?
Creo que todavía no está del todo escrito, pero podría decir que desde Todos estos años de gente -mi primer poemario-, y salteando alguno todos los son, aunque falta por ejemplo para finales de este año La mirada del castor y el seguramente el año próximo Irene a contraluz; quizás ahí se complete un primer boceto de poema autobiográfico.
¿Cómo fue que te decidiste a abrir la Editorial Textos Intrusos?
Yo a principios del año 2000 había armado la Editorial Aurelia Rivera, y unos cuantos años después luego de vivir un año bastante de panic-attack decidí revincularme con la literatura y hacia mediados de 2011 comenzamos con Textos Intrusos.
¿Cómo surge el nombre de la editorial?
Tirando sobre la mesa uno y mil nombres, pero sin dudas la cosa intrusa tiene que ver con la cosa literaria desde esa cosa voyerista hasta el texto de Borges que también vi en película.
¿Qué criterios manejas para la elección del material que editas?
La idea central es rescatar la forma de decir las cosas, las historias están, creo, que todas inventadas y hasta contadas pero para los intrusos el desafío lo constituye la forma en qué esas historias son dichas, contadas; y por otro lado también apostamos fuertemente a la cosa de aprendices que todos tenemos y que nosotros decidimos experimentar también a medida en que editamos.
¿Qué obstáculos encontraste al momento de armar la editorial?
En principio ninguno, nos llevó un tiempo poder engranar y aceitar el mecanismo operativo-financiero mediante el cual sostenemos de manera constante la edición semanal de marzo a diciembre de cada año.
¿Cuáles son los próximos lanzamientos de Textos Intrusos?
Unas cuantas novelas: La leyenda del Viejo errante de Marcelo Radomskiy, Obra maestra de Hernán Fernández, Siete gotas por minuto de Oscar Piolin; los cuentos Hugo Ramos Gambier (Las brujas de Carhué), Rocío Cortina (Fiestas sísmicas), Daniela Azulay y Horacio Ladrón de Guevara (Toledo, 7 cuentos barrocos), Raúl Risso (Once cáscaras) y Camilo Romero Maturano (Valses); los poemarios de Natalia Carrizo (No somos diezmo) y Luis Erker (Flores de asfalto), y dos tríos de antologías la primera serie compiladas por Lucía Panno, Cecilia Maugeri y Raúl Haurat, y por último la serie Historias intrusas, compiladas por Virginia Janza (Guiso de tetas, Telos y Vestidos de telos).
¿Qué libros leídos últimamente recomendarías?
Aparecida de Marta Dillon, Hotaru de Martín Sancia, Un largo río de Pía Bouzas, New Pompey de Horacio Convertini, El río de Débora Mundani, La casa de papel de Carlos María Domínguez, La uruguaya de Pedro Mairal y ahora estoy atrapado por Carne rota de Flavia Pantanelli.
¿Qué libros recomendarías de Textos intrusos en una especie de top five?
La strada de Marcelo Rubio, 0 killed de Daniel Quintero, Poeturbe y otros poemas de Mary Nikzar, Rizomas de Ricardo Pardal y Frío de Victoria Vázquez.
¿Qué objetivos tenes dentro del ambiente literario?
Seguir editando y escribiendo.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente como escritor?
Para fines de año presento La mirada del castor y seguramente el año próximo Irene, a contraluz.