La escritora Leticia D’Albenzio habló con Entre Vidas acerca de su libro Urticaria publicado con la editorial Milena Caserola y señaló que el nombre nació porque los personajes están incómodos, y esa incomodidad sería como una picazón. Además, adelantó que está escribiendo una novela policial.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Elijo el momento en el que sé que voy a poder escribir por un rato largo. No me gusta empezar sabiendo que a la hora tengo que cortar, porque interrumpo la fluidez. Y, cuando retomo la escritura, comienzo por leer desde muy atrás del archivo (o desde el principio). Siento que eso me va poniendo en clima y puedo seguir la escritura en el mismo tono que la empecé. Además necesito tener la mesa ordenada, mi cuaderno Rivadavia y una lapicera para poder anotar lo que se me va ocurriendo para escribir en otro momento.
¿Con qué frecuencia escribís?
En vacaciones más seguido, casi todos los días. Disfruto de las vacaciones porque tengo ese tiempo. Pero cuando trabajo escribo los fines de semana, cosa que me pone bastante triste. En todos los casos, nunca me siento a escribir menos de tres horas.
¿Cómo fue el proceso de selección de los cuentos que aparecen en tu libro Urticaria?
Empecé por mostrarle los cuentos a Sergio Olguín, que leyó algunos. Él me dijo que los personajes, en general, eran alocados, como si estuvieran confundidos, inmersos en un discurso interior que los guía a un accionar que impacta en el mundo del relato. Esto se ve, sobre todo, en “Batman”, “En la sala” y en “Re Pulsión”. A partir de ese comentario de Sergio, elegí cuentos que tuvieran que ver con eso.
¿Por qué decidiste ponerle ese nombre al libro?
Bueno, eso tiene que ver con la respuesta anterior. Esos personajes están incómodos, y esa incomodidad, yo la siento en la piel, como una picazón que dan ganas de sacarse el cuerpo.
¿Cómo surge la elección del epígrafe de Clarice Lispector que dice: “¡Ah! Existen feriados en que todo se vuelve tan peligroso”?
Me gusta Clarice. Y sentí que esa frase encajaba perfecto con el libro: los feriados, días que se asocian a la tranquilidad, al ocio, al descanso, al reposo, pueden convertirse en otra cosa, en algo más inquietante. Y en los cuentos del libro intento presentar a personajes cuyas vidas (que parecen “normales”) se vuelven perturbadoras. Por ejemplo, en “Tormenta eléctrica”, “El tercero en discordia”, “Batman”.
¿Cuál es el cuento que más te gusta y cuál es el favorito de los lectores?
No sé cuál es el favorito de lxs lectorxs, algunxs me dicen una cosa y otrxs, otra. A mí me gustan mucho “Batman” y “La asesina de Flaubert”. Pero voy cambiando.
¿Cómo se dio la posibilidad de publicar el libro con la editorial Milena Caserola?
Lo llamé por teléfono a Matías Reck. Le conté algo de mis cuentos, y quiso leerlos. Le interesaron. Así que enseguida empezamos a trabajar en la publicación.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
Para mí es importante exponerse a distintas experiencias y observarse. De ahí surgen fantasías, miedos, deseos que tergiverso en el archivo Word, según lo que (creo) que le conviene al texto. Los recuerdos. La niñez también es un lindo cajón al que suelo recurrir. Lxs niñxs piensan el mundo de una forma muy diferente a la nuestra. Yo me hacía muchas preguntas que no me podía responder y eso me generaba un montón de sensaciones. Cuando escribo, trato de volver a esas sensaciones y sentimientos, e inventarles una razón o una situación; un contexto que de alguna manera las contenga. También me nutro de lecturas, leo de todo. Narrativa, crítica, ensayos. Poesía leo menos, pero leo bastante, también.
¿De qué tema todavía no escribiste pero te gustaría hacerlo en un futuro?
No sé sobre lo que me gustaría escribir, me concentro en lo que estoy escribiendo hoy. Me obsesiona seguir escribiendo lo que empiezo de la forma más fiel a lo que estoy pensando. Mientras tanto me surgen ideas que tengo que anotar, porque las olvido rápidamente; tengo muy mala memoria.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy escribiendo una novela. Un policial, cosa bastante atípica en mí porque no leí tanto de ese género. Pero surgió y no puedo desoírlo.