El escritor César Díaz habló con Entre Vidas acerca de su novela En la semilla está el aroma, publicada por También el caracol editora.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
En general escribo en bares y cafés de mi barrio. Me llevo algún libro y un cuaderno. Los bares dan una sensación de invisibilidad que me permite aflojarme más. Los mozos son ángeles guardianes que custodian mi escritura. Después corrijo en casa, con la PC entre paciente y paciente.
¿Con qué frecuencia escribís?
Hay veces que escribo todos los días, y hay veces que sólo escribo una o dos veces por semana. A veces surgen temas demasiado fuertes y sólo anoto algunas ideas para poder desarrollarlos con un poco más de distancia.
¿Cuál fue la imagen disparadora que dio inicio a la historia de tu novela En la semilla ya está el aroma?
Me caí en la calle sin ningún motivo aparente. Me lastimé y me asusté. En vez de sangre me empezaron a aparecer historias que fui hilvanando como pude. Mis relaciones familiares fueron el eje.
¿Cómo construiste la voz del narrador de la historia?
La voz del narrador va cambiando con cada historia. Si bien la letra y la historia son las mismas, la música y la voz van cambiando en cada momento.
¿Cómo se dio la posibilidad de publicar el libro con También el caracol editora?
Envié la novela a la editorial a ver qué les parecía. Cuando me contestaron que estaban interesados fue una gran alegría y una gran sorpresa. Fue una botella arrojada al mar y que terminó en buen destino. No sólo por la bella edición sino por el trato respetuoso, cuidado y afectuoso de los editores.
Para el que todavía no leyó el libro, ¿con qué se va a encontrar?
Se va a encontrar con un pedazo de vida. Momentos intensos que se van hilvanando y que inevitablemente me reflejan y posiblemente reflejen de alguna manera al lector.
¿Qué temas te movilizan para escribir?
Principalmente la naturaleza humana. Si bien nunca me propuse “voy a escribir sobre la naturaleza humana” viendo los resultados, el motivo principal en general es eso. Soy un amante del psicoanálisis y de la fotografía y me da la impresión de que muchos de mis textos son la intención de describir pequeños o grandes asuntos que quizás duren un instante, como un insight en análisis o un satori en el budismo.
¿De qué temas aún no escribiste, pero te gustaría hacerlo en un futuro?
Más que de un tema en particular, me gustaría poder escribir desde el punto de vista de una mujer. No una historia de una mujer ni qué piensa. Poder conseguir hablar desde la visión femenina en toda su igualdad y en toda su diferencia. Me queda mucho por aprender y por desaprender.
¿Qué libros de los que hayas leído últimamente recomendarías?
Informe sobre Moscú de José Sbarra, El sufrimiento de los seres comunes de Saccomanno, Ramitas de Carlos Battilana y el libro doble Medidas de urgencia de Gabriela Luzzi junto a Tenemos que hablarlo de Ariel Bermani.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Actualmente estoy trabajando un libro sobre la amistad y otro sobre la época del proceso cívico militar.