Siempre vinculado al difícil arte de hacer reír, con una trayectoria que incluye trabajos en cine, teatro, televisión, Juan Acosta es un actor muy versátil. Actualmente no solo actúa sino que se dedica a sus otros amores, como lo son la música y la pintura. Recordado por la publicidad de Melthiolate en la que estaba vestido de romano y por su personaje de Naboletti en el programa de Gasalla, el humorista repasa parte de su importante trayectoria con “Entre vidas”.
¿Cómo fueron tus comienzos?
Al principio me fui a estudiar teatro con Lito Cruz, Augusto Fernández, Carlos Moreno y David Di Napoli, que fueron mis profesores. Mientras estudiaba teatro hacía circuitos under como el Parakultural, algunas cosas en “Cemento” hasta que enganché para hacer unas publicidades. Hice las de Merthiolate y Volkswagen. Luego di una prueba con Antonio Gasalla y me tomó y fui al teatro con él. Después, Gasalla pasó a la televisión y arrancamos ahí.
Con el programa de Gasalla surge tu personaje de Naboletti.
Si, ahí hice Naboletti y me hice famoso. Antes de lo de Gasalla yo había estado en la película “Esperando la carroza”, un clásico del cine nacional. Fue en el 85, hice un bolo y ese fue mi primer trabajo en cine. Mi personaje se llamaba Peralta.
¿Cómo llegaste a participar en la película?
Llegué a estar en la película porque Alejandro Doria iba al estudio de Lito Cruz a elegir gente. Nosotros actuábamos en los pasillos, en las salas y Doria iba eligiendo. Nos mostrábamos y era una buena manera para que te conociera y me terminó eligiendo para hacer ese personaje. Luego con Gasalla estuve diez años trabajando en teatro y en televisión.
¿Es verdad que Gustavo Yankelevich te dijo que podía transformarte en el nuevo Tinelli?
Si, el me dijo eso. Yo estaba con Gasalla en el año 92 y me dijo que me quedara en el canal. No sabía que era Yankelevich. Me dijo que había hecho triunfar a Tinelli y que si me quedaba quizás me hacía triunfar a mí. Yo le respondí que me quedaría pero que no quería que me pasara lo de Marcelo Dos Santos que era un tipo que estuvo dos meses, tuvo un quilombo y lo echaron. Y me fui con Gasalla a ATC. Hicimos dos programas, “El palacio de la risa” y “Las torres de Babel”. Luego no arreglé el dinero, Gasalla se va a Canal 13 y yo me voy a trabajar a Telefe, trabajando con Francella y Portales en el programa “Un hermano es un hermano”.
Después pasaste a “La movida del verano” con Juan Alberto Mateyko.
Si, la misma gente que laburaba con nosotros trabajaba en “La movida”, entonces un verano me fui a trabajar con Mateyko y no lo podía creer. Yo venía del under y en ese programa me rodeaba de cantantes que en ese momento no los conocía nadie y él los llevaba. Por ejemplo, a Shakira, a Ricky Martin, y nunca me saqué una foto con alguno.
Termino de hacer eso y en el primer programa que podría decir que fui protagonista lo hice con Cecilia Oviedo y se llamaba “Uno por semana”, donde empezaron las duplas.
¿Qué podés decir del programa “La cueva del chancho”?
El programa era bueno pero justo se daba cuando se iba Menem, Canal 7 no tenía dinero, entonces nosotros hacíamos 2 puntos en ese momento que para el canal era bastante pero no había presupuesto y tuvimos que dejar de hacerlo. A partir de ahí mi carrera se transformó, salí un poco de la televisión y empecé a trabajar en teatro. Estuve con Nito Artaza, con Jorge Corona, con el Negro Álvarez, con Moria Casán. También hice mi vida paralela que es pintar, hacer música y mis unipersonales.
También seguiste haciendo cine.
Trabajé en una película que se llamó “Dos ilusiones” con Matías Santoianni y Claudia Albertario, la dirigió Martín Lobo, que me había dirigido a mí en publicidad. Fue su primer trabajo como director de cine. Estuve en varias películas pero el protagonismo lo tuve en algunos cortos. Pero en películas laburé con Pino Solanas, con Raúl de la Torre, con Sorín pero en publicidad.
¿Sentís que a muchos actores se los etiqueta para un determinado papel?
Yo nunca quise etiquetarme por eso nunca más hice Naboletti pero los productores te eligen para determinadas cosas. El que abrió un poco el juego fue Adrián Suar, cuando llamó a Alfredo Casero, llamó a Juan Carlos Calabró pero si, te etiquetan. Yo no sé adonde me pueden etiquetar porque hago cualquier cosa. Soy una persona versátil y tengo cierta independencia dentro del medio.
¿Por qué pensás que no hay programas de humor?
Porque el humor requiere mucho tiempo para hacerlo bien. Todo el humor diario no tiene la misma creatividad. Un programa norteamericano excelente es “Saturday Night Live” pero es semanal porque te lleva mucho tiempo. El programa diario se fue volviendo medio berreta, se fue como malgastando. Entonces ves a los cómicos trabajando para otro. Ves a Gasalla haciendo Mamá Cora Con Susana Giménez, Diego Pérez con Maru Botana, es decir, te transformas en una persona que va cinco minutos. Es difícil hacer humor desde ese lugar, podés enganchar un personaje pero ya no hay programas como “Cha cha cha”, “Operación ja ja” o “El mundo de Antonio Gasalla”. Es mucho más caro, entonces prefieren poner a cuatro en un mostrador con una persona en el medio que hable. El problema es que no solo se vuelve más berreta todo sino que además se pierde como calidad para que la gente abra más su cabeza, se va perdiendo cultura y se reduce todo a un reportaje de la chica de Crónica a un mono.
Por último, ¿qué estás haciendo actualmente y qué planes tenés para el futuro?
Ahora estoy haciendo un programa para San Luis que se llama “Un puntano en Buenos Aires”, hice un programa de arte que se llamaba “Arte en vivo” para Canal A y voy a dirigir una obra que es “El conventillo de la paloma” para el Gobierno de la Ciudad. Siempre tratando de vivir de lo que me gusta, hago shows de humor, hago conducciones de eventos. Estoy tratando de sostener los platos en éste juego chino y por ahora los sostengo.
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Hace 5 semanas
gracias amigo muy bueno!!!
ResponderEliminarFue un placer Juan.
ResponderEliminarSaludos.
Mauro
tengo un autógrafo de Juan en pleno éxito de Naboleti y un tiempo después pude conocerlo y hablar con él en la época que exponía en Praxis (ése era el nombre creo)
ResponderEliminarun capo un tipo humilde, que se hace querer... ojalá esta carrera lo eleve más se lo merece
Hola Gus, la verdad que coincido en lo que decís de Juan. Espero que pueda seguir haciendo humor sanamente como siempre y que encuentre su espacio.
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