La poeta Mariana Kruk decidió crear la editorial Peces de Ciudad, nombre que viene de una canción de Joaquín Sabina, uno de sus cantantes favoritos junto a Silvio Rodríguez. La escritora se asoció con Soledad Blanco que se oficia entre otras cosas de librera virtual ya que la editorial no trabaja con librerías, los libros se compran on line únicamente. Kruk estuvo hablando con Entre vidas acerca de su editorial, de sus ganas de escribir crónicas y de sus libros de poesía entre los que aparece su última trilogía que finaliza con el libro Del amor y otros diluvios publicada por Peces de Ciudad.
¿Qué rituales tenes al momento previo a escribir?
No tengo demasiados rituales, te mentiría si te dijera que pongo música clásica, prendo velas, o tomo vino mientras escribo. Si pudiera elegir una hora para escribir, sería la mañana temprana, eso sí. Pero últimamente le estoy dedicando las tardecitas, por eso mismo sí muchas veces acompaño con algo para tomar, mi nueva obsesión: los aperitivos. Pero no lo considero necesariamente un ritual.
¿Con qué frecuencia escribís?
Ahora estoy tratando de retomar el hábito diario, tuve una época de silencio con la escritura, desordenada en horarios, con poco espacio. Estoy tratando de que vuelva a ser algo diario, aunque sea un rato, aunque no haya inspiración, creo en el oficio del escritor, en el sentarse todos los días y escribir. Estoy trabajando para recuperar eso.
¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
No hubo nadie en particular. En casa se leía, nos leían, pero tampoco era una cosa de locos. Mi mamá me regaló mi primer libro de poesía a los 9, pero para ese entonces yo ya escribía lo que consideraba canciones, no sabía que existía un género llamado poesía. Supongo que ese libro (era una Antología poética) me marcó de alguna manera. Puso a mis escritos en el marco “de algo”. Después vinieron los cantautores poetas. Descubrir a Silvio Rodríguez y a Sabina fue una cosa muy decisiva para mí.
Tu primera trilogía era acerca de un ex difícil de olvidar.
¿Cuál fue la imagen disparadora de tu nueva trilogía que culmina con el libro Del amor y otros diluvios?
Jaa, me gusta que los lectores compartan su cristal sobre mis libros. No diría que exactamente habla sólo sobre eso. Pero si tomamos eso que también es parte, la segunda trilogía habla de los intentos ciegos, y a veces no tanto, de lograr encontrarse con otra persona después de haber atravesado un gran amor. De eso, la búsqueda y lo inmensos que pueden ser los amores efímeros.
Tu poesía se nutre, entre otras cosas, del amor y del desamor. ¿Qué temas pendientes tenés para escribir en futuros poemas?
Seguiré escribiendo del amor y del desamor porque es inagotable, es mi tema, es lo que me rompe la cabeza, que en el mundo en el que vivimos la gente ame, sea o no correspondida. El amor es una constante para mí, el centro de todo. No puedo decir que me preocupe hacer poemas sociales o políticos. Yo hago poemas de amor, de la ciudad, terrenales. Aunque hacer poemas de amor también es hacer política. Y considerando que pienso que no existen poemas que no sean de amor, incluyendo esos sociales, políticos, existenciales, todo recae en que El Amor es Primero, como dice una canción de mi amigo Pala.
¿Manejas la idea de escribir próximamente una novela o un libro de cuentos?
No, la poesía es mi género. Aunque tengo muchas ganas de empezar a escribir Crónicas. Es un género que me apasiona y el que más leo, por fuera de la poesía.
¿Cómo fue que te decidiste a armar la editorial Peces de Ciudad?
En realidad Peces de Ciudad es un sueño que vengo mamando hace muchísimos años, después de haber sido parte de proyectos editoriales de otros, y de haber descubierto el amor por hacer libros de otros más allá de los míos, tenía la necesidad imperiosa de hacer algo con reglas nuevas. Que tire para el autor más que para el editor, que se cuide desde el minuto cero hasta el final. Ya a punto de largar el primer libro se sumó Soledad Blanco, que es amiga de toda la vida, y a pesar de que venimos de mundos muy distintos es la otra pata de la editorial. Lleva el orden de una manera que yo no podría. Aporta en detalles, maneja dos de las tres redes que tenemos. Oficia de librera virtual y yo me quedo seleccionando los autores, corrigiendo, diagramando posteriormente. Cada cual atiende su juego y eso está buenísimo.
¿Por qué le pusiste ese nombre?
Por la canción de Sabina, Peces de Ciudad, nuestras colecciones salen de ahí. “El primero de olvidar” poesía, “Islas para naufragar” narrativa. “Coro de Babel” ensayo y teatro… Todo sale de ahí. Mucho antes de que “Peces…” viera la luz ya estaba todo pensado. Creo que es fundamental que se haya masticado tanto la idea, el diablo habita en los detalles, pero la hermosura también. Por eso en la editorial tratamos de cuidar todo, en todo momento.
¿Qué criterio manejan para la elección del material que editan?
Como te decía, la selección la hago yo. Busco -más allá de la excelencia de la escritura-, la pluralidad de voces, la originalidad en las ideas y muy fundamentalmente en poesía, la honestidad del poema.
¿Con qué obstáculos te encontraste al momento de armar la editorial?
El primero que era el orden se resolvió muy pronto con la llegada de Sole, luego fue una gran apuesta anular librerías, mover la venta directa únicamente. La prensa es un tema aparte, cuesta mucho que nos presten atención, aunque encontramos personas con medios chicos de esos que son tan fundamentales para las editoriales independientes. Pero es un lugar que debemos ocupar y a veces se hace cuesta arriba. Tratamos de crecer y llegar a ser más federales, está ocurriendo, pero se nos complica acompañar al autor, viajar, todo sale de nuestros bolsillos, no siempre las Casas de la Cultura nos apoyan. Sin embargo, creemos que es fundamental acompañar al autor y su obra en todo el proceso de edición, como reza nuestro institucional. https://www.youtube.com/watch?v=Nk6MMehdxiE
¿Cuáles son los próximos lanzamientos de la editorial?
Se vienen un montón de autores increíbles, en poesía: Nadia Crantosqui, Belén Cianferoni, Jesús Madrid, Sebastián Pandolfelli. En narrativa Lucas R. Gelfo, Néstor Darío Figueiras, Angie Pagnotta. Y un montón de autores más, son todos alucinantes.
¿Cómo fue el proceso de selección de los autores que aparecen en la antología que publicaron del Tomo 1?
Las antologías son un muestrario del trabajo realizado, agarré lo que considero más significativo de cada libro, aunque eso es muy subjetivo, entra en juego el amor personal que uno le agarra a lo que escribió otro. Las antologías nacen con la intención de que el lector tenga un pantallazo de lo que hacemos y de cada libro, y que si les gustó el autor, luego busquen el libro completo. Son un motor de prensa. O esperamos que así lo sean.
¿En qué proyecto estas trabajando actualmente?
Estoy empezando a corregir “fuego o nada” mi próximo poemario, serán por supuesto poemas de amor, esta vez sin desencuentro. Apuntando a volver a las raíces de mi primer libro y trabajar como nunca la economía de las palabras. Encontrando la belleza de cada poema, desvistiéndolo lo más posible de todo lo demás. También, empezar a escribir Crónicas, o intentarlo, es algo que me debía hace un montón y es inminente arrancar con eso.Respecto a la editorial, seguir creciendo. Priorizar siempre la cadena de libros es algo que al día de hoy nos sigue costando, pero realmente no queremos dejar de atender eso, es un compromiso con el proyecto y con los autores, ahora “Peces de Ciudad” es un hermoso monstruito al que le debemos trabajo, energía, dedicación. Seguir así, aprender a llevar esto adelante, tratar de ser mejor, siempre.