domingo, 11 de agosto de 2019
Yexalen Aquino: “Diarios de Amor se pensó desde el principio como una obra conceptual”
La escritora Yexalen Aquino habló con Entre Vidas acerca de su libro de poesía Diarios de Amor publicado por Halley Ediciones y contó que le gustaría en algún momento poder abordar temas más sociales.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No tengo rituales específicos. Intento tener la disponibilidad para escribir cuando viene algo. La poesía es imagen, y mi intención es estar abierta y receptiva cuando ésta aparece. Intento respetar ese momento donde me siento tomada por algo, sea palabra, ritmo, temperatura; es un momento muy real que amo profundamente. Los rituales aparecen más en el momento de revisión y reescritura. Cuando un poema nace, mi política es dejarlo ser, sin juzgarlo y sin que me importe si estoy en un tren, en mi trabajo, cenando con amigos, etc.
¿Con qué frecuencia escribís?
Hay momentos y momentos, pero escribo casi todos los días. Generalmente cuando estoy en movimiento, en contacto con el mundo es donde más material aparece. No tengo una rutina de escritura cerrada.
¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Una de mis abuelas era poeta, no la conocí, pero algo suyo claramente me atraviesa. Más allá de eso, en mi casa, las expresiones artísticas eran (y son) moneda corriente. Había mucha música en mi infancia, eso es central. De preadolescente mi mamá me regaló un libro, Cólera Buey, que me flechó para siempre y creo que consolidó el amor por la poesía sobre otras expresiones literarias.
¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en tu libro Diarios de amor?
Diarios de Amor se pensó desde el principio como una obra conceptual, los poemas están conectados y, al menos para mí, van contando una historia. Escribí casi todos los poemas pensando en el libro. La tarea de selección, donde algunos poemas quedaron en el camino tuvo que ver con no repetir, con encontrar la síntesis justa.
¿Cuál es tu poema preferido del libro y cuál es el que destacan los lectores?
Creo que mi favorito es el poema que cierra el libro. Es un poema muy especial y creo que es el único que escribí antes de que empezara a nacer Diarios de Amor. Y respecto a lxs lectorxs… me divierte saber que cada unx destaca diferentes poemas, pero de la serie M, hay dos, comparte sus flores, se está curando, Y el que empieza diciendo todavía no nos despedimos, que han recibido mucho amor. De todas formas no hay un elegido unívoco por suerte. Cada lectorx encuentra el suyo.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
Puede sonar un poco general, pero me interesa lo vivo. La naturaleza. Las plantas, los ciclos vitales, las personas, los vínculos. Esos son los temas que me conmueven y me llevan a escribir.
¿De qué temas de los que todavía no escribiste te gustaría hacerlo en un futuro?
Me gustaría en algún momento poder abordar temas más sociales. En los últimos tiempos la necesidad de decir el dolor que se vive en el campo popular fue creciendo en mí, pero reconozco que no tengo una voz poética muy consolidada en esa línea, eventualmente van apareciendo cosas, pero es algo que me gustaría desarrollar.
¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Halley Ediciones?
A través de una de las autoras de la editorial, Giselle Aronson. Halley es una editorial super federal. A mi me tocó conocerla a través de Giselle, que es vecina del Oeste del conurbano bonaerense igual que yo. Ahí, compartiendo nuestros trabajos, lecturas y demás, surgió la posibilidad de acercarme a Halley para que nazca mi primer libro.
¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy trabajando en un material nuevo, que tendrá varios formatos: papel, por supuesto, audiovisual y posiblemente musical. Mi relación con el arte toca varias áreas y en el próximo material poético tengo ganas de mezclar todo. Igual falta, es un proyecto algo faraónico así que hay que armarse de paciencia.
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