domingo, 14 de diciembre de 2014

Luján Bukowski: “Pensé que actuar no podía apasionarme más hasta que conocí a Julio Chávez”





Entre vidas estuvo entrevistando a la actriz Luján Bukowski, que nos estuvo contando acerca de su gran año en el que fue una de las protagonistas de la obra de teatro "Fuera de línea" de Agustín Aguirre, con la que recibieron el reconocimiento de La Legislatura por ser declara de Interés Cultural.


¿Cómo nace tu pasión por la actuación?
Cuando me preguntan eso me cuesta dar una respuesta simple y directa. No sé si la pasión por esta profesión me eligió o yo la elegí a ella... Filmé mi primera publicidad al año y medio, y fue mi primer acercamiento al ¨medio¨. Luego de eso hice varios comerciales más, y curiosamente son los recuerdos de mi infancia que más claros y vivos tengo. No vengo de familia de artistas, mis padres nunca fomentaron demasiado mi creatividad... Es de esas cosas que no se pueden explicar. No sé de donde nace, siento que estuvo conmigo siempre. Y sin dudas, se fue afianzando cuando comencé a formarme y cada docente me fue despertando nuevas inquietudes y desafíos.

¿Qué docentes fueron los que más te marcaron en tu formación? ¿Qué aprendiste de ellos?
Siempre fui muy selectiva a la hora de elegir con quien formarme, por eso siento que cada maestro me marcó en la etapa que compartimos. Emilia Mazer fue mi primera docente a nivel profesional, ella me abrió otro mundo a la hora de ver teatro, a la hora de leer obras. Fue muy intenso y sin dudas marcó mi formación futura. Empecé a estudiar con ella siendo muy chica, y ella es tan potente como docente, que a veces siento que recién ahora entiendo de qué me hablaba... También estudié en El Excéntrico de la 18, con Luis Romero. Joy Morris me aportó un mundo de técnicas y ejercicios que no solo aplico a mis trabajos sino a la vida cotidiana. Sus enseñanzas me dieron un accionar para chequear y trabajar en mi artista a diario. Eso es impagable. Actualmente estoy haciendo un seminario para actores con Julio Chávez. Le gente dice que Julio es un GRAN actor, porque no lo conocen como docente. Es difícil poder resumir todas las herramientas que te da. Genera constantemente interrogantes, inquietudes, te obliga a revisar todo tu instrumento y ponerte al servicio de cada trabajo por pequeño o simple que parezca. Pensé que actuar no podía apasionarme más hasta que lo conocí a él.

Con semejantes maestros y tantos actores que actualmente son profesores, ¿tenes pensado dar clases en algún momento?
Le tengo un profundo respeto al rol del docente y a todo lo que ese trabajo conlleva. No digo que nunca lo haría, pero siento que todavía me falta trabajar y descubrir muchas cosas en mi persona para poder formar a otra.

¿Cómo surge la posibilidad de estar en la serie on line Éxtasis? ¿Cómo fue la experiencia?
Llegué a Éxtasis por intermedio de un casting. Fue un aprendizaje y un crecimiento de principio a fin. Era el primer proyecto de la producción, de la directora. Se fue formando el perfil del programa con el pasar de los rodajes y la composición de cada actor. Todos aportamos nuestro granito de arena y luchamos con los inconvenientes para sacarlo adelante. Creo que logramos un producto muy digno con las herramientas que teníamos.

Este año estuviste en la exitosa obra Fuera de línea, ¿qué pensaste al leerla por primera vez? ¿Qué objetivos te habías planteado con la obra?
Mi criterio para decidir participar de un proyecto es que el mismo me guste y me genere un desafío. La primera vez que leí ¨Fuera de Línea¨ sentí eso. Nunca había hecho una comedia con ese tipo de humor, la puesta que planteaba Agustín Aguirre (el director) me pareció muy original. Trabajar con la dificultad de estar sentada en la misma posición toda la obra y sostener el comportamiento de mi personaje. A la vez interactuar con mis compañeros y que se genere una dinámica. Agustín es un apasionado y si trabajas con él te subís a su viaje. La primera vez que nos reunimos con el equipo completo nos dijo que la obra iba a estar lista en un mes, y así fue. Fueron muy pocos ensayos pero intensivos. Y creo que tuvimos un gran resultado. Incluso creo que superó las expectativas de todos. No es fácil estar 7 meses en cartel con un buen número de público. Las funciones a beneficio, como la que hicimos en la Villa 31. El reconocimiento de la Legislatura... creo que más no podemos pedir. Y ni hablar, de lo que crecí y disfruté compartiendo el escenario con mis compañeros. Son todos profesionales generosos, comprometidos; fue un privilegio. FDL me dejó grandes amigos.

¿Qué proyectos tenes?
Estoy con varios proyectos nuevos. Algunos en los que me convocaron y otros generados por mí, muy pronto te contaré las novedades. A medida que se concreten los iré compartiendo pero puedo adelantarte que voy a hacer cine, teatro y televisión. Estoy muy agradecida a la vida.

sábado, 13 de diciembre de 2014

Gastón Intelisano: “Error de cálculo es la más oscura de mis tres novelas”





El escritor Gastón Intelisano estará presentando su nueva novela "Error de cálculo" el lunes 15 de diciembre a las 19 hs en el Salón Scalabrini Ortiz, 3er piso de La Biblioteca Nacional, situada en Aguero 2502, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Lo acompañarán los escritores Eduardo Goldman, Matías Bragagnolo y Alejandro Soifer. Antes de ese encuentro, estuvo hablando con Entrevidas acerca de su nueva publicación.



¿Qué trabajo previo realizas antes de empezar a escribir una novela?
Me gusta investigar bastante, antes de escribir una novela. Por supuesto, en principio decido cuál va a ser ese tema a investigar. Una vez que lo tengo, me contacto con especialistas en esa disciplina y trato de recabar la mayor cantidad de información, que será dosificada durante el proceso de corrección para que la novela no abrume al lector con tanto detalle. Y me gusta recorrer los escenarios que describo en la historia. Cámara y anotador en mano. Tomo muchas notas, si no hago mi tarea, no tendría nada para contar.

¿Cuál fue la imagen disparadora que dio inicio a la historia de Error de cálculo?
Fue un caso que ocurrió hace muchos años, en el que una familia completa fue asesinada como parte de una venganza mafiosa. Un nene, amigo del hijo más chico de la familia, se había quedado a dormir esa noche y también murió. Si bien la forma en que muere la familia en "Error de cálculo" (Editorial Vestales) y la del caso real no se parecen, tomé como punto de partida ese interrogante espantoso:¿Quién y por qué querría asesinar a una familia completa dentro de su propia casa?

¿Tenes pensado escribir otro tipo de novela sin los personajes de la saga? ¿Cuántas novelas más habrá con el personaje de Soler?
Tengo una novela inconclusa (más bien, sólo algunos capítulos) que no es policial. Es una especie de comedia de enredos, en las que cuatro parejas (dos parejas heterosexuales y dos parejas gays) hacen lo que sea por quedarse con un departamento hermoso en el último piso de un edificio que se esta por estrenar. Algún día la terminaré y si a alguna editorial le interesa, será publicada. Por ahora, Soler y yo nos entendemos. ¿Cuántas habrá de la saga de Soler? No lo sé, ojalá tantas como las 22 que hasta ahora protagoniza Kay Scarpetta.

¿Qué consideras que mejoró en tu escritura entre tu primera novela Modus Operandi y la tercera Error de cálculo?
La forma de contar las historias. Lo noté yo mismo entre mis dos primeras novelas. Y con "Error de cálculo" creo que ya le agarré el ritmo. A veces siento que soy una especie de medium que canaliza a través de la computadora lo que me susurran los personajes. Como si transcribiera las conversaciones que escucho entre Soler y los demás protagonistas.




¿Cómo te llega la posibilidad de publicar con la Editorial Vestales?
En el caso de Vestales, ellos se pusieron en contacto conmigo. Una de las librerías donde tenían mi segunda novela, "Epicrisis", también trabajaba los libros de esta editorial. El dueño (de la librería) se la recomendó al editor de Vestales que estaba buscando nuevos autores para formar parte de la colección "Opus Nigrum". Finalmente, no formó parte de esa colección, porque estuvimos de acuerdo en que mis novelas no son "negras", sino del policial más clásico, el de intriga.

¿Qué podes adelantar de la historia de Error de cálculo?
No puedo adelantar mucho porque la intriga es un elemento fundamental en la historia. Sí, puedo afirmar que es la más oscura de mis tres novelas de la saga. No sólo por el caso terrible en el que se involucran, sino también por lo que le pasa a los personajes en su vida y por el particular momento que vive cada uno de ellos.

¿Qué repercusiones está teniendo tu novela tanto de lectores como de los colegas que la hayan
leído?
Como con cada novela, la respuesta del público y de colegas de la literatura, es lo más reconfortante. Es lo que me da ganas de seguir escribiendo. Les gusta el nivel de detalle ( Es de lo que más me elogian) y lo real que se sienten los personajes. Eduardo Goldman, un gran amigo y colega de la novela policial, me ha dicho que lee mis novelas con resaltador fluorescente, porque encuentra interesantísimos algunos de los datos que aparecen en mis libros.

¿Ya estás trabajando en una nueva novela?
Sí, la tengo en borrador, porque estoy en la etapa de investigación previa.

¿Qué objetivos te fijas dentro del mundo literario?
Es una pregunta difícil. Porque uno puede fijarse objetivos, pero hay cosas que están fuera de nuestro alcance. Dependen de editores, librerías, y fundamentalmente, del público. Mientras existan lectores que disfruten de mis historias, yo daré lo mejor de mí para divertirlos por algunas horas.

¿Qué proyectos tenes para el 2015?
Mi proyecto principal será terminar mi cuarta novela (que aún no tiene título), estar presente en la Feria del libro de Buenos Aires y en varias más del interior del país y participar de los Festivales Internacionales de Novela Policial, que ya son cuatro en distintas latitudes de Argentina (Mar del Plata, Buenos Aires, Córdoba y Rosario).

martes, 15 de abril de 2014

Angie Pagnotta: “Con sus turbulencias, prefiero escribir novelas”




Angie Pagnotta, periodista y escritora, actualmente es la directora periodística de Baires Digital y Revista Kundra, dos medios digitales que están teniendo una excelente repercusión. Entre vidas estuvo hablando con ella acerca de sus comienzos y de la primera novela que está escribiendo con intenciones de publicarla el año que viene.


¿Recordás qué fue lo primero que leíste que te haya llamado la atención como para dedicarte al mundo literario?
No recuerdo un libro en particular pero sí recuerdo que desde chica me interesaban mucho las clases de lengua y cuando fui más grande, las de lengua y literatura. Me parecía interesante el hecho de, como lectora, poder ingresar a un mundo de ficción, al menos por un rato. Me fascinaba la idea de poder ser cómplice y partícipe dell mundo que creaban los autores. Haciendo un poco de memoria, creo que el primer libro que me llamó la atención fue "Caídos del mapa", una novela escrita por María Inés Falconi. Ahora, casualmente, se estrenó la película.

¿Y lo primero que escribiste?
Lo primero que escribí fueron poemas y lo que ahora identifico como relatos breves. Empecé a escribir de forma meramente instintiva, sin ningún tipo de formación ni idea al respecto. Todo empezó cuando tenía doce años y siempre llevaba un cuaderno en el que anotaba frases o fragmentos cortos de ideas o pensamientos que se me pasaban por la cabeza. Este hábito lo sigo manteniendo, me da un pantallazo de las ideas que voy teniendo y muchas de ellas después terminan en algún texto.

¿Alguien te inculcó el amor por la literatura?
No particularmente. En mi casa había una biblioteca enorme y mis papás siempre fueron muy lectores pero nunca de literatura. Ellos siempre leían sobre historia, política, ciencia o medicina pero nunca tuve ninguna recomendación específica sobre literatura. De todos modos y pensando un poco más, recuerdo que la única que podría decir que me motivó sobre literatura, fue mi abuela paterna que era mi profesora de inglés y que me hacía leer cuentos cortos o novelas en inglés.

¿Hiciste taller literario?
Sí, desde 2006 en adelante traté de tomar algunos talleres. Los primeros fueron con Osvaldo Bossi y Walter Cassara. A partir de ese momento fui tomando clases con distintos maestros. En algunos tuve mayores y menores resultados pero siempre me sirvieron como experiencia y aprendizaje. Actualmente estoy aprendiendo a pulir y mejorar mi escritura con Juan Manuel Candal, que —entre otras cosas— me ayuda a organizar mis ideas, a aclarar mi forma de escribir y me hace devoluciones que me sirven mucho para mejorar.

¿Con qué género literario te sentís más cómoda al momento de escribir?
Con sus turbulencias, prefiero escribir novelas. No me siento muy cómoda con los cuentos, aunque entiendo que tienen su mecánica y su funcionamiento. Particularmente me interesan los textos de largo aliento, donde puedo desarrollar ambientes, climas o espacios y donde puedo intentar manejar tensiones, suspensos y ciertas digresiones. Sé que hay muchos autores que pueden elaborar sus historias en poco espacio y eso es un mérito, pero yo por ahora me siento cómoda con la narrativa aplicada a las novelas. Creo que de momento, es el género que siento más cómodo para mí, para poder indagar.

¿Tenés alguna novela terminada?
No aún (risas). Tengo una novela escrita hasta la mitad y decidí posponer por un tiempo porque tiene una elaboración particular: los personajes son escritores argentinos y es una suerte de "que hubiera pasado si". Plantea ciertas incógnitas y tiene mucha parte de investigación. Llegué a un punto en el que era mejor parar y volver a investigar, hacer archivo y luego poder avanzar mediante información primero e imaginación, después. Actualmente estoy escribiendo una que me tiene muy concentrada y atenta, de la que muchos editores aún sin saber demasiado, me han propuesto publicarla en sus editoriales, algo que me sorprende, me alegra muchísimo y que agradezco aún más.

¿Podés adelantar algo de la historia de la novela por la que se interesaron varias editoriales?
No demasiado porque está en constante movimiento. Pero te diría que tiene que ver con el discurso interior de los personajes y de la identidad versus la apariencia. En la novela hay un juego entre la intensión y el azar, entre las decisiones tomadas y las decisiones que en el fondo tendrían que haberse tomado y también hay bastante del orden de lo afectivo y de cómo influyen los sentimientos y las contradicciones que a veces traen.

¿Cómo nace la idea de la novela?
La idea original de la novela surgió a raíz de una charla con un amigo. Él me contó algunas experiencias muy del mundo de lo masculino, del orden de cómo se experimentan ciertas cosas como hombre, y eso disparó un primer planteo central (obviamente, recontextualizado completamente). Me armé de esas experiencias tan potentes y aproveché para explorar alguno de los ambientes que esas anécdotas disparaban en mi imaginación. Si bien el disparador inicial fue esa charla, los personajes, el conflicto central y todo lo demás vino después, se fue vinculando naturalmente con ese primer embrión y me pareció que podía funcionar. Pero como dije, todo está haciéndose y construyéndose, por lo que todo es susceptible a cambiar y a seguir distanciándose del punto de partida.

Además de la literatura sos la directora de la Revista Kundra y de Baires Digital, ¿cómo surgen ambos proyectos?
Baires Digital nació con la idea de sumar una voz más entre los portales de arte y cultura. En 2011 me recibí de periodista y viendo portales y webs para ofrecerme para trabajar, se me cruzó la idea de abrir mi propio portal vinculado al teatro, la música, la danza, la fotografía, la pintura y el cine. Baires Digital fue el proyecto primigenio que luego me hizo pensar en Revista Kundra. Después de algún tiempo de funcionamiento de Baires, pensé en acercarme de forma más profunda a la literatura y fue así como pensé en Kundra, como soporte literario de Baires. Después la revista fue mutando hasta que en junio de 2013 arrancamos con los formatos vigentes (online, PDF, Epub y Mobi) y el crecimiento de los dos portales fue cada vez mayor.

¿Por qué se llama Kundra?
La semana en la que me puse a pensar nombres para la revista, me senté en un bar y escribí distintas palabras sueltas. De pronto miré mi cartera y encontré La insoportable levedad del ser de Milan Kundera. Uní algunas letras, saqué otras y por un juego de palabras salió Kundra. La idea del nombre me terminó de cerrar cuando pensé que lo mejor que podía hacer era inventar una palabra.

¿Cómo seleccionás los colaboradores y textos que aparecen en ambos proyectos?
Al principio fue el azar porque conocía a pocas personas del ambiente literario y periodístico. Tuve a algunos amigos de la facultad como colaboradores y luego abrí una convocatoria para los que quisieran participar en los portales. Fui llegando a todos por facebook y la prueba salió bien. Algunos colaboran de forma permanente como Juan Manuel Candal, Victoria Mora, Valentina Vidal, Aixa Rava y Sebastián Grimberg y otros van proponiendo notas para determinados momentos. Lo que trato de hacer con los colaboradores es que ellos propongan temas y si veo que se ajustan al perfil de cada medio, entonces escriben esas notas: por experiencia, yo escribo mejor cuando es algo que me motiva, que me gusta a nivel personal.

¿Qué escritor o periodista te gustaría tener como colaborador?
Acabo de "cerrar trato" con dos escritores que admiro: Christian Broemmel y Ramiro Sanchiz que empezarán a colaborar con Kundra en los próximos meses. Espero que mi próximo aliado sea otro escritor que también admiro: Matías Pailos. Veremos si tengo éxito pero la idea siempre es sumar la visión y el aporte de gente vinculada a la literatura. A ellos tres los admiro mucho y sé que sumarán muchísimo para la revista y los lectores.

¿Qué repercusiones tuviste de tus colegas?
Las repercusiones siempre son buenas, por suerte. Tanto de colegas como de lectores y siempre agradezco mucho el tiempo que se toman en hacerme comentarios. La mayoría coincide en que cada número supera el anterior y que los contenidos son de mucha elaboración y calidad. Como directora de ambos portales trato de que eso ocurra, de ofrecer calidad periodística y compromiso con lo que hacemos, sea el género que sea.

¿Qué objetivos tenés para este año?
No puedo adelantar mucho sobre mis proyectos porque muchos están por confirmarse, pero lo principal para este año es conseguir financiamiento para la revista y poder imprimir un número antes de fin de año. Se trataría de un número especial, por fuera de lo que hacemos todos los meses pero con la misma pasión y calidad. En cuanto a lo literario, la idea es terminar la novela y tratar de que sea publicada el año que viene.

viernes, 14 de marzo de 2014

Patricia González López: “La maldad solo en la poesía”





La escritora Patricia González López estuvo hablando con Entre Vidas acerca de sus comienzos y de su reciente libro de poemas llamado Maldad, cantidad necesaria, co-editado por Milena Caserola y Llanto de Nudo.



¿Cómo surge tu amor por la literatura?
Hubo todo un recorrido que pude ver mucho después del día que comencé a escribir. Esa primera noche que agarré un cuaderno en blanco y la lapicera, fue por admiración hacia el acto de escribir, al que se inspira y te cuenta el mundo desde una perspectiva que sentías pero no lo podés expresar acabadamente. Incluso un acto de vanidad, te diría. Pero un día me di cuenta que era lo único que se mantenía constante en mi vida a través de los años, y ahí se dio el camino para publicar Indecible, mi primer libro. Recién en ese momento me recordé de pibita, cuando tenía delirios de escribir más rápido, en lapicera cuando todos escribían en lápiz, en cursiva cuando todos e imprenta, oraciones largas, de 3, 4 renglones, cuando pedían sujeto y predicado. Pero creo que ese amor  fue creciendo cuando leía algo y me inspiraba, escribía algo y dormía tranquila.

¿Recordás cuál fue la primera poesía que te llamó la atención?
No sé cuál es la primera que me llamó la atención, si que me regalaron una a los 10 años, y dejó una huella. Después en la búsqueda de la poesía, me quedó el recuerdo de  estos versos de Quevedo, en un momento en que me movilizaba el tema de la muerte “Cualquier instante de la vida humana/ es nueva ejecución, con que me advierte/cuán frágil es, cuán mísera, cuán vana” (A la Brevedad de la vida).

¿Qué temas te movilizan en el momento de sentar a escribir?
La impotencia creo ante ciertas situaciones. La incoherencia (mía, de los otros), así que te imaginarás que tengo inspiración para rato. La mirada de sorpresa de personas que tienen pocas oportunidades de sorprenderse. La indiferencia, el oportunismo, la injusticia. Capaz estoy charlando con mi jefe de trabajo y se me viene una imagen a la cabeza y anoto. Estoy en un bar y veo otra actitud y anoto, cosas, situaciones que me explican sentimientos.

Tenés publicados dos libros de poemas y uno de narrativa, ¿con qué género te sentís más cómoda?
Me siento cómoda con los dos géneros, pero creo que con la poesía ya pasé por varias instancias, temas, preocupaciones, estilos. Narrativa escribo hace poco. Me gusta, pero lleva más tiempo y no soy muy constante. En los dos géneros estoy aprendiendo, pero tengo 27 años y desde los 12 escribo poesía, y con la narrativa arranqué a los 22, diez años después. Aun así tengo novelas sin terminar, ideas de cuentos sin terminar, espero poder dedicarme y terminarlo.

¿Por qué tu nuevo libro de poemas se llama Maldad, cantidad necesaria?
Se llama así porque marca una nueva etapa en mí que es el decir en tanto no callar. Tiene que ver con algo que me dijeron una vez “a vos te ofenden y vos contestás tratando de no ofender al que te ofendió”. Ahí me di cuenta de la naturalización de las agresiones, la violencia, y cómo se toma socialmente responder, defenderse.  Una persona te agrede, y si vos te defendés queda mal. Se toma al bueno como aquel que se deja decir y hacer cualquier cosa. Y al que se defiende, al que dice no, no quiero, no me parece “ay que malo que sos”. Por eso maldad, en el sentido de cómo es tomada la defensa. Es la cantidad necesaria para defenderse, es avisar que uno es consciente de lo que no le gusta del otro, pero que está ahí dando vueltas, y puede estallar en cualquier momento. Creo que uno puede elegir qué decir en la circunstancia que sea, y cuando se sobrepasa el límite, el respeto, creo que es donde me calzo los botines para ir de punta, no sin cierta tristeza. (O al menos eso creo).

¿Cómo surge la posibilidad de editar el libro y nuevamente por Milena Caserola?
El tema de editar este libro fue porque el primero y el único hasta ese momento, Indecible, ya estaba vencido. Todo lo que leía era nuevo, y me preguntaban si lo tenía en algún libro, ahí fue que me dije que era ocasión para pensar un libro nuevo, y quedó Maldad. En ese momento Mariela Laudecina de Córdoba, leyó mi blog, se puso en contacto, le mandé el material que estaba trabajando, luego se lo mandé a Diego Cortés, de Llanto de Mudo, y al otro día me contestó que quería editarme el libro. Así nació la co-edición entre Milena y Llanto de Mudo, donde Diego continuó el trabajo de Matías (de milena), las correcciones de todas las partes, apreciaciones.  Así que es un nuevo libro editado por milena, pero muy importante para mí también porque se suma Llanto de Mudo de la mano de Diego, que no lo conocí hasta una semana antes de presentar el libro. Eso superó el amiguismo que se puede decir que tengo con Reck, por los otros libros publicados, es otra instancia.

¿Cuál fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Había textos que iban si o si. Después me puse a ver qué tenía escrito, y textos para terminar que estaban abandonados. La etapa siguiente fue la de sintonía fina, el recorte del gasto y de lo que no tenía sentido.

Hay varios poemas muy destacables como Cuando te sueño padre, Salvación, Perdida, entre otros, ¿cuáles son tus preferidos?
Primero muchas gracias. Mis preferidos, ay, cada uno tiene su momento y su por qué. Puede ser De Sentires, Soledades, La patrona te ama, Generaciones, un chirrido.
Por ejemplo, hay un texto que se llama Quién Lee, que fue el que me sorprendió porque quizás yo no lo tengo tan presente y muchísimas personas me han dicho cosas increíbles que no pensaba que podía provocar.

En uno de los poemas te preguntás “En qué momento me convertí en esta malvada”. ¿Consideras que tenés algún porcentaje de malvada o es todo ficción?
En los momentos que pude ser malvada porque sí o con motivos no lo hice. La maldad solo en la poesía. Para mi vida personal prefiero la bondad, y si no me sale, opto por no tener relación directamente. Pero repito, la sinceridad se confunde, somos de la cultura mentime que me gusta y no podemos aceptar otra cosa; ahora bien, si ser malo es decir no, no quiero, no me parece, no estoy de acuerdo, no estás siendo coherente por tal o cual… sí, soy mala.

¿Alguno de los poemas es autobiográfico?
Alguno de los poemas no es autobiográfico.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Escribo poesía y escribo y escribo. Y siempre que puedo me pongo a corregir los minicapítulos de una novela que había arrancado a escribir el año pasado. Por ahora, nada más que trabajar en silencio.




Foto: Esteban Del Valle

martes, 4 de marzo de 2014

Francisco Costantini: “Realmente hay un boom en la narrativa marplatense”




Francisco Costantini, uno de los editores de Letra Sudaca Ediciones, estuvo hablando con Entre vidas acerca del nacimiento del sello marplatense, de la experiencia al frente de la editorial y de las próximas publicaciones entre las que se desta la segunda edición de Criminis Causa de Juan Carrá.



¿Cómo nace la idea de armar Letra Suda Ediciones?
Me parece que Letra Sudaca sin la amistad no hubiese sido posible, o sin el amor, mejor dicho. Puede parecer cursi, y seguramente lo sea, pero nace de esa fuerza creadora, sin dudas. Con mi amigo Santiago Fernández Subiela habíamos intentado hacer una revista, llamada Gabinetes Espaciales, impresa y de alta calidad gráfica como literaria. Queríamos hacerla gratuita, pero para ello necesitábamos publicidad y el proyecto se truncó. Por el 2010 fui al festival Poesía de acá, que se realiza anualmente en Mar del Plata. Allí había stands con libros de diversas editoriales del país, entre ellas, la cartonera Ñasaindy. Compré unos títulos de la misma, crucé un par de palabras con Federico Torres (uno de los editores) y regresé a mi casa con la decisión de que fundaría una editorial de libros artesanales. Cuando le conté la idea a Julieta Molinero, mi novia, se copó. Fue una noche donde nos la pasamos tirando nombres hasta que ella propuso Letra Sudaca y nos pareció perfecto. Ahí mismo decidimos invitar a Santiago al proyecto, que se entusiasmó mucho. Y de esa manera quedó conformada la editorial.

¿Cuál es el criterio que utilizan para decidir que libro van a publicar?
Para empezar el libro nos tiene que gustar. No editamos nada que no sea de nuestro agrado. Tampoco realizamos autoediciones, es decir, nadie nos paga para que publiquemos su libro. Valoramos mucho a los autores que se comprometen con todo lo que implica el libro. O sea, que no se quedan solo en la escritura y revisión del texto, sino que colaboran con ideas para las tapas, las presentaciones, la difusión. En definitiva, los autores que militan el libro y terminan siendo parte de la casa. Por supuesto, analizamos también qué posibilidades de venta tendrá determinado título, sobre todo para decidir qué tirada hacemos.

¿Con qué dificultades se encontraron en el momento de armar el sello?
La verdad, ninguna, que recuerde ahora. Al menos nada que pueda ser llamado dificultad. Lo que sí, por supuesto, hay que dedicarle tiempo, y hacerlo con entrega. Estas cosas no pueden hacerse a medias. Por suerte somos tres y siempre hay alguno que tira más del carro cuando los otros flaquean y así la marcha no se detiene. Por el momento los libros de la editorial se encuentran en pocas librerías fuera de Mar del Plata,

¿Qué novedades tienen en cuanto a la distribución para el resto del país?
Es cierto. Eso se debe a que hasta hace menos de un mes veníamos haciendo la distribución de manera artesanal. Cargábamos los libros en el auto y nos dirigíamos a Buenos Aires para recorrer librerías; a veces algunas amigas que estudian y viven allá nos han hecho el favor de llevarnos ejemplares. Pero como podrás imaginarte, todo muy engorroso. Pero en febrero, finalmente, pudimos llegar a un acuerdo con la distribuidora La Periférica. Gente muy copada. Trabajan con editoriales como Aquilina, Astier, Biblioteca Nacional, entre otras. Nos costó llegar a ellos pero se ve que les gustó lo que estamos haciendo y, si bien aún estamos dando los primeros pasos, decidieron sumarnos. Gracias a ello, aparte de Mar del Plata, nuestros libros poco a poco van a estar llegando a las ciudades de Buenos Aires, La Plata, Córdoba, Santa Fe y Rosario.

¿La idea de la editorial es darles prioridad a los escritores que viven en Mar del Plata?
Sí, pero no es solo cuestión de localía. Realmente hay un boom en la narrativa marplatense, con grandes autores que merecen ser publicados y de la mejor manera posible y creo que somos una muy buena alternativa para eso. Te nombro a los que ya publicamos y seguro me das la razón: Juan Carrá, Sebastián Chilano, María José Sánchez, Leonardo Huebe. Todos muy buenos en lo suyo. Pero también publicamos autores de otras localidades, como el caso de Carlos Gardini, que es de Capital y con una trayectoria importante dentro y fuera de país. De hecho, nuestro próximo título no será de un marplatense…

¿Qué repercusiones tienen de los primeros libros publicados?
Estamos satisfechos; los libros se venden bien, a la gente les gusta. Incluso ha habido varias reseñas en diferentes medios y todas muy elogiosas. Un caso paradigmático es el de Criminis Causa, de Juan Carrá, cuya primera edición se agotó en tan solo un año y estamos a punto de sacar la segunda. Y lo que más contento nos pone es ver que los marplatenses leen a los autores de acá, publicados por una editorial también de acá.

¿Cuáles son los próximos lanzamientos de la editorial?
Acabamos de presentar Fin del mundo, libro de relatos de Leonardo Huebe. Para fines de marzo esperamos sacar de imprenta la segunda edición de Criminis Causa y ¿Quién mató a la cantante de jazz?, de Tatiana Goransky.

¿Qué objetivos se fijaron para el 2014?
Uno de los objetivos era conseguir distribución, pues nos permitirá crecer, llegar a más público, ser tenidos más en cuenta, y ya lo conseguimos. En cuanto a las publicaciones, mantenernos en los mismos estándares de calidad y cantidad que el 2013 o superarlos.

¿Tenés algo escrito como para publicar próximamente?
La verdad que sí. Se trata de un libro de cuentos, la mayoría de corte fantástico, que provisoriamente se titula La tortuga y la persiana. Veremos qué sucede, pero es muy probable que vea la luz en este 2014, en un sello que no es Letra Sudaca. También estoy escribiendo una novela, pero eso viene más lento.

sábado, 22 de febrero de 2014

Juan Guinot: "El viaje a las Malvinas potenció mi idea de que no se puede vivir polarizado"



El escritor Juan Guinot, autor de la novela 2022 La Guerra del Gallo, estuvo recientemente en Las Islas Malvinas cumpliendo uno de sus máximos anhelos. Estuvo hablando con Entre Vidas del viaje y de sus nuevos lanzamientos editoriales, entre ellos Misión Kenobi.



¿Cómo te fue en el reciente viaje que hiciste a Malvinas?
Fue una experiencia fuerte. Todavía estoy decantando los registros. Las islas están físicamente cerca, pero bloqueadamente lejos. Durante la visita conecté con lo que traía (la historia previa y posterior a la Guerra) y sumé una tercera mirada: las Islas hoy. Tenemos muy pocas posibilidades de enterarnos cómo evolucionaros los isleños después de la guerra. Cuando te encontrás con gente, cara a cara, hay más encuentro que desencuentro. El viaje a las Malvinas potenció mi idea de que no se puede vivir polarizado, que la moderación y el ánimo de encuentro entre la gente es una vía de crecimiento.

Próximamente se editará tu novela corta Misión Kenobi, ¿qué podés adelantar de la historia?
Mirá, tiene mucho de autobiográfico. Contextualizada en el ´79, en Mercedes, tiene que ver con la ecología y Star Wars. Al pibito se le muere el viejo, a poco de ver la primera de Star Wars. El padre se le aparece como Kenobi para darle una misión: destruir la fábrica Ducilo (la Estrella de la Muerte) que contamina el río Luján. Con un registro de niño que ve la vida a través del prisma de Star Wars, el protagonista se mete en un tema espantoso como es el daño del medioambiente.

¿Cómo definirías a la interesante propuesta literaria que está publicando la Exposición de la actual narrativa rioplatense?
Lo que hacen es genial. Armaron un espacio (de libros económicos, muy bien logrados) para contactarte con muchos de los exponentes actuales de la narrativa local, nuevos y consagrados.

Sos asiduo partícipe de varias antologías, ¿cuáles estás presentando actualmente?
Me encanta el formato colectivo. La antología de Zombis (editada por Lea) es un claro ejemplo; allí, la suma de autores logró una propuesta potente para el género. Están por salir dos antología en este semestre. Buenos Aires Próxima (relatos de ciencia ficción antologados por Laura Ponce de ediciones Ayarmanot) y otra del concurso de cuento Osvaldo Soriano donde quedé finalista con un cuento llamado “Borges era ET”.

Tu novela 2022 La Guerra del Gallo fue adaptado a teatro, ¿cómo fue esa experiencia?
Una locura. Primero porque me encantó haber escrito el texto. Pasar de la novela contada en tercera persona a darle voz a  Masi, fue el primer gran impacto. Después, verla en el teatro, tomar cuenta del público, los registros en escena. Me encantó.

¿Tenés en mente la posibilidad de seguir escribiendo teatro?
Me estoy metiendo en algo nuevo. En diciembre terminé de escribir Sangre Tafelli.

¿De qué trata la obra “Sangre Tafelli?
Va de Ecoterrorismo. En un retiro anual de ejecutivos de la Minera Tafelli, en la chacra de montaña  (Lago Oculto) del dueño de la empresa pasará algo trágico, en clara correspondencia con la tragedia que la minera a cielo abierto ya viene imponiendo al territorio donde expolia recursos naturales y deja cianuro en los ríos.

En los últimos tiempos estás subiendo a facebook y a tu blog varios historias semanales y diarias como la historia con el portero de tu analista o el tirador de perdidas más conocido como Yoel Eduardo, ¿cómo surgió ésta posibilidad?
Disfruto el ritmo de escritura folletinesco o de guión de tira, sea para radio teatro, tele o gráfica. Me encanta ese contacto inmediato, leer los comentarios. Las historias son reales y creo que eso le da más gancho. En ambos casos hay un ancla dramática en los protagonistas (el actor Yoel Eduardo que quiere progresar como actor si –entiende_ se levanta una actriz famosa y el del paciente que va entregado a la sesión y se tiene que fumar al portero del edificio del analista, en esos minutos de espera fatales hasta que llega la hora justa de tocar el timbre del psicólogo). A través de las grietas de la tragedia sale el mejor humor y por eso, estas dos tiras presentan un registro que te hace cagar de risa.

Respecto a Yoel Eduardo, se nota que quiere ser famoso a cualquier precio y tiene una obsesión por las mujeres del ambiente artístico, ¿cómo aparece la historia de semejante personaje en tu vida?
Como pasa con el sol, aunque no lo veamos, Yoel Eduardo siempre está.

¿Qué proyectos tenés para este año?
En diciembre terminé una novela negra y ahora estoy metido en una novela realista, supongo que me llevará bastante laburo. Tengo el plan armado, pero recién arranco. Estoy muy enchufado con lo juvenil e infantil. Tengo dos novelas de ciencia ficción que van al registro juvenil y estoy terminando una novela infantil. ¡Ah! Estoy escribiendo cuentos infantiles, lo hago con mi hijo de casi cinco años. Empezamos a contar una historia y, ni bien la cerramos, él me pide (más bien, me exige) que las escriba para que se las vuelva a contar.



viernes, 21 de febrero de 2014

Sebastián Chilano: “No es la historia de ningún paciente que yo haya tenido, ni de ningún conocido”




El escritor Sebastián Chilano, como sucede con cada una de sus publicaciones editoriales, estuvo hablando con Entre Vidas. En este caso, acerca de su nueva novela Tan lejos que es mentira y la experiencia de editarla bajo el sello marplatense Letra Sudaca.



¿Por qué tu nueva novela se llama Tan lejos que es mentira?
La novela pasó por distintos títulos hasta su forma definitiva. El original estaba llenos de “a” era “La casa de la gata en la ventana”, el alternativo era “En algún otro lugar” y con ese nombre concursó en el “Laura Palmer” y sacó una mención el año que ganó Mariano Quirós con su novela “Río negro”. Otro título que manejé hasta último momento fue “Scalextric de dioses gigantes” pero finalmente ganó Tan lejos que es mentira. Creo que es el título que más habla de toda la novela, los otros se detenían en alguna escena particular, el definitivo contiene la historia general.

¿Cómo fue qué decidiste que el médico de la novela se llamara Sebastián Chilano?
A último momento decidí cambiarle el nombre. El médico se llamaba Serna Visconti. Y ya en una de las últimas correcciones, antes de entrar a imprenta, se me cruzó la idea de llamarlo Chilano y decirle un par de cosas que siento sobre su persona y sus actitudes. La duda era saber si funcionaría o no.

¿Manejás la posibilidad de incorporarlo en una futura novela?
Por el bien del doctor Chilano, lo mejor es dejarlo en paz. O usarlo en alguna escena perdida y sin relevancia. No quisiera tener que escribir más sobre él, ni tener que analizarlo. Pero quién sabe, no puedo predecir sobre qué escribiré dentro de 5 años. Nadie puede.

¿Es una historia real?
La historia (breve resumen: en el primer capítulo a un hombre de 33 años le dicen que tiene una enfermedad terminal) no la viví. Pero puede ser real. Debe ser real, ahora, en alguna parte. No es la historia de ningún paciente que yo haya tenido, ni de ningún conocido. Cuando terminé de escribirla, a uno de mis mejores amigos le diagnosticaron una sobrevida de un año y así fue. Después de su muerte, enterré durante un tiempo esta historia porque la cercanía, si bien no hay nada de su personalidad ni de su vida en esta líneas, era demasiado dolorosa.

¿Por qué en la mayoría de tus libros aparecen la muerte y el amor como temas preponderantes?
Los temas universales no son tantos. Las variaciones son las que nos permiten escribir nuevas historias. El código genético, el ADN es una variante de cuatro combinaciones entre ácidos nucléicos (A-T-C-G) y eso basta para formar la complejidad de razas de humanos que estamos sobre la tierra. Podemos decir que los temas de la literatura y la vida, son cuatro (o cinco, o seis) y uno los puede combinar infinitamente. La impronta del autor da la autenticidad.


¿Cómo fue la experiencia de publicar bajo la editorial marplatense Letra Sudaca?
Una experiencia muy buena ya desde el proceso de corrección. Se metieron con ganas en la lectura y consensuamos algunos cambios, incluso votamos por el título final de la novela. El libro-objeto está a la altura de cualquier buen libro del resto de las editoriales del país. Ahora afinaron el tema de la distribución. Podría resumir la experiencia diciendo que espero volver a publicar pronto con ellos.

En los últimos tiempos fuiste elegido por varios escritores para que presentaras sus libros, ¿por qué pensás que sucede eso?
No lo sé. Sinceramente. Pero me encanta que eso suceda. Hay lecturas que uno se perdería si no fuera por las presentaciones y las ferias de libros. Cuando uno mira los suplementos de cultura, las mesas de novedades, es difícil encontrar –con honrosas excepciones– que los buenos escritores contemporáneos ocupen esos espacios.

¿En qué estás trabajando actualmente?
Terminé de escribir una novela cuyo título provisorio era Don y Maldición, pero lo cambié por sugerencia de un amigo. Está en la lista de espera de ser aprobado para su publicación por los editores de Letra Sudaca. Pensaba descansar después de poner el punto final y antes de la corrección, pero me embarqué sin pensarlo en la escritura a cuatro manos de otra novela junto a Tatiana Goransky.


miércoles, 19 de febrero de 2014

Marisa Potes: “A mí la coincidencia creativa a veces me da miedo”





La escritora marplatense Marisa Potes estuvo hablando con Entre vidas acerca de su comienzos como en la literatura, los libros publicados y los proyectos en los que está trabajando actualmente.



¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
Mis padres. Ellos siempre fueron muy lectores. Cuando yo no sabía leer, me leían, me contaban cuentos, y hablaban de lo que ellos estaban leyendo o habían leído alguna vez. Después me compraban revistas (Larguirucho, Hijitus, Paturuzú, Patoruzito y Billiken). Plata no sobraba para nada, pero las revistitas y después los libros, no faltaban.


¿Cuál fue la primera lectura que te impactó?
Creo que la de las revistitas mencionadas. Yo leía y me metía completamente en el mundo de ficción. Podían hablarme, gritarme, ofrecerme manjares, que no registraba nada de lo que pasaba. Y recuerdo que un día, mientras estaba leyendo, me di cuenta de que sentía que veía todo eso como una película, o como si estuviera ahí; aunque estuviera en blanco y negro, yo lo "veía" en colores, sentía los olores, las onomatopeyas se convertían en ruidos, y las viñetas en imágenes en movimiento. No fue exactamente un texto, sino la maravilla de poder sentir tan vívidamente ese mundo de ficción.

¿Y lo primero que escribiste?
Cuando ni se me ocurría ser escritora, un cuentito que debe andar por ahí, con dibujito y todo; las redacciones escolares; alguna poesía para un concurso; un cuentito para una revista de la escuela (pero nada de esto con intención de considerarme escritora). Es difícil determinar qué fue lo primero que escribí. Sí te puedo decir claramente qué fue lo primero que dije "a ver si en el lector se produce el efecto que quise lograr", fue una novela romántica, digamos. Fue la primera cosa que di a leer como "escritora".

¿Se publicó esa novela?
No. ¿Me gustaría que se publique? Sí. Le estoy retocando el principio, porque no me convence. Pero esa novela, basada en apuntes que había hecho cuando lo de escribir era hobby puro, es la primera que decidí dar a leer colocándome en el rol de escritora (aún cuando me costaba pensarme a mí misma como tal).

¿Cómo surge la posibilidad de publicar tu primer libro?
A través del concurso de Literatura Infantil Julio C.Coba de Editorial Libresa (Ecuador). Es un concurso que premia con publicación y dinero al ganador, pero también considera a los finalistas y los recomendados por el jurado. Mi libro, Malacara, fue recomendado por el jurado, y decidieron publicarlo. Yo no comencé escribiendo infantil. Buscando concursos a donde mandar por mail, encontré este, y me gustó eso, de que además del ganador había posibilidades para otros. Entonces decidí escribir la novela para el concurso, basada en una lecturita que había escrito para mis alumnos.

¿Es un libro también para adultos?
Por las bases del concurso, está destinada a niños, pero me encontré con la sorpresa de que muchos adultos se identifican con el personaje. He recibido mensajes diciéndome "lloré un montón porque a mí me pasaba algo parecido".

Malacara cuenta la vida de Ramiro Malacara, que debido a su apellido recibe numerosas burlas de parte de la gente, ¿en qué te basaste para desarrollar la historia?
En la gente en general. Quería contar la historia de alguien condicionado por las cargadas de otro y en la resolución (no spoilearé) quise darle una vuelta de tuerca que no fuera, la solución Karate Kid (un poquito te spoileo). Elegí que lo cargaran por su apellido porque no quise meter en la historia nada que tuviera que ver con los estereotipos de aspecto físico, raza o condición social. Y que aquello que es tan importante para uno, el nombre, terminara siendo vivido por el personaje como una condena (así lo siente el personaje cuando lo cargan).

Después publicaste la novela El Campo Deportivo, ¿la idea era apuntar al ámbito educativo?
No. La escribí para un concurso, pero no llegué con los tiempos y no la mandé. Tenía ganas de escribir acerca de los grupos antagónicos que se creen completamente distintos, pero terminan siendo más iguales de lo que creen.

En éste caso los grupos antagónicos que se creen muy diferentes son la Escuela de Ciencias y la Escuela Técnica…
Los primeros apuntes trataban de dos grupos de diferentes clases sociales, separados por una calle, y el punto de reunión era una plaza. Pero se me complicaba la trama porque cuando empecé a escribir la historia se alejaba de lo que yo quería contar. Entonces resolví trabajar con dos grupos antagónicos, pero socialmente iguales. Tal como dijiste, los alumnos de la escuela Técnica y de la de Ciencias. Elegí ese ámbito porque muchas de las enemistades se desarrollan a partir y en la escuela. Acá, tanto como en Buenos Aires, son conocidas los antagonismos entre tal o cual escuela, generación tras generación y me pareció interesante desarrollar el tema en ese contexto. De la misma manera que en Malacara, busqué que el desarrollo fuera diferente al de la mayoría de las historias que había visto o leído: los dos grupos tienen la misma participación; no hay unos buenos y otros malos, digamos. Se llama El Campo Deportivo porque estos grupos se ven obligados a compartir ese campo.

¿Tuviste que realizar alguna investigación previa?
La parte social, la de las enemistades, no, porque es algo que conozco, pero sí para el aspecto deportivo. La historia se centra fundamentalmente en torneos de atletismo. Los protagonistas corren carreras de cien metros, y también hay postas, garrocha y otras disciplinas. Hablé con atletas, profes de educación física, miré cientos de videos, leí reglamentos. Hay una parte en donde se habla del uso de estimulantes, así que también me asesoré con gente que sabe de eso.

Luego publicaste el libro El Efecto Elefante, ¿cuál fue la imagen disparadora?
Mis libros escritos hasta ese momento (no había escrito ni Malacara ni El Campo Deportivo) eran libros para adultos, digamos, y largos: 300 páginas como promedio. Había terminado de escribir algo y me dije "podría escribir una novela corta, sencilla, rápida". Algo que podría parecerse a lo que le daban para leer a mis hijos en la escuela. Pensé qué tema podría interesarles a los adolescentes. “Viajes en el tiempo”, me dije. A mí me gusta (creo que a todos los escritores debe gustarles esto) buscarle la vuelta de tuerca diferente. Las historias de viajes en el tiempo han sido muy escritas, peeeeero... ¿viajes en el tiempo en la historia Argentina, en un contexto realista? Eso no lo había visto. Nada de Washington, Lincoln o Da Vinci, sino Belgrano, San Martín o Jorge Newbery... Me largué a escribir... y no tuvo nada de corta y mucho menos de sencilla. La historia, los personajes fueron creciendo y me llevaron a lo que terminó siendo El Efecto Elefante.

¿Por qué El Efecto Elefante?
Es una paráfrasis de El Efecto mariposa (no de la película, que la vi después, sino de la teoría del caos). El protagonista, al explicar en qué consiste este fenómeno, dice que un error en la historia argentina más que un aleteo de mariposa es una patada de elefante, por las graves consecuencias que origina. Me complació ver que mi historia (se agrandó Chacarita) que va por otros derroteros, tiene menos baches en cuanto al respeto por el universo creado, que la película. Fue un gran alivio ver que esa historia y la mía ¡no se parecen en nada! salvo en el viaje en el tiempo. Porque como dice Kike Ferrari, creo que es, el terror que da cuando pensás que esa historia que tiene tema parecido puede ser igual a la tuya! A mí la coincidencia creativa a veces me da miedo.

¿Con qué se va a encontrar la gente que lea el libro?
La respuesta la voy a dar a partir de lo que me dicen los lectores: que es una novela atrapante, al punto de que no han ido a comer o no durmieron para seguir leyendo; que es una historia que presenta giros inesperados, que sorprenden al lector; que los personajes les resultan muy atractivos, cada uno con su particularidad, y que por eso me exigen (en tono amenazante) que haya una segunda parte. Es una historia que tiene elementos de ciencia ficción, aventura y romance que no puede faltar.

¿Con qué obstáculos te encontraste al momento de escribir la historia?
Comencé pensando en una historia sencilla, pero la historia se fue complejizando en cuanto a la trama, a lo que les va pasando a los personajes. Escribí bastante de un tirón, y en un momento se me complicó. Había algunos aspectos que no sabía cómo resolver, entonces la dejé descansar unos meses. Un día, luego de terminar otra historia, decidí retomarla. La dificultad reside en respetar al pie de la letra el universo creado, y tener mucho cuidado con los viajes en el tiempo: toda situación de viaje en el tiempo contiene paradojas constantemente. Ese universo creado tenía que solucionar esas paradojas, y a medida que iba mejorando estos aspectos, la historia sufría modificaciones... o sea un efecto elefante dentro de El Efecto Elefante. Así que hubo momentos en que deseaba tener otro cerebro para poder agregarlo al mío y poder pensar en paralelo, de la misma manera que había dividido en paralelo la pantalla de mi computadora para trabajar con el texto y los apuntes a la vez. Pero fue tan placentero escribirla, y luego corregirla, y leerla y ver que había obtenido lo que quería, que la dificultad, finalmente, fue lo mejor de todo el trabajo.

Formas parte del staff del Festival Azabache de literatura que se desarrolla todos los años en Mar del Plata, ¿qué podés adelantar de la edición de este año?
Estamos en eso, trabajando. En el espacio dedicado a la literatura juvenil e infantil, vamos a aumentar la presencia de las actividades puramente literarias; en las ediciones anteriores en el stand en la Plaza del Agua había juegos didácticos, u obras de teatro; este año la idea es dictar talleres, armar mesas, debates, charlas, no solo para los chicos, sino también para docentes y lectores en general interesados en la literatura para jóvenes, con la participación de narradores, lectores muy avezados, y escritores. La idea fundamental en Azabache es reunir a los escritores con los lectores. Romper esa barrera. El escritor a veces está como panelista, y a veces como espectador. El lector tiene el contacto directo con los escritores; tiene al alcance de la mano el backstage, de alguna manera. En eso en general está basado el festival.

Por último, ¿en qué proyectos estás trabajando actualmente?
El proyecto es muchos proyectos: seguir escribiendo sin perder la pasión por la escritura, sin estar pendiente del lector hipotético (como diría el Tigre Oyola: "no lo pensés: hacelo"); difundir mis novelas ya publicadas para que mis personajes queridos lleguen a más lectores, y trabajar para que mis novelas no publicadas encuentren su lugar en las editoriales.

jueves, 13 de febrero de 2014

Giselle Aronson: “Notaba una comodidad peligrosa en el microcuento y me propuse abordar otras extensiones”





Entre Vidas entrevistó a la escritora Giselle Aronson para hablar acerca de su libro de cuentos Poleas y de su novela Dos, que posiblemente se publique este año.



¿Por qué tu libro de cuentos se llama Poleas?
Porque me parece que es un concepto que representa a la narrativa breve. Copio la contratapa del libro, mi manera de explicarlo: Una polea es un dispositivo que, mediante una fuerza acotada, permite generar un movimiento, desplazamiento o fuerza mayores o más amplios.
El cuento breve actúa bajo el mismo principio: una idea, una imagen, un recorte, una escena, nos abre la posibilidad de revelaciones, nuevos descubrimientos, realidades que se descrifran o se traslucen. Universos mayores o más amplios que se despliegan a partir de fuerzas pequeñas y simples pero poderosas. Poleas.

Comparándolo con tu anterior publicación Cuentos para no matar y otros más inofensivos aparecen varios cuentos más extensos, ¿es algo que te planteaste inicialmente?
No me lo planteé específicamente como objetivo para Poleas, sí como desafío a partir de mi primer libro. Notaba una comodidad peligrosa en el microcuento y me propuse abordar otras extensiones. Surgieron cuentos más largos, continué trabajando sobre el microrrelato y escribí una novela.

¿Cómo se dio la posibilidad de editar el libro con Textos Intrusos?
Cuando tuve el libro terminado inicié la búsqueda de editorial. Textos Intrusos respondió, se mostraron interesados en su publicación y así fue.

El cuento “Loli” es brillante y a la vez muy duro, ¿qué sensaciones te quedaron tras escribir esa historia?
Me quedó la sensación de conocer al personaje muy íntimamente, como si hubiera convivido con él muchos años, como si fuese mi amigo. Loli es un personaje más de novela que de cuento, tiene otra impronta, se impone a la trama. Siento que tengo que escribirlo más, de hecho, estoy pensando en incluirlo en textos que estoy escribiendo ahora.

En el cuento “Poco creíble” de una editorial le responden a un escritor que si quiere que le lean su novela tiene que buscar algún dato excéntrico, ¿es solo ficción o realmente pensás que los escritores son desprolijos y bohemios?
Ese cuento habla del prejuicio, del prototipo, del encasillamiento. En este caso recae en el escritor pero podría aplicarse a muy variados casos.

¿Cuáles son tus cuentos preferidos de Poleas?
Loli a la cabeza. Todos los de la primera parte, fue un desafío escribirlos.

¿Cómo fue la experiencia de escribir la novela Dos?
Dura. Tuve que hacer un cambio de chip y pasar del formato cuento breve a otro completamente diferente, plantearme otra forma de escritura.

¿Qué podés adelantar de la historia?
En principio, es la historia de dos mujeres que viven en una ciudad chica del sur del país. Una es la esposa del intendente de la ciudad, la otra trabaja como personal de maestranza en una escuela. En principio.

¿Cuándo se publica?
Hay grandes posibilidades de que se publique este año. Crucemos los dedos.

¿Con qué obstáculos te encontraste al pasar de escribir microcuentos a algo de mayor extensión?
Tengo una tendencia a la condensación, a no detenerme lo suficiente en una escena. Tuve que aprender a darle tiempo a la trama, a ir desgranándola poco a poco. De todos modos, la novela tiene un lenguaje ágil y se pone el énfasis en las acciones.

Para muchos escritores es más complicado escribir microficciones, ¿cómo es en tu caso?
En mi caso es a la inversa, no encuentro dificultades en la escritura de los microrrelatos.


¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy escribiendo algo que todavía no tiene una forma concreta. Sin darme cuenta, empecé a escribir una línea argumentativa en la computadora y otra en una libreta, a mano. Hasta que me di cuenta de que formaban parte de lo mismo. Veremos si sigo con la misma modalidad.

domingo, 9 de febrero de 2014

María Carolina Bugnone: “La escritura ha tomado un lugar preponderante en mi vida”




La escritora María Carolina Bugnone, ganadora del Premio Municipal de Literatura Osvaldo Soriano en Mar del Plata 2010, habló con Entre Vidas acerca de su reciente libro de cuentos “Hasta las seis hay tiempo” y de su primera novela que busca editorial para publicarse durante éste año.


¿Cómo nace tu pasión por la literatura?
Supongo que nace antes de mí, a partir de la pasión de mis padres, de mis abuelos también. Mis padres no escriben pero leen mucho, y me invitaron a descubrir maravillas en los libros desde muy chica. Cuando alrededor de los once años mi papá me dijo “Leé esto, te va a gustar” y me dio “El hombre ilustrado” de Bradbury, algo cambió en mí, para siempre. Toda mi familia paterna es amante de Bradbury, así que las lecturas de ese autor en voz alta con mis primos, en la infancia, marcó algo muy fuerte en mí.

¿Recordás lo primero que escribiste?
Sí, perfectamente. A los once años, en sexto grado; era un trabajo para Lengua, pero supe que escribía un cuento porque me gustaba hacerlo más allá de la tarea. “El niño y el caballo volador” se llamaba, lo tengo guardado en la hoja original de la carpeta escolar.

Además de escritora, sos psicóloga y música, si tuvieras que elegir una actividad de las tres, ¿con cuál te quedarías? ¿Cómo organizás los tiempos para poder dedicarte a tantas cosas?
Es como preguntar si querés más a tu mamá o a tu papá. Amo las tres cosas, el psicoanálisis, la música y las letras. Durante años viví sin hacer música y sin escribir, me volqué absolutamente a la profesión. Pero la verdad es que las otras dos cosas vivían en mí desde mucho antes, desde  la infancia, así que en un momento volvieron a mi vida para no irse. Actualmente y desde hace unos años, la escritura ha tomado un lugar preponderante en mi vida. Los tiempos los organizo como puedo, es decir, no tengo ni idea, pero de una u otra manera termino organizándolos.

¿Cómo surge la posibilidad de publicar tu libro de cuentos “Hasta las seis hay tiempo”?
A partir del primer premio que me otorgó la Secretaría de Cultura de Mar del Plata en 2011, con el concurso Osvaldo Soriano en la categoría Cuento, empezó a circular algo de lo que estaba escribiendo. Hacía poco, también había abierto mi blog donde publicaba poesías y cuentos. Fue el escritor Nicolás Correa el que leyó mi material; y sobre todo a partir de uno de los cuentos que había ganado ese premio, “Humo”, fue que me convocó para el proyecto de la Exposición de la actual Narrativa Rioplatense ( www.exposiciondelaactual.blogspot.com.ar ). Me pidieron material para la edición del librito, dentro de la segunda tanda con varios otros autores. Me pareció un proyecto muy interesante, y me puso muy feliz.

¿De los cuentos que aparecen en el libro cuáles son tus preferidos?
De “Hasta las seis hay tiempo” los que más me gustan son “El cosito”, “Humo”, y “La última”. Un autor que respeto y admiro, Sebastián Chilano, opina que el mejor cuento es el último, “Nico & Valen”. Lo comento porque para mí es algo así como palabra autorizada.

¿Cuál es tu método de escritura para cada cuento?
Es difícil para mí tener un método. En general me pasa que me viene un deseo imparable de escribir algo. Eso empieza a tomar forma en el proceso mismo de escritura, no soy de planificar demasiado, de pensar qué quiero que hagan mis personajes. De verdad tengo la sensación de que la mano camina sola, y me sorprendo de las cosas que van pasando en la historia. Se parece bastante a cómo se construyen los sueños, me parece, el inconciente me lleva y después, cuando terminé de escribirlo y lo leo, recién ahí veo cosas que tal vez “quise” decir, o significados que podría tener. Es muy placentero el proceso de escritura. Y me sucede que casi todo el tiempo tengo ganas de escribir, si tuviera más tiempo, escribiría todos los días. Si paso una semana entera o quince días sin escribir, extraño hacerlo.

Actualmente terminaste de escribir tu primera novela, ¿con qué obstáculos te encontraste al pasar a textos más extensos?
Bueno, así como los cuentos y la poesía me salen con bastante fluidez, la novela no fue lo mismo. Pero no sólo porque una novela obliga a desarrollar, a explicitar, a tomarse tiempo, a dejar de sintetizar (un problema para mí), sino en este caso también porque la había iniciado en 2010, la había abandonado y la retomé el año pasado. Y la forma y el contenido distaban de la forma y el contenido que me interesa transmitir ahora. Así que fue un largo proceso de reescritura, rescatando y borrando párrafos, ideas, modos de decir. Hasta que en un momento le “encontré la vuelta” y me empecé a sentir cómoda con eso.

¿Podés adelantar algo de la novela?
Está situada en Mar del Plata, relata sobre la vida de Mónica, una psicoanalista de 58 años un poco depresiva, con sus conflictos amorosos, familiares, y de modo tangencial también su relación con la profesión. Vale aclarar que todo lo narrado corresponde al plano de la ficción, teniendo en cuenta que tengo la misma profesión que la protagonista.

Muchos escritores escriben en publicaciones digitales, reseñando o escribiendo algún material propio, ¿te llegó alguna propuesta de ese estilo?
No por ahora pero me interesan ese tipo de propuestas, en 2011 colaboré con reseñas para los blogs www.libroscopio.wordpress.com y www.elperroelocuente.blogspot.com.ar.

¿Qué proyectos tenés para éste año?
Uno de los proyectos es que se edite la novela. Quiero seguir por ese camino, y empezar a escribir una segunda. Otro es seguir generando un espacio para las letras en el grupo Psicofango del que formo parte y a través del cual armamos “fiestas literarias” en Mar del Plata y en C.A.B.A., donde se realizan lecturas y música en vivo. Me acompañan en el proyecto los escritores Alejo Salem, Lisandro Parodi de Mar del Plata, y Gabriela Cancellaro, Maximiliano Provenzani y Pablo Roset de C.A.B.A. Gonzalo Viñao, escritor marplatense, fue uno de los fundadores del proyecto.

¿Qué objetivos tenés dentro del mundo literario?
Principalmente seguir escribiendo -cada vez mejor si es posible,-, hacer circular los textos, continuar conociendo e intercambiando con escritores y participando de proyectos colectivos e individuales.

jueves, 30 de enero de 2014

Los escritores recomiendan - Tercera entrega






En Entre vidas convocamos escritores para que recomendaran libros que leyeron a lo largo del 2013. Va la tercera tanda.



Gastón Intelisano (Escritor, publicó las novelas “Modus Operandi” y “Epicrisis”)

La aguja en el pajar, de Ernesto Mallo.
Tuya, de Claudia Piñeiro.
El huracán lleva tu nombre, de Jaime Bayly.
Mujer equivocada, de Mercedes Rosende.
El peso de la verdad, de Mercedes Giuffré.
Riña de gallos, de Sebastian Chilano.
Un saco de huesos, de Stephen King.
Los crímenes de Moises Ville, de Javier Sinay.
Tormentas del Pasado, de Gabriela Exilart.
Punto de origen, de Patricia Cornwell.


María Carolina Bugnone (Escritora, publicó los libros de cuentos “Humo” y “Hasta las seis hay tiempo”)

1- Tan lejos que es mentira, de Sebastián Chilano, Letra Sudaca. Es una novela donde la impronta de la noticia de una futura muerte altera el sentido de lo cotidiano, de lo posible y lo imposible.
2- La ciudad de los Cesáres, de Carlos Gardini, Letra Sudaca. Cuentos fantásticos que tienen de fantasía tanto como de profundidad en el contenido y de belleza en la forma.
3- Súcubo, de Nicolas Correa, Wu Wei. Terror y conurbano, una obra extraña, ágil y cruda.
4- Las fiestas no son para los niños, de Luciana De Luca, Milena Caserola y El 8vo loco. Entre ingenua y terrible, infantil y siniestra, preciosa obra escrita con encanto y precisión.
5- Criminis Causa, de Juan Carra, Letra Sudaca. Admito que los policiales no son de mi preferencia, pero esta novela me atrapó desde el principio, con un estilo cuasi documental, duro, escabroso, muy bien escrita.
6- Todo hace ruido, de Jimena Arnolfi, Pánico el Pánico. Un libro de poesía que articula lo más sencillo con lo más hondo, hermosos poemas.

Ignacio González (Escritor, publicó el libro de cuentos “Perspectiva Modelo”)

1- La carretera, de Cormac McCarthy. Un padre y su hijo, en un mundo desolado y post apocalíptico, caminan por la ruta buscando tierras menos hostiles. Es genial cómo está narrado el vínculo entre ambos. El padre que no deja de educar al hijo, a pesar de lo horroroso del mundo que le dejará de legado.
2- Carretera maldita, de Stephen King. Es la historia de un hombre que lo ha perdido todo. Página tras página se asiste a la resolución patológica de su duelo, en medio de un mundo que le es indiferente y que, a su vez, lo indiferencia.
3- Sueños del hombre elefante, de Juan José Burzi. Es excelente este libro de cuentos. Imágenes crudas y frías de un mundo terriblemente gris, narrado con una poética muy bella.
4- Malditos animales, de Pablo Tolosa. Es el libro de cuentos con el que este escritor viedmense ganó el concurso del Fondo Editorial Rionegrino, en el 2009. Son 19 cuentos aterradores, breves y asfixiantes que se desarrollan en una prosa digna de los grandes maestros.
5- Quepobrestán, de Fernando Figueras. Una nouvelle super delirante, intensa y lúcida. Figueras sabe ser ácido, divertido, reflexivo y crítico en sus letras. ¡Y todo al mismo tiempo!
6- Nuestra señora de Hiroshima, de Patricio Chaija. Gran novela que aborda, con un vuelo onírico impresionante, la tragedia más horrorosa del siglo pasado. Un libro imprescindible.

Gustavo Gauna (escritor y abogado, tiene escrita la novela “Todo el cansancio del mundo”, próxima a publicarse)

1-Claus y Lucas, de Agota Kristof. Son 3 novelas que ahora se editan juntas bajo ese título. La historia de 2 gemelos que son testigos de la locura del mundo en la segunda mitad de S. XX. La mejor parte es la primera, llamada El Gran Cuaderno. Es una especie de diario que escriben los gemelos cuando niños. Un verdadero taller de narrativa. El estilo es seco y directo. Prácticamente no hay opiniones ni declaraciones de principios.
2-La Comedia Humana, de William Saroyan. El protagonista es un chico de 14 años que en medio de la segunda guerra mundial, tiene que andar repartiendo telegramas con malas noticias. Estilo seco y ajustado. Novela dura y tierna a la vez.
3-Tierra Trágica, de Erskine Caldwell. Novela misarable que narra la historia de los blancos pobres (white trash) en un olvidado pueblo del sur estadounidense. Caldwell era uno de los narradores favoritos de Soriano.
4-Relatos Completos, de John Cheever. Cuentos que ganan por knock out. Echan una mirada sombría sobre la familia acomodada yanki de los años 50s.

Pablo Martínez Burkett (escritor, publicó los libro “Los ojos de la divinidad” y “Forjador de penumbras”)

1- 2022- La guerra del gallo, de Juan Guinot (Talentura, 2011): es un viaje a la locura de todos los que hace 30 años teníamos 18 (o por ahí).
2- Muerde Muertos, de Carlos Marcos y José María Marcos (Editorial Muerde Muertos, 2012): una novela epistolar a cuatro manos que tiene como virtud la perdurabilidad de la historia. Garantía de muy buena lectura.
3- Quepobrestán, de Fernando Figueras (Muerde Muertos, 2013): una nouvelle divague que puede ser leída como mero divertimento o como una suerte de versión criolla y alocada de “El corazón de las tinieblas” de Joseph Conrad.
4- Philip Dick, instrucciones de uso, de Luciano Alonso (Editorial Alaska, 2011): una obra dictada por el amor, imprescindible para todos los que amamos a PKD.
5- Desfile de fenómenos, de Nahuel Fernández Etlis (el autor, 2012): estampas de seres dislocados que sobreviven en la ciudad de la furia.
6- Los hombres de los pantanos, de Federico Sironi (Expreso Nova Ediciones, 2011): mini-biografías ilustradas compuestas de una forma que uno quisiera creer que son un remedo horroroso de “Vidas imaginarias” de Schwob o “Historia Universal de la Infamia” de JLB, si no fuera porque uno sospecha que son casos reales hasta la abominación.
7- La soledad del lector, de David Markson (La bestia equilátera, 2012): un ejercicio de ficción experimental por demás de enriquecedor.
8- Cuentos completos, de Rodolfo Walsh (Ediciones de la Flor, 2013): lo pedí de regalo para mi cumpleaños porque quería tener en un solo volumen los relatos tantas veces leídos y releídos, el policial negro argentino en su máxima expresión.
9- Las ciencias ocultas en la Ciudad de Buenos Aires, de Roberto Arlt (China Editora, 2013): un costado desconocido de Robertito que es un derroche de erudición y que permite atisbar la génesis de muchos de sus obras memorables.
10- El facineroso-Crónicas policiales, de Roberto Arlt (Del Nuevo Extremo, 2013): compendio de un periodismo policial que hizo escuela.
11- La Ciudad de los Césares, de Carlos Gardini (Letra Sudaca, 2013): un gran descubrimiento que me gané en un sorteo radial. Relatos del mejor fantástico rioplatense. Si me tengo que quedar un mes en medio de la nada me llevo este libro, porque tiene el renovado sabor de todos mis autores favoritos más la frescura de una cuidada prosa hasta ahora desconocida. Una verdadera felicidad.

Patricia González López (Escritora y poeta. Publicó los libros: “Indecible”, “Dos de azúcar” y “Maldad: cantidad necesaria”)

La Mujer Pez, Jorge Dorio, Bajo La Luna Poesía
Guía para perderse en la ciudad, Víctor López Zumelzu, Vox
Humo, Walter Lezcano, Vox
Bengala hotel, Eugenia Coiro, Viajera.






Patricio Eleisegui (escritor y periodista, publicó los libros “Nubes de polvo sopladas a cañonazos”, “Envenenados” y próximamente “Ninguno es feliz”)

Lumbre, de Hernán Ronsino
Súcubo, de Nicolás Correa
La Invención de lo Cotidiano, de Ana Ojeda
Inventario de la Derrota, de Agustín Montenegro
Lengua Muerta, de Juan Marcos Almada
La vi Mutar, de Natalia Rodríguez


María José Sánchez (Escritora, publicó los libros de poesía: "Último desierto" y "Hoy, así",  y la novela: "El amor y sus tumbas")

1- Tombuctú, de Paul Auster
2- Monstruos perfectos, de Miguel Ángel Molfino
3- El síndrome de Ulises, de Santiago Gamboa
4- Los buenos suicidas, de Toni Hill
5- La cúpula, de Stephen King
6- El maestro de Petersburgo, de J. M. Coetzee

Tatiana Goransky (Escritora, publicó los libros “Lulúpe Maria T”, “¿Quién mató a la cantante de jazz?”, “Don del agua” y “Ball boy”) 

Ceviche, de Federico Levín.
La virgen Cabeza, de Gabriela Cabezón Cámara
Bahía Blanca, de Martín Kohan
Riña de Gallos, de Sebastián Chilano
Sangre Kosher, de María Inés Krimer

miércoles, 1 de enero de 2014

Los escritores recomiendan - Segunda entrega



En Entre vidas convocamos escritores para que recomendaran libros que leyeron a lo largo del 2013. Va la segunda entrega.



Sebastián Chilano (escritor, publicó varias novelas entre ellas “Riña de Gallos”, “Las reglas de Burroughs” y “Tan lejos que es mentira”)

Una forma de vida, de Amelie Nothomb
Mr Gywn, de Baricco
Mi ángel tiene alas negras, de Elliott Chaze
Los enamorados, de Alfred Hayes
Sobre el rock, de Martín Zariello
Sueños de perro, Guillermo Orsi
Yo lloré con Terminator 2, Carlos Salem
El encierro de Ojeda, Martin Murphy
 Don del agua, Tatiana Goransky
 La ciudad de los Césares, Carlos Gardini
 Hasta las seis hay tiempo, de María Carolina Bugnone
 Poleas, de Giselle Aronson



Selva Almada (escritora, publicó las novelas “El viento que arrasa” y “Ladrilleros”)

1- Una muchacha muy bella, de Julián López. Es una de las revelaciones del año, una voz novedosa en la narrativa argentina, profundamente lírica y profundamente política.
2- Mi libro enterrado, de Mauro Libertella. La otra revelación del año. Con una prosa límpida y melancólica, Libertella reconstruye los últimos días de su padre y sortea con una voz propia el prejuicio de ser el hijo escritor de un gran escritor.
3- Todo está tranquilo arriba, de Gerbrand Bakker. Una joyita holandesa publicada en Argentina por la editorial Bajo la luna. Una historia simple, cruda e inolvidable.
4- La vi mutar, de Natalia Rodríguez. Una historia sórdida vista a través de los ojos de un chico. De manera impecable (y envidiable), Rodríguez construye la voz de un narrador niño para contar un mundo de extrañas mutaciones donde las mujeres terminan con el cuerpo reventando de flores.
5- Beya, de Gabriela Cabezón Cámara & Iñaki Echeverría. Una vuelta de tuerca más a la tremenda novela de Cabezón Cámara, Le viste la cara a dios. Adaptada por la autora e ilustrada por Echeverría, una novela gráfica oscura, contundente y de una actualidad espantosa.




Giselle Aronson (escritora, publicó los libros “Cuentos para no matar y otros más inofensivos” y “Poleas”)

Las maquinarias de la noche, de Abelardo Castillo
La revolución es un sueño eterno, de Andrés Rivera
De A a X, de John Berger
Cuentos completos, de Humberto Costantini
Nadie se salva solo, de Margaret Mazzantini
La máscara sarda, de Luisa Valenzuela Turdera y Ángela Pradelli
Mi vida querida, de Alice Munro
Temporada de jabalíes, de Gilda Manso 

Hasta las seis hay tiempo, de María Carolina Bugnone
Hacer el cuento, de Caro Fernández y Leo Mercado
El peor de los desiertos, de Alejandro Pereyra
Sueño de agua, de Raúl Feroglio
Plan de fuga, de Juan José Dimilta




Ernesto Kullock (escritor, publicó la novela “Veneno para hormigas”, por Factotum Ediciones)

Cámara Gesell, de Guillermo Saccomano
Las Garras del niño inútil, de Luis Mey
Claus y Lucas, de Agota Kristof
Cómo usar un cuchillo, de Fernanda Garcia Lao
Clases de literatura, de Julio Cortazar



Juan Marcos Almada (escritor, publicó la novela “Lengua Muerta”, por Editorial Alto Pogo)

Lumbre, de Hernán Ronsino (Eterna Cadencia)
A dos horas de Barboza, de Gonzalo Gálvez Romano (El 8vo. loco/Milena Caserola)
Súcubo, de Nicolás Correa (Wu Wei)
El salto de los antílopes, de Jotaele Andrade (El mono armado)
Batán, de Débora Mundani (Bajo la luna)
Falso contacto, de Ana Ojeda (Milena caserola)
Ladrilleros, de Selva Almada (Mardulce)
Moravia, Marcelo Luján (El Aleph)



Juan Carra (periodista y escritor. Publicó la novela “Criminis Causa” por Editorial Letra Sudaca)

Ladrilleros, de Selva Almada
Dudoso Noriega, de Juan Sasturain
Tan lejos que es mentira, de Sebastián Chilano
Pánico, de Ana Prieto
La mafia política, de Diego Grillo Trubba
Súcubo, de Nicolás Correa
                                                      Un mar de castillos peronistas, de Cristian Alarcón



Mariana Kruk (poeta, publicó “hasta la última uva” y “migas”, ambos editados por Otro Contar, “piromanía” por Cartonerita Niña Bonita y “ninguna nuez” por Textos Intrusos)

Nocturnos en Mi, de Eusebia Florestán (Otro Contar)
Poesía y Teatro. Obra completa, de Humberto Constantini (Ediciones ryr)
Delivery con Lluvia, de Leandro Gabilondo (Espiral Calipso)
Ideorrealidades, de Saint Pol Roux (Editorial Descierto)
Paula levanta la persiana, de Valeria Pariso (Ediciones Aql)
Gramática personal, de Oscar Conde (Editorial Oinos)
Los Living, de Martín Caparrós (Anagrama)