lunes, 13 de agosto de 2018

Nazareno Petrone: “El gran disparador fue un libro de Levrero”




El escritor Nazareno Petrone publicó el libro de cuentos El fulbito de los lunes y otros cuentos con Qeja Ediciones, editorial de la que es uno de los creadores. Además, adelantó que está empezando a escribir su primera novela y que próximamente publicará un poemario.




¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
En general los rituales son más para postergar la escritura que para no escribir, nos llenamos de supuestos ideales para tener el tiempo, el clima, la soledad perfecta, solo para evitar el momento de escritura. Es raro, uno disfruta de escribir pero bueno, como todo esfuerzo, es fácil esquivarlo. Yendo a mis rituales, si o si, necesito tener el texto medianamente armado, organizado, planeado en mente. Me cuesta mucho sentarme en blanco, primero lo trabajo en mi cabeza, después encuentro el momento para bajarlo.

¿Con qué frecuencia escribís?
Son rachas. Tengo momentos que varios días de la semana encuentro el espacio para sentarme a escribir, después paso dos semanas y no escribí nada. Igual, por lo general, aunque sea una idea o un poema por semana se me cae.

¿Qué temas te sirvieron de disparadores para escribir las historias que aparecen en tu libro de cuentos El fulbito de los lunes y otros cuentos?
El gran disparador fue un libro de Levrero que se llama ‘Caza de conejos’. Me lo regalaron para un cumpleaños, lo leí de un tirón, al mes lo leí de nuevo, había algo que me atraía, que me gustaba y a la vez me daba la sensación de que podía armar algo de ese estilo. Después usé toda mi vida relacionada al fútbol, años de jugar, de ir a la cancha, de ver por televisión, todo eso está en el libro.

¿Cómo fue el proceso de selección de los cuentos que aparecen en el libro?
La mayor parte del libro son pequeños relatos que empecé a pensar sueltos y cuando vi que tenía varios y podían ser un libro decidí hacer 90 por los minutos del juego. Los tres cuentos restantes que vienen al final los elegí por el tema. Tengo cerca de 25 cuentos reunidos de todo tipo entre los cuales solo tres eran de fútbol. Me pareció que estaba bien agregarlos.

¿Cuál es tu cuento preferido del libro y cuál el que destacan los lectores?
Es difícil elegir uno porque son 90, con los lectores me pasó lo mismo, destacaron de todo tipo, en algunos podía coincidir con ellos, en otros casos me sorprendía que les haya gustado justo ese. Lo que sí disfrutaba era poner uno en el medio que no tenga nada que ver con lo que venía escribiendo, que quedara descolgado.

El libro fue publicado por tu editorial Qeja Ediciones, ¿cómo surgió ese proyecto?
Creo que la principal causa por la que surgió armar la editorial es porque estamos en un contexto que se puede. Más allá de los problemas económicos que puede haber, o la competencia que tienen los libros con millones de nuevos artefactos, la tecnología y las redes hacen que podamos trabajar en equipo con mayor facilidad. Ahora se puede contactar a un editor, a un diseñador, la imprenta, alguien que haga la web, los interiores, todo está al alcance de la mano. Tener la posibilidad de sacar libros sin intermediarios, vivir el proceso, estar en la elección de tapas, colores, venta, promos, presentaciones, está buenísimo. Además te aleja de andar peleando por un lugar, ya lo tenés asegurado, lo único que te queda es ponerte a escribir.

¿Qué expectativas tienen con la editorial?
Las expectativas van girando y transformándose a medida que vamos avanzando. Nos decimos todo el tiempo que tenemos que ir de a poco, tranquilos, no gastar de más, pero aparece un libro que queremos publicar y lo publicamos. Mientras tengamos plata en la rueda y podamos editar, vamos a seguir. Vivir de esto lo vemos muy lejano. Lo que sí queremos es editar a gente que nos guste, que nos caiga bien, que podamos generar un vínculo. Nuestro último libro ‘El interior afuera’ de María Lobo, lo presentamos en el Festival Internacional de Literatura de Tucumán. Nos invitaron allá, nos llevaron a comer empanadas, tomamos vino, participamos de lecturas, escuchamos otros autores. Al final del viaje la cuenta no era la plata que habíamos ganado sino el tiempo que pasamos. Hacer algo hoy, que todo está tan afectado por el mercado, sabiendo que no te va a dar réditos, hace que se puedan disfrutar de otras cosas, también te lleva, inevitablemente, a elegir más por gustos y placeres que por números. Y eso hace bien. Medio en joda, medio en serio, a la vuelta, decíamos que tenemos que publicar a alguien de Mendoza para que nos inviten a un viñedo. Creo que esa es la mejor expectativa que podemos tener. Tal vez dentro de unos años cambiemos el rumbo y sí podamos vivir de la editorial, por el momento nos queda disfrutar estas cosas.

¿Qué libros o autores recomendarías leer?
De lo último que leí, sin dudas, lo que más me gustó fue Magnetizado de Carlos Busqued. No podía dejar de leerlo. Un autor a recomendar que me gusta mucho es Fernando Pessoa, creo que esa sensibilidad, ahora, es imposible de encontrar.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Terminé de escribir un poemario que saldrá en los próximos meses o el año que viene. Además estoy trabajando otro poemario pero compartido con Leticia, novia y socia, en que dividimos el libro a la mitad, cada uno hace su parte pero a la vez se complementan. Y estoy arrancando a escribir mi primera novela. Respecto a la editorial nuestro próximo libro va a ser ‘No quiero ser tu amigo’ de Luciano Lutereau. Y para el año que viene pensamos inaugurar nuestra sección ensayos.



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