La escritora Valeria De Vito habló con Entre Vidas acerca de su libro de poesía Clown, publicado por la editorial santafesina De l’aire, creada por los poetas Graciela Prieto Rey y Juan Pablo Bagnarol. Además, la autora contó que su editorial El Ojo del Mármol nació con la inquietud de hacer circular los textos de poetas que leía en sus blogs.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No tengo rituales. Me siento y escribo. Sí escribo en distintos contextos. A veces necesito escuchar música muy fuerte o estar en silencio absoluto, a veces escribo viajando en el transporte público anotando una idea o unas líneas de algo que esté disparándose en el momento: una imagen, un sonido, algo que está en el aire y no quiero que se me escape.
¿Con qué frecuencia escribís?
Escribo menos de lo que quiero y más de lo que creo. Desde hace unos años, llevo notas, apuntes de una novela que va a tomando forma, entonces se acrecienta la necesidad de avanzar, y surge, regularmente, una escritura más ordenada. Escribo casi todos los días, por la mañana bien temprano, algunas horas de corrido.
¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Mi mamá me recitaba romances para dormir; un vecino de mi abuelo siempre interpretaba en las reuniones familiares sonetos de Borges o poemas de Almafuerte. Luego en la secundaria y en el profesorado tuve excelentes profesoras y profesores que acompañaron el descubrimiento personal del discurso poético. Hoy en día me contagian mis alumnos cuando me dicen que aman la poesía, o los poetas que envían sus libros para editar, o mis compañeros poetas que son enormes y de quienes también aprendo muchísimo. La poesía, la escritura es un camino en construcción que va enriqueciéndose de todos y de todo.
¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Clown?
Clown es un libro que tiene que ver con lo que te decía en la respuesta anterior. La poesía o la escritura como “un camino en construcción”. Es el primer libro de poemas que escribí, de donde desplegaron “Colección de fantasmas” y “Un ramillete de rocío” que son los dos libros publicados con anterioridad. En la primera versión de Clown había dos partes: “Plan c ” y “Colección de fantasmas”, esta última quedó afuera porque pedía textos más narrativos y de temática social. En esa corrección y separación de ambas partes, hubo poemas cuyo mensaje profundizaba en el desencanto de una relación amorosa y esto generó la esencia de “Un ramillete de rocío”. En este recorrido, Clown es el libro que me permite cerrar una etapa. No puedo verlo separado de los otros dos. Sin dudas es una idea fiel a mis preferencias en la poesía: brevedad, imágenes sin golpes bajos, ni ornamentos y que pueda leerse de un tirón. Así lo escribí: de corrido, una noche fría de julio, en 2013. Y porque surgió de una idea que iba y venía, que caía y se remontaba en un lenguaje diáfano, mientras escribía lloraba y reía al mismo tiempo. En esa situación tragicómica, payasesca de escritora Clown se nombró así mismo.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
Depende de lo que quiera decir, de lo que me esté ocupando en ese momento. En el caso particular de este poemario, el tema es la escritura. Pero el quehacer literario se nutre de lo que leo, lo que escucho, lo que observo.
¿Qué libros de poesía o autores recomendarías?
Recomiendo los dos últimos libros de poesía que leí y un bonus. En primer lugar, “Martes Verde” de la colectiva #poetasporelderechoalabortolegal, que reúne los 53 poemas leídos en los Martes Verde antes de que saliera la media sansación en diputados, que fue editado de manera colectiva por diez editoriales independientes y revistas literarias. En segundo lugar, “Enfrentar al muerto” de Carolina Bartalini, es un libro que me gustó muchísimo justamente por las cuestiones que mencioné más arriba, acerca de las ideas que tengo de la poesía. Brevedad, imágenes claras y ritmo construyendo la temática del poemario. Y por último, invito a que lean el diario de Anaïs Nin. Es un clásico pero en épocas en que la poesía del “Yo” está cuestionada y a la vez sobrepasada, considero que la lectura de ese monumental documento, puede ser una herramienta interesantísima para repensar la estética que buscamos construir.
¿Cómo surgió la posibilidad de publicar el libro con la editorial santafesina De l’aire?
Graciela Prieto Rey y Juan Pablo Bagnarol son dos personas amorosas que hacen su trabajo con mucho profesionalismo. El libro me lo habían pedido dos editoriales pero no me convencían las propuestas. A ellos le gustó como es e inmediatamente comenzamos a pensar cómo sería la publicación de un libro así. Me parece importante además que sea una editorial de una provincia amiga, es un modo de descentralizar, y apoyar proyectos editoriales que están súper buenos.
¿Cómo nace tu sello editorial El Ojo del Mármol?
Con la inquietud de hacer circular los textos de poetas que leía desde sus blogs, con los que intercambiábamos lecturas y nos comentábamos las publicaciones en las redes. Me preguntaba cómo aún mis amigos o compañeros de estudio no sabían de la existencia de esos poetas.
¿Cuáles son los libros que van a publicar este año?
El primer libro que publicamos fue “Martes verde”, que es una co-edición de varias editoriales que participamos de la colectiva #poetasporelderechoalabortolegal. En los próximos meses, saldrán dos libros más de nuestra colección de notas y ensayos de autor de Paula Jiménez España y Rodolfo Edwards. En poesía, sumamos títulos de Juan Fernando García, Tamara Domenech, Mauro Quesada, Lorena Curruhinca, Roxana Molinelli, Alejandra Méndez Bujonok y una reedición del primer libro de Gustavo Yuste, entre otros.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
En una novela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario