La escritora Sol Alcaraz habló con Entre Vidas de su poemario Cuaresma, publicado por Halley Ediciones y contó que tiene otros dos libros de poesía ya terminados y listos para encontrar editorial.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Suele ser bastante espontáneo y fluido- la pregunta me hace imaginar algo satánico y es genial. Soy muy mala siguiendo organigramas, las agendas las compro de a miles pero por bonitas, así que como no me sale esto de las estructuras, dejo que acontezca cuando quiera. Sólo sucede. Estás pensado en cualquier cosa, estás en la cama, en el baño, tomando el té con bollo, etc., etc. y simplemente aparece, como si alguien te dictara. No tengo cuaderno ni lapicera de cábala. No sé en qué momento aprendí que también tenía que liberarme de esas cosas para hacer que la poesía sea un poquito más reveladora. Importante a destacar es que siempre que estoy estudiando aparece la inspiración y los poemas salen solos. El placer de escribir y las pocas ganas de estudiar se enfrentan.
¿Con qué frecuencia escribís?
Ahí viene mi deseo frustrado. Quisiera escribir día y noche pero eso es casi imposible, este sistema nos tiene muy alienados/as. Creo que podría sentarme a escribir sin parar. Pero bueno, lo hago cuando surge, no me fuerzo, cuando es el momento, cuando sé que necesito exorcizarme y dejarlo en el papel. Sería como una terapia de jugar con las palabras para ir reencontrado y rearmando mi subjetividad. A veces pasan semanas y meses. A veces cuando pasa eso ya me asusto, no entiendo por qué no estoy escribiendo. Hasta que sólo me siento, miro a alguien, recuerdo algo, entiendo alguna cosa que me traía descolocada, simplemente me cuestiono otras, o- esta es la más recurrente- estoy sufriendo mucho y me dan ganas de llorar como loca con lápiz-papel, celular o lo que sea que me deje escribir.
¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
No recuerdo. Creo que fue así de la nada. Solo sé que de más chica me gustaban los libros y de adolescente me gustaban los libros de poemas, específicamente. Así que después ya quise escribir los míos: poemas muy feos y cursis- quién dice que no los sigo haciendo-; tengo miles de cuadernillos llenos de poemas para mis novios imaginarios. La poesía que me gustaba siempre me hacia sufrir. Creo que fue porque en 4to grado leí una antología literaria para niños/as en la que habían poemas muy tristes de Neruda, Pizarnik, Storni y Bécquer. La cosa es que me acostumbré a que tenía que sufrir para sentir que lo estaba haciendo bien. Hasta que un día un poco más despojada encontré expresiones eróticas y sensuales que empezaron a acomodarme la mente y el cuerpo. Descubrí un tesoro ese día. Cuando transmitís las palabras que necesitas, se te alinean los planetas del cuerpo.
¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Cuaresma?
Porque justo estábamos en cuaresma. Lo más importante para decir es que era un tiempo en el estaba liberándome de ciertas ataduras – justo en esos meses cuaresmales del año- y me pareció tremenda la liberación que me estaba aconteciendo: demás de contraria a la de Jesús, pero hermosamente purificadora. Una ironía preciosa quedó. Luego de pensar en aquellos momentos descubrí que lo único que pacifica es el deseo satisfecho. El libro terminó siendo una cuaresma con penitencias de placer y goce. Se da vuelta todo, se renueva. No hay un hombre viviéndola, en contraposición, es una mujer y hace todo al revés. Una mujer que reniega, que está cansada, que quiere coger mucho, que sólo piensa en escribir, que entiende sus circunstancias de una forma más profunda. Ahora lo que parecía malo ya no es tan así. Ahora el juego es la palabra descubierta y encubierta, con la que puede hacer lo que quiera. Creo que Cuaresma es sobre los deseos de las mujeres, sobre cómo nos encierran en una anorgasmia eterna. No podemos encontrarnos en nosotras mismas, estamos desordenadas, todas desequilibradas desde nuestro esquema. Nos tienen apretadas sin dejarnos respirar. Por eso, para mí Cuaresma es una penitencia de sexo celestial pleno, donde nos vamos reencontrando en cada caricia, toque y verso.
Algo más de forma es que son cuarenta poemas. Todo bien planeado.
¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Los poemas fueron una recopilación de escritos del 2014 y 2015. Terminé de escribirlo para fines de la cuaresma, obvio, quería ser bien alusiva. En ese año, el 2015, me senté a armarlo, escribí la mayoría y acabé. Como en un rompecabezas iba armando y desarmando las piezas. Era muy peque escribiendo, aun no podía corregirme yo sola. Pero me fue guiando y orientando mi amigo queridísimo Eze Villarroel, un poeta – el mejor poeta- de San Salvador de Jujuy, que corregía y me encaminaba de la mejor manera.
Cuaresma tiene poemas breves pero potentes. Creo que armar uno que diga poco o mucho no es relativo al tiempo. Los silencios también son pensados y construidos, por ende cuestan el doble. Así que fue un trabajo intenso, de sentarme a mirarle y darle vuelta hasta que lograba ocultar en cada poema lo que quería.
¿Cuál es tu poema preferido del libro?
Ese que dice sufro esta patología/ que no me deja llegar/ al final de ningún libro./ me la paso en cuarentena,/ escribiéndote poemas/ para no leer.
Es que dice todo lo que hace al alma del libro, lo condensa. Porque la escritura es la liberación, es poder despegarse de todo lo que no se pudo antes, esos libros sin final. Además hay una enfermedad que es la del deseo reprimido, la del no decir, la del no sentir placer; que a su vez se confunde con otra enfermedad: la de escribir. Me gusta porque confunde. Ya no sabes si la cuaresma es lo que te hace mal o lo que te redime, no sabes si leer o si escribir. Pero al fin de cuentas, la escritura es el único escape.
¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Halley Ediciones?
Todo empezó por la conexión de mi profe de la Facultad, Santi Jorge, que es amigo de Mariana Kruk de Halley. Él fue nuestro enlace hasta que empezamos a acercarnos ambas. Corrigió el año pasado (2017) el segundo libro que armé. Una experiencia preciosa trabajar con Mari, es delicada, organizada, paciente y respetuosa de la escritura, le agradezco con la vida todo. Además de una escritora brutal. Una profesional y un ser hermoso. En fin, este año firmé contrato y empezamos a trabajar hasta que se pudo concretar y salió. Aun no lo creo.
¿Qué podés contar de la presentación que fue el 29 de septiembre en la provincia de Jujuy?
La presentación se realizó en San Pedro de Jujuy, en la biblioteca donde trabajo, Biblioteca Popular “Domingo Faustino Sarmiento”; una institución de 107 años que cuidamos con nuestra vida. Quería que fuera algo muy intenso y que pueda hacerle bien a todas las personas que quiero y que iban a concurrir: invité a que presenten Cuaresma a dos personalidades que admiro por su capacidad de lectura, análisis y criticidad, la Dra. Alejandra Nallim y el periodista Juan Moreno. Manifestaron inferencias sobre el libro que me dejaron muy sonrojada. Para la parte de la lectura en vivo y musical le pedí a mi novio Seba Matthews- es músico- que pueda hacer un poco de ruido mientras yo leía, y a mi hermana Natalia Alcaraz que tiene una voz divina que me cante unas canciones. Eso fue lo proyectado y salió esplendido. Lo demás fueron abrazos y emociones por parte de todas las personas increíbles que fueron.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
De lo que duele, de lo que hace gozar, de lo que quema, arde y todo aquello que mueve nuestras pasiones humanas. De eso que nos hace humanos/as. Sobre todo de lo que nos hace mujeres a las mujeres y la necesidad de derrotar el corsé de imposiciones sociales que nos tiene sometidas aun. Digamos que lo erótico es para llegar a un fin. Desde ese lugar me paro para decir las cosas. Es muy divertido. Aun en nuestros tiempos poder hablar de lo más íntimo nos hace seres sumamente retraídos, por eso pienso que la poesía que intento hacer me va andamiando hacia el lugar al que quiero llegar.
¿Manejás la idea de escribir próximamente una novela o un libro de cuentos?
Soy tremendamente aburrida para la narrativa. No me van a querer leer. Tal vez algún día me sienta cómoda por esos lares. Por ahora la poesía es mi forma de entender las cosas que pasan. Me da las posibilidades que el mundo y la sociedad me fueron quitando.
¿Qué libros de poesía o autores recomendarías?
Sólo voy a nombrar algunos/as autores/as que me vuelan la cabeza: Juan Gelman, Ernesto Cardenal, Anjelamaría Dávila Malavé (es una bomba), soy muy cursi por ende Benedetti me puede; amo a las chicas de la generación Beat, amo a Mariana Kruk, y también amo a los poetas jujeños con los que crecí y me formé como Ezequiel Villarroel o Federico Leguizamón. Me encanta leer lo emergente, lo nuevo, lo local y todo eso que está fresco. Tiene un sabor renovado.
¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Mis objetivos están más centrados en el arte local en su totalidad. Además milito por y para las mujeres y las diversidades, desde ese lugar también la remamos. Como dije trabajo en esta institución, la biblioteca popular, ahí organizamos, en mi ciudad, la mayoría de las cuestiones, eventos y concentraciones artísticas (talleres, muestras plásticas, presentaciones, reuniones de escritores/as, etc.). Se fue convirtiendo en un centro cultural lleno de vida, porque los/as artistas la reconocen como su casa. La Biblioteca no está recibiendo subsidios por ciertas cuestiones del pasado, pero en eso estamos. Lo que hacemos, mientras, es apostar a la cultura y a la movida del reconocimiento por parte de la población: necesitamos que la ciudad encuentre a sus referentes en el arte y también queremos motivar a la juventud a desarrollar estas formas de expresión tan importantes para la constitución de su persona. En eso ando desde hace 3 años casi. Mi objetivo es seguir haciendo más por la cultura de esta ciudad.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Intento armar un nuevo poemario (sería el cuarto). “Cuaresma” ya se publicó, pero organizados y armaditos tengo dos libros más. Con la poesía el tiempo no sobra, trabajar en esto es orgásmico y siempre hay ganas de más. Ojalá pueda salir más adelante “Poesía del engendro”, el siguiente hermano. Eso ya lo va a acomodar el universo. Mientras, voy disfrutando a “Cuaresma” publicada, un sueño inmenso que pienso que pujé y pujamos con mucha fuerza todas las personas que queríamos se hiciera real.
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