domingo, 26 de mayo de 2019

María Eugenia Miqueo: “Escribo porque tengo una curiosidad infinita y una sola vida no me alcanza”





La escritora María Eugenia Miqueo publicó el libro Cuentos de amor y otras mentiras con Niña Pez Ediciones y habló con Entre Vidas del proceso de selección de cada relato  que son acompañados de las fotografías de Lorena Santana. Además, la autora comentó que dicha elección se debe a que ella es muy visual y necesitaba que sus textos tuvieran imágenes.




¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Cuando escribí mi libro anterior, Querida Isabela, que era una novela corta, empecé dibujando y también recortando fotos de alguna de revista o buscando imágenes en pinterest. Necesito visualizar los personajes y el contexto. También comencé así con los cuentos infantiles. Ahora, los cuentos de este libro, la mayoría surgieron de una frase y ahí entonces no hay un ritual establecido. Anoto lo que surge y lo retomo después.

¿Con qué frecuencia escribís?
Depende, la novela tuvo una frecuencia más ordenada porque tenía todo el tiempo los personajes en la cabeza. Así que, repartía mis mañanas entre la facultad (estudio profesorado en letras) y la escritura. Cuentos de amor y otras mentiras, fue más desordenado. Pero suelo dejarme un par de mañanas libres para poder escribir.

¿Cómo fue el proceso de selección de los cuentos que aparecen en tu libro Cuentos de amor y otras mentiras?
El proceso de selección fue por etapas: primero, el del gusto personal. Quería tener la tranquilidad de estar en paz con ese texto, de saber que le di todo lo que pude en ese momento. Después, el siguiente paso fue la temática del libro. La idea original era discutir algunas de las ideas enquistadas en inconsciente colectivo de nuestra sociedad occidental. Y el último filtro lo hizo la editorial y tuvo que ver con la colección a la que pertenece, la Colección empoderamiento femenino.

¿Por qué decidiste ponerle ese nombre al libro?
El título fue lo primero que se me ocurrió y a partir de allí lo usé como norte para cuestionarme cuáles eran las grandes mentiras de la sociedad, cómo por ejemplo, el amor romántico. Con amor romántico me  refiero a la idea de la pareja heterosexual, bonita y perfecta que no discute nunca ni jamás piensa en separarse o tiene fantasías sexuales fuera de su pareja.  Cada cuento es una pregunta que me hice y busqué responderme. No siempre lo logré.  La idea de que el amor, si bien es una cualidad natural del ser humano, necesita perfeccionamiento y aprendizaje.

¿Cómo surge la idea de acompañar cada historia con las fotografías de Lorena Santana?
Soy muy visual, necesito la imagen. Además, la cultura Instagram tiene algo que me fascina. La posibilidad de acompañar texto e imagen me cautivó y me encontré muchas veces queriendo imprimir algo que veía de algún otro escritor y me encantaba. Por ejemplo, la poeta española Ana Elena Pena suele subir sus poesías acompañadas de imágenes que ella misma elabora y son preciosas. Siempre quiero imprimirlas. Además de ser fotógrafa, Lorena, es una de mis mejores amigas y sabía que nos íbamos a entender muy bien trabajando juntas. Texto y fotografía están en diálogo constante y me parecía que era mejor trabajar con alguien que me conociera muy bien.



Lorena Santana


¿Cuál es tu cuento preferido del libro y cuál el que destacan los lectores?
Mi cuento preferido del libro es Bodas de diamante. En cuanto a la preferencia del público, si bien el libro acaba de salir, me han comentado mucho este mismo, Ana Molina de Souza y Yo también.

¿Cómo surgió la posibilidad de publicar el libro con la Niña Pez Ediciones?
Estaba en la playa tomando mate mientras mi marido y mi hijo jugaban al fútbol. Y como tenía un rato para mí, empecé a mandar mails a algunas editoriales. Mariana Kruk, editora de Halley y correctora en Niña Pez, me habló de la editorial y enseguida me puse en contacto con Jessica.

¿De qué temas te gustaría escribir en un futuro?
Los vínculos es un tema que siempre me interesa explorar y me gusta el desafío de encontrar formas distintas de contar para no repetirme. Creo que escribo porque tengo una curiosidad infinita y una sola vida no me alcanza, por lo tanto, me entusiasma escribir cosas diferentes una de otras porque es como vivir varias vidas simultáneamente.

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
En todo lo que hago siempre quiero ir creciendo y avanzando pero no tengo una idea definida de cómo debiera ser ese crecimiento.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Todavía no, tengo un par de bocetos hechos pero aún no me despegué de este libro lo suficiente como para sentarme a escribir otro.



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domingo, 19 de mayo de 2019

Fabián García: “Me gusta que lo raro y lo maravilloso estén enquistados en lo cotidiano”





El escritor Fabián García habló con Entre Vidas de su libro de cuentos La lengua de los Geckos publicado por la editorial Muerde Muertos y contó que Guillermo Martínez en su taller le enseñó a distanciarse de lo que escribe, a leerlo como si fuera de otro. Además, el autor señaló que está escribiendo una nouvelle en la que trata de reírse de las creencias absurdas de los seguidores de la llamada “nueva espiritualidad”.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Me preparo un café antes de empezar, y busco rodearme  del mayor silencio  posible. Me obligo también a un tiempo mínimo de escritura, porque no me sirve escribir de a ratitos. No llegó a concentrarme, a entrar en la historia.

¿Con qué frecuencia escribís?
Trato de escribir todos los días. Esa es  mi intención, aunque  por supuesto no siempre me resulta posible hacerlo. Hay que hacer muchas otras cosas menos interesantes.

¿Cómo fue el proceso de selección de los diez cuentos que aparecen en tu libro La lengua de los Geckos?
El primer cuento del libro que escribí fue “La flor lejana”. Me gustó, y  quise seguir sobre la senda de personajes solitarios, raros, y la referencia a animales y plantas. Me gustó explorar eso, por lo que a la mayoría de los cuentos los escribí a sabiendas de que iba a agruparlos después. Después, a la hora de editar, hubo una poda. Elegí diez y pensé bastante  el orden en que iba a ponerlos. Le encuentro un sentido a la selección y el orden que no sé si es transferible, comunicable….tiene que ver con  imágenes y sensaciones que surgieron mientras los escribía. Espero que los lectores encuentren al conjunto armónico también.

¿Por qué decidiste ponerle ese nombre al libro?
En general no me convencen los títulos que se me ocurren para mis cuentos, la creatividad se me retoba ahí. Con frecuencia los dejo sin título…. Este me lo sugirió José María Marcos, el editor de Muerde Muertos, y me pareció excelente como título general también, porque es un cuento muy representativo de lo que hay en el resto del libro.

¿De qué temas se nutre tu escritura?
En general en todo lo que me causa extrañeza, lo que resulta inquietante por lo oscuro o confuso. Me gusta que lo raro y lo maravilloso estén enquistados en lo cotidiano, en lo banal, y no brillen demasiado a simple vista. Tiene más gracia descubrirlos así.

¿Cuál es tu cuento preferido del libro y cuál el que destacan los lectores?
Me gustan todos, pero mi preferido es, justamente, La lengua de los geckos. Los que leyeron hasta ahora el libro mencionaron bastante a El pliegue iterativo  y a El Lápiz. Es curioso, porque deben ser los dos cuentos más distintos entre sí dentro del libro.

¿Cómo surgió la posibilidad de editar el libro con editorial Muerde Muertos?
Yo ya conocía la editorial Muerde Muertos, había leído algunos de sus libros, y sabía que tienen un catálogo afín a lo que escribo. Cuando en una de las clases con Guillermo Martínez me enteré de que conocía a José María Marcos, no lo dude y le pedí que  me contactara con él. Salió como esperaba: a él le gustaron los cuentos, a mí su forma de encarar el proyecto, y llegamos al libro.

Fuiste al taller de Guillermo Martínez que además escribió la contratapa. ¿Cómo fue la experiencia de trabajar los textos con él? ¿Qué sugerencias te hizo?
Asistí a varios talleres a través de los años, pero el de Guillermo fue, de lejos, el mejor de todos. Sus sugerencias y correcciones son minuciosas, precisas….se le nota lo matemático, a él no vas a escucharle vaguedades ni frases hechas. Me enseñó a distanciarme de lo que escribo, a leerlo como si fuera de otro, al menos por un rato.

¿Con qué se va a encontrar el que lea el libro?
Lo que me encanta es que, en rigor, no sé qué es lo que se van a encontrar: nadie percibe exactamente lo mismo en un texto. Son diez cuentos extraños, que forman un conjunto enrarecido y melancólico. Abundan los monstruos, pero esos monstruos no son necesariamente sobrenaturales ni inspiran miedo. A veces dan pena o tienen apariencia ordinaria.

¿De qué tema todavía no escribiste y te gustaría hacerlo en un futuro?
Me fascina la literatura distópica. Es una de las formas más interesantes y fructíferas de pensar el presente. Sin embargo, hasta ahora escribí solamente un relato (que no está en el libro) con esas características. Es cierto  que es un género que se lleva mejor con la novela, y se dificulta introducirlo, comprimirlo dentro de un cuento.

¿Qué libros o autores recomendarías?
Me vienen montones de nombres a la cabeza, pero elijo recomendar a un autor excelente y poco conocido: MR James. Fue un anticuario inglés que tuvo a la escritura como un pasatiempo, pero dejó varias de los mejores cuentos de fantasmas que leí en mi vida.  También a Saki, un maestro del humor escabroso, inglés también. Y ya que andamos por esa época (fines del siglo 19, principios del 20), menciono a autores de nuestro país que escribieron excelentes relatos fantásticos,  lamentablemente muy poco difundidos: Eduardo Holmberg, Victor J Guillot y Raimunda Torres y Quiroga.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Escribo una nouvelle en la que trato de reírme un poco de las creencias absurdas de los seguidores de la llamada “nueva espiritualidad”. A mí el dogmatismo y las certezas inconmovibles me fascinan y aterran a la vez, en especial porque no dejan de aumentar hoy por hoy. Creo que si escribo sobre el tema lo hago a manera de conjuro.




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miércoles, 8 de mayo de 2019

Laura Saks: “Me gustaría escribir una novela histórica”



La escritora Laura Saks habló con Entre Vidas acerca de su novela Experimento feminista en plena metamorfosis publicada por Azul Francia Editorial y comentó que en un futuro le gustaría escribir una novela histórica.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Lo que se dice ritual, creo que ninguno, pero sí me pasa que para escribir necesito (prefiero) estar sola en mi casa y sin música de fondo. 

¿Con qué frecuencia escribís?
En general, una vez por semana. Al participar del taller de Diego Paszkowski, donde la idea es llevar y/o enviar por mail tres carillas semanales, me acostumbré no sólo a escribir una vez por semana sino a escribir tres carillas por vez.

¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
Creo que fueron varias personas y factores. Por un lado, la escuela primaria a la que fui (Mundo Nuevo, donde trabajo actualmente) tiene un proyecto hermoso llamado “Terraza de Lectores”, en el que incentiva a los chicos y chicas no sólo a leer sino a disfrutar de la literatura y a compartirla con los compañeros y compañeras de clase. Por otro lado, tanto mi mamá y mi papá como mi hermano siempre han sido grandes lectores, lo que, a lo largo de mi infancia, sin duda tuvo un efecto en mí.

¿Cuál fue la imagen disparadora que da inicio a la historia de tu novela Experimento feminista en plena metamorfosis?
Te soy sincera: no hubo tal imagen. Empecé a escribir esta historia en el 2012 en el taller de Diego Paszkowski, en medio de lo que él suele denominar “búsqueda de un tono”, así que, como en la vida misma, lo que terminó por ser esta novela empezó ni más ni menos que como un ejercicio de estilo, una prueba piloto, una buena mezcla entre trabajo y azar.

¿Con qué se va a encontrar la persona que lea el libro?
Creo que va a encontrarse con una novela donde, de algún modo, confluye lo local con lo universal, ya que Lisa, joven empleada en un local de ropa de la calle Aguirre y protagonista del relato, comparte un excitante tramo de su vida en el que, con una ironía y un humor característicos, cuestiona todo lo que desde su punto de vista implica vivir inmersos en (y en contra de) una sociedad “capitalista, machista y heteropatriarcal”. Quien lea la novela va a encontrarse con una persona irreverente, que suele apelar a lecturas previas y autores y autoras admirados, que mezcla en forma cotidiana el castellano y el inglés, que confía en el trabajo psicoanalítico y que, como muchos y muchas de nosotros, mantiene un equilibrio inestable, si se me permite la expresión, entre la seguridad y la inseguridad en los propios recursos.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Azul Francia Editorial
Fue una seguidilla de buena onda: primero un compañero del taller literario me dio la idea de preguntarle a Diego Paszkowski acerca de alguna editorial independiente que pudiera interesarse en publicar esta novela, y luego Diego me pasó el contacto de la editora de Azul Francia Editorial.

¿De qué temas se nutre tu escritura? 
No sé si hay temas en particular pero creo que lo central, la superestructura, por así decirlo, de mi escritura, es la relación entre la vida cotidiana de los personajes y las preguntas y reflexiones que ellos mismos se hacen a lo largo del relato. Creo que es un modo de construir una relación (a veces tensa, otras ambigua, quizás polémica) entre lo que les ocurre a los personajes y los procesos y las luchas sociales en general. 

¿De qué tema que todavía no hayas escrito te gustaría hacerlo próximamente?
Me gustaría escribir una novela histórica. Dado que la literatura y la historia son dos cuestiones que me apasionan, creo que sería interesante trabajar en un proyecto así.

¿Qué libros o autores recomendarías? 
La pregunta del millón. Desde ya que no agota la lista, pero entre otros y otras, recomendaría a Abelardo Castillo, Adolfo Bioy Casares, Aldous Huxley (Un Mundo Feliz), Antonio Tabucchi (Sostiene Pereira), Daniel Pennac (la saga malausseniana), Diego Paszkowski, Franz Kafka, George Orwell (1984), Herman Melville (Bartleby, el escribiente), Humberto Costantini (De Dioses, Hombrecitos y Policías), John Kennedy Toole (La Conjura de los Necios), Juan José Saer, Jorge Luis Borges, Julio Cortázar, Manuel Puig, Osvaldo Soriano (Triste, Solitario y Final), Paul Auster, Ray Bradbury, Raymond Carver, Roberto Arlt, Theodore Sturgeon (Más que Humano), Oscar Wilde, Amelie Nothomb (Estupor y Temblores), Liliana Bodoc, María Elena Walsh, Hebe Uhart y Gabriela Cabezón Cámara. 

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Publicar novelas que valgan la pena, conocer autores y autoras con quienes compartir vínculos de trabajo y, por qué no, de amistad y contribuir al crecimiento de las editoriales independientes.

¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy escribiendo mi segunda novela, mi primera incursión en la ciencia ficción. Si bien tiene una prosa similar a Experimento Feminista en Plena Metamorfosis (en cuanto al tono, a los recursos de estilo y al humor ácido), la historia es bien diferente, no sólo porque el protagonista es varón sino también porque lejos de tener lugar en los outlets de la calle Aguirre, el relato está situado en una empresa dedicada a la clonación.



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