jueves, 26 de noviembre de 2020

Roberto Montaña: “Se trata de relatos que intentan narrar el dolor desde otro lugar”


El escritor Roberto Montaña habló con Entre Vidas acerca de su libro de relatos Un regalo de Papá Noel, publicado por Ediciones Desde la Gente.


¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?

No sé si llamarlo ritual, pero escribo en bares, lugares públicos, necesito del ruido ambiental, tintineo de cubiertos, tazas que entrechocan, voces indistintas. Debe ser porque tuve que acostumbrarme a escribir robándole tiempo a otras actividades.

¿Con qué frecuencia escribís?

Desde hace unos cuántos años escribo todos los días, aunque sea una línea. Por lo general, logro mantener la concentración un par de horas, a veces más, si no puedo dejar la corrección. Suelo corregir mucho. Es lo que más disfruto. Casi diría que escribo para tener algo que corregir.


¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?

No diría que mi relación con la literatura comenzó siendo de amor, más bien fue un matrimonio por conveniencia.  Me pasó como con la filosofía: leer me daba la falsa certeza de que podía ser alguien distinto a ese obrero que se cagaba de frío picando paredes en edificios en construcción. Y para cuando me di cuenta de que estaba equivocado, ya era tarde. De todos modos, la palabra que hoy mejor explicaría mi relación con la literatura es pasión. Tiene un componente mucho más irracional e inexplicable que creo está en el corazón de este oficio.

¿Por qué decidiste que tu libro de relatos se llamara Un regalo de Papá Noel?

En realidad lo decidió el editor, Javier Marín, y yo estuve de acuerdo. Creo que ese cuento resume un poco el espíritu que atraviesa todo el libro. 

¿Cómo fue el proceso de selección de los cuentos que aparecen en el libro?

Se trata de relatos que intentan narrar el dolor desde otro lugar, con humor, con cierta ironía, sin golpes bajos y siempre con la irrupción de algo que cambia a los personajes, sin caer en moralinas y, sobre todo, sin reivindicar el sufrimiento como maestro de vida, sino como una realidad que no tenemos más remedio que enfrentar para poder seguir adelante.

¿Cuál es tu cuento preferido del libro?

El que termina el libro, Tutti quedó hippie, es el más personal de todos.


¿Qué diferencias hay entre este libro con el anterior de cuentos Los otros hijos, publicado en 2016 por Zona Borde?

Los otros hijos es un libro oscuro, producto, en gran parte, de los miedos de padre primerizo, esas fobias que nacen de las noches de insomnio o los viajes intempestivos a la guardia del hospital. Miedos de no estar a la altura de las circunstancias, de no poder cuidar esa vida que tenemos a cargo y depende tanto de nosotros.  Un regalo de Papá Noel, en cambio, intenta ponerle voz a la angustia de otra faceta de la paternidad: qué va a ser de ellos cuando no estemos más. 

¿De qué temas se nutre tu escritura? 

Los cuentos de Un regalo de Papa Noel, surgen de frases o situaciones reales, a veces cómicas y otras no tanto, que luego siguen el camino de la ficción. Por eso cada cuento está dedicado a alguien en particular que fue quien me dio ese punto de partida.

¿Cómo surge la posibilidad de publicar el libro con Ediciones Desde la Gente?

Cuando se cumplieron 25 años de Ediciones Desde la Gente, se organizó un concurso en el que resultó premiado un cuento mío y desde entonces me invitaron a participar en varias antologías. Pero no fue hasta conocer a Javier Marín que tuve la posibilidad de publicar un libro propio y se lo agradezco. Se trata de una editorial que llega a muchos suscriptores a lo largo y a lo ancho de todo el país y te da la oportunidad de ser leído por gente diversa. Y creo que para un autor es lo mejor que te puede pasar.  

¿Qué libros o autores recomendarías? 

Con mis gustos soy más bien ecléctico para no decir caótico: Viaje al fin de la noche, de Celine, El mundo según Garp, de Irving, Memorias de Adriano, de Yourcenar. Los cuentos de O.Henry, los relatos de Clarice Linspector los alucinados mundos de Cordawainer Smith. Por estos lares, Zama, de Di Benedetto, El astillero, de Onetti, y Borges, siempre Borges. Hay un par de primeros libros de relatos de autores contemporáneos que me parecen dos gemas: Aquello era el cielo, de Viviana Bernardó, y El Pabellón de los Animales Domésticos, de Héctor Prahim.

¿Qué podés adelantar de la presentación?

La va a hacer Javier, el editor, que además escribió la contratapa, en la que dijo sobre Un Regalo de Papá Noel algo que me conmovió: es uno de esos libros que se leen de corrido y que, cuando se cierran, nos quedamos abrazando. Espero estar a la altura de las circunstancias.

¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?

Estoy terminando la tercera novela sobre la historia de Beto, un adolescente que está obsesionado con debutar sexualmente y Princesa, una guerrillera acorralada por un pasado tenebroso. La primera fue Washington, que fue premiada en el FNA y publicó Simurg, la segunda es El juego de las tazas, aún inédita, y la actual que no tiene título, aunque confío en que aparecerá en cualquier momento.


 

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