jueves, 27 de diciembre de 2018

Natalia Amendolaro: “Hay imágenes increíbles en las cosas más insignificantes”





La escritora Natalia Amendolaro hablo con Entre Vidas acerca de su libro de cuentos Resultó que éramos libres publicado con la editorial Dunken y contó que el nombre surgió una noche cuando al despertarse  se le apareció esa frase en la cabeza.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
La verdad es que escribo casi en cualquier lugar (casa, subte, momento tranquilo en el trabajo, una esquina) así que muchos rituales no tengo. Siempre tengo papel y lapicera en la cartera. Me ha pasado de estar con una idea rondando y tener que anotarla con urgencia por miedo a olvidarla y encontrarme escribiendo mientras camino por los túneles de las combinaciones de subte. Si me quedo sin papel escribo en las hojas blancas de los libros que estoy leyendo o en servilletas de bares que después guardo de recuerdo. A veces, cuando me cuesta encontrar un cierre para un cuento o una idea, largo todo y me pongo a hacer yoga. De alguna manera algo se afloja y deja fluir lo que necesito.

¿Con qué frecuencia escribís?
Trato de escribir todos los días. Aunque sean enunciados o diálogos sueltos. Por eso la manía de tener anotadores siempre. Cuando tengo un cuento más o menos formado entre esa acumulación de ideas me siento a escribirlo, casi siempre a la noche. Es el mejor momento del día para mí.

¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
Sinceramente, soy la única de mi familia que lee sin obligación. En el colegio nos mandaban a leer un libro como tarea en las vacaciones de invierno. Lo fui adoptando como hábito. A medida que crecía lo iba expandiendo. Me acuerdo de haber pedido que me compraran un libro de Borges, yo tendría 10…11 años. “Historia de la eternidad”. Es un libro de ensayos. Claro que en ese momento no entendí ni una palabra, y ahora más o menos jaja Muchas veces los pedía enamorada de las tapas. Y un libro te lleva a otro. Es como dice Sylvia Iparraguirre, uno se crea una vida invisible. A mí los libros me salvaron la vida, varias veces. Y por eso les estoy eternamente agradecida.

¿Por qué decidiste que tu libro de cuentos se llamara Resultó que éramos libres?
Pasé por muchos títulos. Había pensado nombrarlo como alguno de los cuentos. Ninguno me convencía. Una noche, de madrugada, había estado durmiendo muy mal, esas noches en las que uno no para de soñar cosas, me desperté con esa frase en la cabeza. No recuerdo si aludía al sueño que estaba teniendo, pero era una idea muy fuerte. La dejé flotar un tiempo hasta que un día, releyendo los cuentos, me di cuenta que la frase aplicaba a todos mis personajes. En definitiva, en la ciudad, todos buscamos la forma de ser libres.

¿Cómo fue el proceso de selección de los cuentos que aparecen en el libro?
Durante éste año me pasó que empecé a ver cosas en la ciudad que antes me pasaban por al lado. Siempre fui una observadora muy atenta, pero en este último tiempo la cuestión de la falta de empatía y la velocidad se me hicieron mucho más evidentes. Me generaban (generan) una sensación de angustia, de soledad muy fuerte. Quise entonces agrupar los cuentos que de alguna forma transmitieran esas sensaciones. Me encontré con que venía escribiendo sobre esto antes de notarlo. La decisión fue puramente subjetiva y quedaron varios afuera por cuestiones de seguir una línea de ideas. Con éste libro quiero comunicar, desde la ficción, lo que vemos todos los días en la calle. Esa sensación de estar tan juntos, pero tan solos.

¿Cuál es tu cuento preferido del libro y cuál es el que destacan los lectores?
Ya son varios los que me comentan que les gustó mucho el cuento “Parálisis de sueño”. Es prácticamente una conversación entre dos personas en un bar, pero está tan lleno de imágenes que es fácil recrearlo. Estimo que por eso el agrado general. Sin embargo, mi preferido es “Bajo la Santa Rita”. Es una historia de amor. Viene de un recuerdo mío de la infancia. Un personaje que me cruce apenas dos o tres veces y desde ahí le invente una vida. En “Resultó que éramos libres” siempre hay alguien buscando amor.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con la editorial Dunken
A principio de año mande un cuento a un concurso que oficiaban para una antología. A partir de haber sido seleccionado y de formar parte de ese compilado surgió el ofrecimiento. En ese momento no había pensado en publicar nada propio, pero tenía esta idea de cuentos agrupados por esas sensaciones tan viscerales y me pareció que podía ser un lindo compendio. Siempre estoy queriendo comunicar un mensaje que para mí es muy importante. Tanto en mis redes como en el blog que escribo cada domingo y en mis textos. Esa idea de proyectar el amor más allá de las formas. En criollo: “dejar de ser tan mierda y abrir un poco los ojos”.

¿De qué temas se nutre tu escritura? 
De absolutamente todo lo que me rodea. La gente sobre todo. Soy una gran observadora. Presto mucha atención a las personas en la vida diaria. Lo que dicen, como lo dicen, los gestos. Hay imágenes increíbles en las cosas más insignificantes. Me gusta mucho viajar, por ejemplo, tomarme un tren a no-importa-donde y unir paisajes con personas. Salir a caminar me activa la imaginación reflexiva. También miro muchas películas pero sobre todo leo toneladas de libros. Es verdad que si uno no lee es muy difícil que pueda escribir. Leo casi 4 libros al mes. Y si bien tengo favoritos, trato de leer todo lo que me recomiendan. Siempre me llevo sorpresas.

¿Qué temas de los que todavía no escribiste te gustaría hacerlo en un futuro?
Uf!, me intrigan mucho las obsesiones. Las manías. Las conductas humanas llevadas a extremos me generan mucha curiosidad. Pero no extremos inverosímiles. Los puntos límites de la cordura digamos. Puntos de fuga.

¿Qué libros o autores recomendarías leer? 
Mi escritor favorito fue y siempre será Ricardo Piglia. En la literatura soy muy autodidacta y tanto sus novelas como sus libros de ensayo me dieron cátedra mucho tiempo. Después tengo varios segundos puestos. Los cuentos de Cortázar y de Abelardo Castillo. Los cuentos de Walsh. La generación maldita y toda la segunda mitad del siglo xx es fantástica.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
“Resultó que éramos libres” acaba de salir así que estoy metida con eso, ayudando a que crezca y poder llegar a más gente. Como te dije antes, más allá de un libro es un mensaje. Por otro lado tengo varios cuentos en proceso de corrección. Vamos a ver que sale de ellos.



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lunes, 24 de diciembre de 2018

Jesús Iribarren: “Sin temor a equivocarme, quién se aferra a la fe, lleva mejor la existencia”




El escritor Jesús Iribarren habló con Entre Vidas de su libro de poesía Pasó el reviente publicado por la editorial Ojo del Mármol y adelantó que trabaja en la corrección de nuevos poemas.





PH Marcelo Pedro

¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No soy de tener rituales, porque generalmente cuando empiezan a incubar las ideas es en lugares incomodos, saco mi libretita y anoto ideas sueltas, después en casa preparo el mate y, cada treinta minutos salgo a fumar un cigarrillo.

¿Con qué frecuencia escribís?
Trato de hacerlo todos los días, pero hace unos cuantos meses desordené la rutina y escribo cuando una idea que viene madurando vale la pena llevarla al papel. Soy muy obsesivo con la corrección y le dedico mucho tiempo, inclusive meses. Ahora estoy corrigiendo poemas que creo que nunca van a tener el tono que me gustaría, por eso borro y vuelvo a agregar, en una escritura inconformista que tiene vocación de infinita.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Mi abuela escribía poemitas, pintaba cuadros y tocaba el piano, yo pasaba largas horas en su casa que estaba pegada a la mía, y creo que ahí está el germen. Mi vieja también me enseñó el valor de la poesía cuando me hacía escuchar música. Creo que en la adultez, aprendí a leer en profundidad esas señales que me dejaron como miguitas de pan en la infancia.

¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Pasó el reviente?
Nació así, porque desde antes de pasarlo al Word, sabía que era una contracara de mi libro anterior Vergüenza, en el cual estaba presente cierta carga emocional donde las drogas, el alcohol, las pastillas, el descontento y esa voz áspera, tosca y desilusionada, predomina a lo largo del libro; ya en el segundo había una idea del post reviente, donde la contemplación de los males y el fracaso cotidiano toman vuelo. Es también un libro intenso, pero sin dudas, hay una madurez del narrador y sus circunstancias.

¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Como siempre me ocurre, los fui descartando a medida que el libro se armaba, porque desde el primer poema hasta el último hay un orden y cierto hilo conductor que no me gusta revelar, porque cada lector debe interpretar lo que tenga ganas; es un garrón cuando alguien te explica de antemano un libro o un tema. Mejor, libertad.

¿Cuál es tu poema preferido del libro y cuál es el que destacan los lectores?
Como todo padre, no puedo optar. Te dejo el que mejores devoluciones tuvo de los lectores:

Olavarría, 5.30 am.
Salgo a la calle medio empedo a fumar un pucho,
las luces del parque de enfrente
se reflejan en el pasto mojado
por el rocío.
Dos autos estacionados afuera.
Un silencio matador
que se corta con el compresor de la estación de servicio
y un remis que pasa con las luces altas.
Como una trompada se me viene a la mente
la noche que fuimos a ver al Indio.
Pogueamos como locos y tomamos cerveza a morir;
fue una noche excelente y vos así despeinada
estabas mortal.

Apago el pucho con la suela de la zapatilla,
cierro la puerta —dos vueltas con llave—
y se acabó.

¿De qué temas se nutre tu escritura?
 Mis temas van desde la realidad cotidiana, hasta los libros que, con mucha pasión leo.  Hay temas que siempre son recurrentes y están en la desilusión de la vida y la humanidad.

¿Qué temas de los que todavía no escribiste te gustaría hacerlo en un futuro?
Sobre mi infancia en Pringles (que de a poco voy soltando algunos poemitas); el amor y la desilusión o su agotamiento; la muerte como fantasma que siempre está presente; la fe que es algo tan amplio más allá del culto que cada quien profese, y en mi caso es más complejo porque no creo en nada. Sin temor a equivocarme, quien se aferra a la fe, lleva mejor la existencia.

¿Qué libros o autores recomendarías leer?
Soy bastante ecléctico en mis lecturas. Te respondo por fanatismo: “La broma infinita”, de David Foster Wallace, con sus trescientas ochenta y ocho notas al pie y mil doscientas y pico de páginas; “2666”, de Roberto Bolaño; la poesía reunida de Fogwill; “El arte de narrar”, de Juan José Saer; Onetti, todo; la poesía de Vicente Luy; Héctor Viel Temperley; Anne Carson; Roger Wolfe; karmelo Iribarren; Leonard Cohen; Alejandra Pizarnik; Nicanor Parra; Charles Simic; Michell Houllebeqc. Y por último, me sorprendieron las novelas “Movimiento único” de Diego Gándara y “Como si existiese el perdón”, de Mariana Travacio.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Ojo del Mármol
Le mandé un mail a Valeria De Vitto preguntándole si podía pasarle un manuscrito, y ella con la mejor onda y su amoroso trato me dijo que sí.

¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?
Ordenando el caos. Estoy pelando ramitas de un arbolito que apenas asoma. Hay muchos poemas sueltos que necesitan irse para siempre, y otras reescrituras.
Hice un taller de novela con Carlos Chernov, y mis fallidos intentos han quedado por la mitad. Tengo el síndrome de la página 80. No paso de ahí. Me frustro fácil.



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domingo, 23 de diciembre de 2018

Jessica Boianover: “Estamos tomando consciencia de nuestros derechos y de lo que no estamos dispuestas a tolerar más”





La escritora Jessica Boainover habló con Entre Vidas acerca de sus libros de cuentos “13 cuentos chicos para chicos chicos” y “13 relatos contra el bullying, ciberbullying y mobbing e ideas concretas para combatirlos”, ambos publicados por su editorial Niña Pez Ediciones.  Además, habló de los próximos lanzamientos de la editorial.






¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Primero tomo notas de las ideas que se me ocurren, por eso siempre llevo conmigo una libretita: en mi mesita de luz hay una y en mi mochila hay otra. Tomo notas durante varias semanas, a veces meses. Observo y escucho lo que la gente me cuenta y en algunos casos narro en mis cuentos algunas partes de sus historias de vida. El momento mismísimo de escritura ocurre por lo general por la noche, de madrugada. Así me pasó con el primer cuento que escribí: “En los bosques del Rey Mahuey”. Ese cuento surgió una noche en mi cabeza y no me pude dormir hasta que me senté y lo escribí. El único ritual que tengo hoy es escribir en la cama con la laptop. Me encanta estar relajada y cómoda para poder escribir con soltura.

¿Con qué frecuencia escribís?
Escribo todos los días, además de anotar ideas en las libretitas también las anoto en el celular: se me puede ocurrir una idea en el colectivo estando parada, o en la calle caminando o donde sea. En una época mantenía un blog humorístico con las cosas que me pasaban, relatos de viajes, anécdotas. Cuando me voy de viaje, compro una libretita y la lleno de anotaciones, observaciones de lo que veo, vivencio, de la naturaleza, de lo que me provoca un paisaje o una situación específica. Luego, la escritura de mis relatos ocurre cuando ya llevo mucha información e ideas en la cabeza y un día deciden salir. No tengo control en lo más mínimo. No puedo decir: “bueno, hoy escribo”, no. Surge, de forma inevitable y hasta necesaria. Siento que tengo cosas para contar y no puedo no escribirlas.

¿Cómo surge la escritura del libro 13 cuentos chicos para chicos chicos?
Surge una madrugada cuando estaba terminando de estudiar en el profesorado de Pre-Escolar. Mis alumnitos me inspiraron. El libro nació en el año 1996 durante mi residencia en sala de 5 de la Escuela N° 12 de Capital Federal. Los cuentos quedaron en la computadora, pasaron a un diskette, luego a una laptop y así estuvieron hasta el año 2017 que se transformaron en libro publicado por Peces de Ciudad. El libro tuvo una transformación en el año 2012 que fue cuando incluí la Guía de Enseñanza de los Valores de vida que deseaba transmitir con mis relatos y también en ese año agregué las preguntas sugeridas al final de cada cuento. La idea de ese agregado fue dar una herramienta a los adultos para que pudieran abrir el debate luego de leerles los cuentos a los niños y también para que los niños que saben leer, puedan reflexionar solitos.

Para el que todavía no leyó el libro, ¿con qué se va a encontrar?
Con el libro “13 cuentos chicos para chicos chicos” se van a encontrar con cuentos cortos y alguno que otro un poquito más largo con los cuales disfrutar de historias producto de mi imaginación y con contenido educativo. Se encontrarán con cuentos que dan ideas sobre cómo resolver conflictos, ser tolerantes, practicar la empatía y la solidaridad, la generosidad, el perdón, aprender qué es la diversidad y cómo respetar a quienes son diferentes (¡todos los somos!), cómo enfrentar la enfermedad de un ser querido, qué es la autoestima y la belleza interior y muchas cosas más que son importantes para mí y, creo, que para muchas personas más.

¿Qué repercusiones tuviste respecto de los lectores?
¡Las más maravillosas! Y, al mismo tiempo, me encontré con una realidad triste que dio nacimiento a mi segundo libro llamado “13 relatos contra el bullying, ciberbullying y mobbing e ideas concretas para combatirlos”. Durante este año, 2018, hice lecturas de cuentos en centros culturales y librerías y tuve la oportunidad de leer algunos de mis cuentos y reflexionar y debatir con los niños y niñas que asistieron a los encuentros. Realmente fue hermoso escuchar a los chicos y saber qué piensan de cada una de las temáticas que abordan los cuentos, la participación fue enorme y muy gratificante. También pude observar la reacción de las familias (por lo general, mujeres: mamás, tías, abuelas) y pude notar su sorpresa ante lo que decían sus hijos, sobrinos, nietos…  La realidad triste que te comentaba es que, si bien los chicos participaban de los debates, en algunos cuentos había chicos que no hablaban, pero cuando leía cuentos sobre bullying todos tenían algo que decir: todos contaban que habían sufrido o estaban sufriendo bullying: “a mí me dicen gordo”, me dijo un nene de 7 años, por ejemplo, delante de todos: de sus familias, de extraños, de otros niños…
Otra repercusión importante que tuve y sigo teniendo en mis lecturas de cuentos es que hay mamás que son docentes, directoras de jardines de infantes, de escuelas primarias que se acercan y me dicen “yo compro tu libro para trabajarlo en la escuela”. Para mí, que me digan eso, es maravilloso. Una mamá me contó que sus hijos llaman a mi libro “El libro de las preguntas”. Realmente es una experiencia muy gratificante.

¿De qué tema que todavía no escribiste tenés pensado hacerlo próximamente?
Ahora estoy en período “anotación”. Tengo ideas para 22 cuentos dirigidos a las niñas y los niños de hoy con temática antipatriarcal, antimachista. Estoy pensando en el título del libro porque definirlo como “cuentos feministas” es limitarlo. Los cuentos tocarán temas como el uso de los colores en la vestimenta, los juguetes para niños y niñas, las formas de vinculación en el amor… y no solamente del amor romántico sino del amor de las madres y los padres, los abuelos, los tíos, los adultos que rodean a los niños. Quiero contarles a los chicos que tienen derechos: que el amor no duele, que un papá o una mamá no debe pegar, que los límites en la crianza deben darse con amor, que tienen derecho a que los traten bien. Porque muchos niños no saben eso. Muchos niños no saben que no todos los papás/mamás pegan, muchos niños no saben que quien te ama no debe pegarte. Hay mucha naturalización de cosas que no están bien y pienso que sembrar esas semillas en la infancia, germinarán generando adultos más amorosos, respetuosos.

¿Cómo fue el proceso de escritura del libro de cuentos con guía de enseñanza?
Mis dos libros tienen guía de enseñanza y el tercero también la tendrá. La idea surgió luego de hacer un curso sobre Coaching. Estaba buscando algo que me ayudara más que el psicoanálisis, algo me faltaba al terminar mis sesiones de diván. Ya no me servía preguntarme el por qué de las cosas sino que necesitaba algo que fuera más allá. El curso de Coaching que hice me brindó eso que estaba buscando: aprendí a preguntarme con qué herramientas cuento yo como persona ante cada sueño o desafío o problema, con qué personas de mi entorno puedo contar, cómo puedo lograr algo, qué significan los Valores en la vida de las personas. Ese curso me permitió ver la vida de otro modo más práctico. Entonces pensé que podía volcar ese aprendizaje en mis cuentos y desde entonces, hago cuentos con preguntas y guía de Valores. Y eso es lo que aprecian mis lectores: los adultos que compran los libros o los niños que los leen (o los escuchan).

También escribiste el libro 13 relatos contra el bullying, ciberbullying y mobbing e ideas concretas para combatirlos. ¿Por qué decidiste que nuevamente el número sea 13?
Muchos me preguntan lo mismo. Estaba escribiendo el segundo libro y me pareció que no podía dar menos cuentos que el libro anterior. Fue simplemente eso.

¿Viviste alguna situación de las que contás en el libro?
Ufff… medio libro es mi vida. Me refiero al segundo libro, al de bullying. Viví bullying desde los 5 años. Hice la escuela secundaria en 4 instituciones. Viví golpes, humillaciones, desprecios, traiciones de amigas, indiferencia de los adultos, impotencia de mi mamá por no saber cómo ayudarme. Hace veinte años, cuando sufrí por bullying en la secundaria nadie sabía cómo resolverlo. “Son cosas de chicos”, decía la Directora. No había investigaciones, no había información en internet ni libros que hablaran mucho del tema y que dieran ideas prácticas para implementar, tanto para prevenir el acoso escolar como para erradicarlo una vez ya instalado en la institución educativa. Nadie sabía qué hacer. Muchos niños y adolescentes se han suicidado en el mundo por esto, yo también sentí que no quería vivir más en esa época. Fue devastador. Destruyó mi autoestima y me marcó de por vida. Erradicar el bullying llevará muchas décadas, si es que algún día logramos erradicarlo, aunque personalmente pienso que es una utopía porque eliminar el bullying implica que todos los seres humanos en la tierra dejen de ser intolerantes, irrespetuosos, violentos, agresivos, etc. Por eso, como viví todo lo que cuento en el libro, tomé este tema como mi propia batalla, mi militancia. Investigué muchísimo como para no sólo dar relatos que aborden estos temas sino también dar soluciones. Y eso es lo que ofrezco en mi segundo libro. Hay que trabajar mucho la autoestima, la autoaceptación. Hay que hacer un trabajo personal y también hay que enseñar a respetar al otro. Y eso se hace en casa, eso es tarea de los adultos: de las familias y de la comunidad educativa.

Ambos libros son sumamente didácticos. ¿Hacés presentaciones en los colegios?
Muchas gracias, es un halago lo que me decís. Sí, es la idea. Estamos trabajando con algunas mamás para hacer presentaciones en las escuelas a las que asisten sus hijos. Igualmente, muchos colegios ya tienen mis libros y usan la Guía de Enseñanza. La idea era esa: que no me necesitaran a mí, que con el libro tuvieran todo el material para disfrutar de la lectura y también generar enseñanza-aprendizaje.

 ¿Cómo nace Niña Pez Ediciones?
Niña Pez Ediciones nació este año 2018. A principio de año pensé en comenzar la editorial pero algunos comentarios desalentadores de amigos me hicieron descartar la idea. Pero luego pensé en mis cuentos y en lo que quiero enseñar: podemos lograr nuestros sueños. Entonces, pese a todo lo difícil que me decían que era, me animé. En agosto de este año comencé a aprender cómo iniciar una editorial, de la mano de la maravillosa Mariana Kruk: ella me enseñó todos los cómo, cuándo, dónde, por qué, para qué. Sabía que quería editar libros pero no solamente libros vendibles sino libros buenos, libros que tuvieran un mensaje que dejar al mundo. Por eso mi editorial selecciona obras que ayuden a nuestro lema “Libros para un mundo mejor”. Y eso encontrarán en cada libro.

¿Con qué obstáculos te encontraste al momento de armar la editorial?
Al principio fue difícil encontrar autores. De a poquito la editorial comenzó a circular en muros de Facebook, en perfiles de Instagram y Twitter, y comenzaron a llegar obras inéditas. Pero el primer obstáculo que encontré fue el que te mencioné antes: los comentarios desalentadores. La gente que te quiere, no quiere verte fracasar y desde ese lugar de amor y de cuidado, a veces siembran obstáculos en tu camino. Lo importante es confiar en uno y tener la certeza de poder lograr lo que nos proponemos. Por suerte, superé ese obstáculo recordando todo lo que enseñan mis libros. Es un ciclo redondito: comienza en mí, me atraviesa y termino enseñándome a mí misma. Es hermoso.

¿Cuáles son los próximos lanzamientos de la editorial?
La palabra “próximos” me remite a futuro pero también a pasado muy muy cercano: la editorial sacó en Noviembre una novela hermosa para todas las edades, si bien el público de “Violeta y su fábrica de juguetes”, de Leonor Vila, es infantil, yo disfruté tanto la novela que la leí de un tirón y no pude dejar el libro hasta la madrugada.
Hace una semana salió el libro “Haikus - Poesía de un mundo pequeño”, de Cecilia Vazquez Dusefante, se trata de un libro de 60 haikus sobre la maternidad, la niñez y la naturaleza y está lleno de ilustraciones para los más pequeños y para todos los que disfrutan de la poesía.
Ayer presentamos “7 Frases machistas y cómo combatirlas”, de Noelia Ale y Agata Menichini, una tesis universitaria de la carrera de Ciencias de la Comunicación, para concientizar sobre el machismo instalado no sólo en los hombres sino también en nosotras, las mujeres, y reflexiones para eliminar esas formas de pensamiento. Un día después de haberlo presentado, ya se agotó la primera tirada.
En breve saldrá el primer libro de Pedagogía Montessori (y creo que es el primer libro de Argentina, pero no puedo afirmarlo pues no estoy segura) de la editorial: se llamará “Los Logros de Ema - Primer año de vida”, de mi autoría. El libro cuenta con el asesoramiento de Lic. Lorena Otero, guía internacional Montessori, y estará plenamente ilustrado a todo color por Alicia I. Zelada. Espero que en febrero ya lo tengamos con nosotros.
También se viene “Ulisas - La vida de cada mujer es un viaje heroico”, primer libro de la Colección Empoderamiento Femenino, de Carolina Clack, una novela maravillosa que dará mucho que hablar, probablemente saldrá entre febrero y marzo.
En abril saldrá el libro “Sonicoloformas. Poemas con sonido, color y forma”, de Norma Minniti, para público infantil, y ¡tiene texto interactivo!
En abril también presentaremos en Tandil el libro “Historias Tatuadas”, de Ana Caliyuri, para público juvenil y adulto, un libro con relatos sobre los tatuajes y las marcas que deja la vida en cada persona.
Por último, en abril también, publicaremos un libro de Fábulas para toda la familia, de Liliana Manograsso (aún estamos pensando en el título). El año 2019 se viene con todo. Y estamos en convocatoria de autores todo el año, de forma ininterrumpida.

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Entrar a las casas de las familias, generar aprendizaje, entretener con buenos libros, buena literatura, sembrar el amor por los libros, el amor por la lectura y la escritura. Ayudar a los niños y niñas a que conozcan qué está bien y qué está mal, qué derechos tienen, ayudarlos a vivir una infancia libre: libre de prejuicios, libre de maltratos, de etiquetas, de violencia.

¿Qué libros de los que hayas leído últimamente recomendarías?
Bueno, por mi trabajo actual leo unos cuantos libros por semana. Los de Niña Pez Ediciones, ¡los recomiendo a todos! Digamos que eso no me da mucho margen para leer otros libros, pero mis preferidos de la vida son “Madame Bovary” gran clásico, un gran visionario Gustave Flaubert, su autor. “Ensayo sobre la ceguera” de Saramago, me parece un excelente libro sobre la naturaleza humana con el cual el lector debería hacer un trabajo de reflexión e introspección importante. Por lo general, me gustan los libros que me dejan pensando, como “Crimen y castigo” también, por ejemplo.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?

Estoy escribiendo en mi mente mi tercer libro que acompaña este cambio de paradigma que tenemos el privilegio de vivenciar: el de la muerte del machismo y el patriarcado y el florecimiento de la mujer empoderada. Estamos tomando consciencia de nuestros derechos y de lo que no estamos dispuestas a tolerar más. Quiero llegar con este mensaje a las niñas y los niños, para que ellas sepan que no está bien que nos desmerezcan, que nos den empleos con menor salario que el que les dan a los hombres por el mismo trabajo, que sepan desde pequeñas que el amor no duele; quiero llegar a los niños para que desde chiquitos sepan que no está bien maltratar a las mujeres y a nadie en general, quiero que sepan que tienen el mismo deber de cuidar a sus hijos, cambiar pañales, hacer su parte en los quehaceres del hogar. Quiero que las niñas sepan que pueden ser astronautas, bomberas, ingenieras; quiero que los niños sepan que está bien jugar con muñecos, que eso no los hace menos varones. Quiero sembrar eso y mucho más en las mentes de esta nueva generación para que sean adultos responsables, respetuosos y conscientes de sus derechos y obligaciones.




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