La escritora Victoria Mora habló con Entre Vidas acerca de su libro Rodolfo Walsh – Escribir contra la muerte publicado por Modesto Rimba y adelantó que está terminando uno de cuentos que se llama Arderá la memoria y es en homenaje a unos versos de Paco Urondo.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No sostengo rituales. Escribo ideas a mano en cuadernos y en cuánto tengo el tiempo eso se traslada a la computadora.
¿Con qué frecuencia escribís?
Escribo cuando puedo. Los tiempos de crisis hacen que vivamos sobrecargados de trabajo cuando tenemos la posibilidad. La vida resta así tiempo a la escritura, sin embargo, no ceso de resistir y dar batalla. Escribo, leo y corrijo en cada minuto que puedo, y esto puede darse mientras espero a un paciente, viajo en tren o colectivo o estoy cocinando. Tengo la fortuna de sostener la concentración, aunque la tarea sea fragmentada. Imagino que porque es el único modo en que puedo sostener un oficio que me apasiona.
¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
No podría nombrar a una persona en relación con la literatura. Sí a quién me inculcó el amor por el saber ligado a la palabra. A los cuatro años por insistencia mía, mi tía Victoria me enseñó a leer y escribir bajo un quincho en tardes de verano que atesoro en la memoria.
Hay otro episodio: en mi casa no había bibliotecas, apenas unos libros sueltos. Cuando tendría unos doce años mi mamá se asoció a El club del Libro, un vendedor dejaba en casa un catálogo de libros del que había que comprar al menos uno por mes. Mi mamá me cedió ese privilegio. Así comencé a construir mi biblioteca personal.
¿Cómo surge la idea de escribir tu libro de ensayo de psicoanálisis y literatura sobre Walsh?
Como suele suceder en la vida se enredaron para mí ciertas causas y azares. Participo de un grupo de investigación de Psicoanálisis y Literatura en el marco de trabajo del Departamento de Enlaces, que anuda psicoanálisis y cultura, en la Escuela de Orientación Lacaniana. Un año, Pablo Russo, asesor del módulo me sugirió leer los cuentos de Rodolfo Walsh. Tomé ese consejo con mucho entusiasmo y quedé así prendida a la obra de Walsh. Anudé entonces las dos pasiones que me habitan. Ese año escribí un trabajo sobre la ficción y lo real en los cuentos de la serie de los irlandeses para las jornadas del Departamento. Y ya no paré hasta completar los siete capítulos y un epílogo que componen Rodolfo Walsh. Escribir contra la muerte.
¿Por qué decidiste que el libro se llamara Rodolfo Walsh – Escribir contra la muerte?
Mi hipótesis, explícita en el libro, es que Walsh sostiene una posición ética que lo acompaña hasta su último día y que implica un compromiso por el otro en el que abandonar a los compañeros no tendría cabida. Su escritura desde Operación Masacre se ubica en un estilo y una poética que va en la línea de construir una sociedad más justa para todos. La escritura y la palabra son puestas a ese servicio. Por eso, no apoyo cierta lectura de las Cartas que Walsh escribe, a propósito de la muerte de su hija Victoria Walsh y su amigo Paco Urondo, que lo ubican como enamorado de la muerte.
¿Cómo fue el proceso de investigación que realizaste?
Leí toda la obra de Walsh y los libros que encontré en torno a su figura y obra: biografías, ensayos, entrevistas, etc. En función de los capítulos que decidí escribir sumé la lectura y relectura de textos psicoanalíticos.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
Me gusta mucho la ficción histórica, leer y escribir en el marco de ese género. Aunque también, a veces, aparecen cuentos sobre la vida cotidiana, los conflictos familiares, las injusticias. Muchos de mis cuentos están ligados a la última dictadura cívico militar.
¿Cómo surge la posibilidad de publicar el libro con Modesto Rimba?
Se lo debo a mi amiga Macarena Moraña que me contactó con la editorial. El libro les gustó y así se inauguró la colección de Psicoanálisis y Literatura de la editorial.
¿Qué libros o autores recomendarías?
Sería una lista enorme, me voy a limitar a algunos que sin pensarlo demasiado vayan apareciendo:
Cuentos completos, Rodolfo Walsh
A veinte años, Luz, Elsa Osorio
El hombre que amaba los perros, Leonardo Padura
El corazón helado, Almudena Grandes
Alicia en el país de las Maravillas, Lewis Carroll
Por quién doblan las campanas, Ernest Hemingway
Cuentos completos, Abelardo Castillo
Las pequeñas virtudes, Natalia Ginzburg
El aliento del cielo, Carson McCullers
Cuentos completos, Flannery O Connor
Principiantes, Raymond Carver
Los escarabajos, Macarena Moraña
Los pichiciegos, Rodolfo Fogwill.
¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy terminando de corregir un libro de cuentos que lleva por título Arderá la memoria en homenaje a unos versos de Paco Urondo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario