domingo, 11 de agosto de 2019

Dulcinea Segura: “Quiero hacer performances vivas con el universo que puede desplegar el libro”




Dulcinea Segura es Licenciada en Artes y habló con Entre Vidas acerca de su libro Modelo Viva publicado por Caleta Olivia Ediciones. Además, adelantó que está trabajando en una biografía novelada del bailarín Freddy Romero.







¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Depende. Principalmente prefiero la soledad y el silencio, pero puedo escribir en distintas situaciones. Me gusta no tener una limitación temporal para poder sumergirme. Y suelo hacerlo en la cocina, cuando la casa está tranquila, acompañada por un mate o por una copa de vino, de acuerdo al momento del día.

¿Con qué frecuencia escribís?
Todos los días escribo algo. Puede ser porque vi una obra de danza y hago un comentario para el blog, o me siento a escribir sobre mi práctica como danzaterapeuta, o estoy viajando y se me cruza algo y lo escribo en una libreta, allí donde esté. Y tengo un cuaderno al lado de la cama donde anoto sensaciones del día, cuando me acuesto, casi cada noche.

¿Cuál surge la idea de escribir tu libro Modelo viva?
La idea surge desde la práctica. Vivía en Barcelona y trabajaba de modelo para varios espacios, círculos de arte, escuelas y ateliers. También trabajaba de noche haciendo performances en distintos bares culturales y fiestas. Entonces nació mi hija y se redujo mi actividad nocturna drásticamente, jajaja. Cuando tuve ese tiempo suspendido empecé a volcar la experiencia cada día. Tomaba notas y luego desarrollaba la crónica del día. A veces me aparecían más imágenes sensoriales y continuaba, y otras, solamente anotaba algunos detalles para desarrollar más adelante.

¿Cómo fue el proceso de construcción de la historia?
A partir de lo que croniqué, comencé a jugar con la fantasía de las sensaciones que tenía y las reflexiones que se me cruzaban. Escribí casi todo los capítulos en ese momento, año 2003 en Barcelona. Luego volvimos a Argentina y al tiempo agregué algo más, desarrollando algunas situaciones que estaban como apuntes solamente. En ese momento quise introducir un personaje que sirviera de puente entre los relatos porque me parecían aislados, como que les faltaba algo que los nucleara, pero no pude definirlo bien y lo dejé. Así varios años después, decidí desprenderme de una vez de todo ese mundo y darle una forma que le diera fin. Busqué una editora (Mara Laporte) para que me ayudara en el proceso de cierre y corrección, y fue con ella que definí lo que faltaba para ponerlo con moño y sacármelo de encima.  Sentí que era una especie de proceso terapéutico que tenía como resultado un objeto, y me pareció súper fértil el trabajo.
El libro es una mezcla entre ficción, diario y crónica.

Vos sos modelo viva, ¿cuánto hay de vos a lo largo de los treinta capítulos que componen el libro?
Pienso que siempre nos proyectamos en lo que hacemos, sea un libro, una canción, una pintura, una casa, una relación. Somos eso que hacemos y es imposible desprendernos totalmente. Se puede ficcionar e inventar cualquier cosa y que resulte verosímil, pero allí siempre habrá algo de nuestra forma de ser y estar en el mundo, de nuestra manera de construir realidad, de nuestra estructura psíquica.
Ahora es imposible que te diga que no hay nada de mí en el libro, jajajajaja.
Mucho es vivencia, parte real, en el sentido de esa realidad compartida con otres, parte es mi realidad interior, no compartida, y parte es fantasía, imaginación. Pero eso también soy yo.

Para el que todavía no leyó el libro, ¿con qué se va a encontrar?
Se va a encontrar con su propia fantasía proyectada en medio de la mía.
Además, van a escuchar la voz de esa parte del arte que siempre ha estado silenciada y acá vive, habla, transpira, sufre, ama, siente su cuerpo, se erotiza y piensa mientras está quieta para que el ojo capte algo de lo que ella exuda y la mano habilidosa lo haga objeto estético.

¿Qué repercusiones tuviste respecto de los lectores?
Los que lo leen lo disfrutan, les gusta, y a algunos se les dispara la imaginación o se erotizan.
¿Cómo se dio la posibilidad de publicar el libro con la Caleta Olivia Ediciones?
Escribí a varias editoriales y me contestaron un par que les había interesado. Entre ellas estaba Caleta Olivia, y la preferí. Me gusta que me haya editado una editorial independiente de poesía, tan guerrera y aguantadora. Estoy contenta con eso.

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
No tengo objetivos dentro del ambiente literario, no sé cuál es el ambiente literario, no lo conozco.  Solo quiero escribir y que alguien lo disfrute, se emocione, sienta algo, le pasen cosas.  Escribo desde el cuerpo, como una manera de sacarme aquello que no tiene otra forma de salir, como cuando una baila para deshacerse de lo que no le sirve al cuerpo y se descubre desde ese espesor.
Tengo objetivos performáticos. Quiero hacer performances vivas con el universo que puede desplegar el libro.

¿Qué libros de los que hayas leído últimamente recomendarías?
Hace poco estuve en Lima y leí Nadie nos extrañará, un libro de cuentos de un escritor millenial,  Luis Francisco Palomino. Me gustaron mucho sus relatos de esa Lima urbana y profunda que se vive cada día en su marginalidad. Me gusta la escritura del presente crudo y real en forma de metáfora ficcional.
También leí “Animal niño chico”, un cuento de Elvis Herrada Erquiaga (otro escritor peruano),  que me sorprendió por lo surrealista, poético y latino que era. Genial!

¿Manejás la idea de escribir otro libro?
Estoy escribiendo, con una beca del FNA (que es un incentivo, digamos..),  una biografía novelada de un bailarín y maestro venezolano que inició su carrera en México formando parte de la edad dorada de la danza moderna mexicana, y luego vino a Argentina e integró el ballet del San Martín recién creado por Oscar Araiz. Y en paralelo, ahora stand by, tengo esperando una novela sobre mi vida de niña en el exilio español durante la última dictadura argentina.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy trabajando en la biografía novelada de Freddy Romero, bailarín, coreógrafo y maestro de danza, becado en EEUU por Martha Graham, la gran madre de la danza moderna,  bailarín que integró la Compañía de Alvin Ailey (primera compañía afroamericana de repertorio), el Ballet Nacional de México y el Ballet del Teatro San Martín, y que murió en Brasil  en el 2006. Un gran trabajo de investigación que me está llevando todo el tiempo que puedo dedicarle mientras en paralelo soy madre, trabajo como danzaterapeuta, comento obras de danza, me ocupo de la casa y hago malabares con ese  TIEMPO, el tesoro más valioso y que más deseo en esta vida.
Aparte, continúo difundiendo el universo que se despliega en Modelo Viva a través de lecturas performáticas que van transformándose cada vez, participando en ellas una modelo viva, bailarinas, música en vivo, proyecciones. Una propuesta que se mueve, muta, crece.




No hay comentarios:

Publicar un comentario