lunes, 18 de julio de 2016

Alejandro Galay: “Lo entrevisté a Fogwill en el 2005 y me contó off the record la historia de cuando había estado preso”




El escritor Alejandro Galay habla de su libro de cuentos Pánico de trinchera publicado con la editorial Zona Borde. Entre los relatos que se destacan se encuentra Fragmento de un lince, cuya historia nace tras una charla off the record con el escritor Fogwill. Además, hay otros cuentos destacables como Muerto él, El censista e Historia de un amor solito.




¿Tenés algún ritual en el momento previo a escribir?
No, nada especial, aunque el mate podría ser. Tenía cuando fumaba. Prendía un cigarrillo hasta para escribir un mail.

¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
Mmm... no sé... mi vieja es licenciada en letras y profesora de teatro, mi casa estaba llena de libros, un poco por ahí viene la cosa, se me ocurre.

¿Por qué decidiste ponerle a tu libro de cuentos Pánico de trinchera?
Un viejo medio milico que laburaba conmigo hace muchos tiempo tenía un problema con los gerentes de la empresa y antes de ir a enfrentarlos por un problema me dijo que había "pánico de trinchera"... Nada... buen título para un libro, pensé.

¿Cómo surge la posibilidad de publicar con la editorial Zona Borde?
La contacté a Laura Massolo a través de Orlando Echeverri, escritor colombiano que ganó el premio nacional de Colombia y creo que fue finalista del premio Clarín. Ahora vive en Barcelona o se mudó a Tailandia, algo así...

¿Cuál es tu cuento preferido del libro y cuál es el que más han destacado los lectores?
Muerto él, me dicen mis amigos... Yo no sé, los tuve que releer tantas veces durante la corrección que perdí afección con todos... con el tiempo la voy a recuperar.

¿De qué temas te nutriste para escribir los diez cuentos que aparecen en el libro?
Es que pasaron tantos años entre el primero y el último que ya no recuerdo qué ideas tenía cuando escribí los primeros, porque era muy chico, ni tampoco los que vinieron más tarde... No es que yo los escribí, los entregué y los publicaron al rato; por el contrario, los fui almacenando con los años en varios discos rígidos, pc y notebooks de por medio, hasta que se dio la chance. En rigor, tenía varios más que con la editorial fuimos descartando.

¿Cuál fue la imagen disparadora del cuento Fragmento de un lince en la que un preso desarrolla un monólogo en la cárcel?
Lo entrevisté a Fogwill en el 2005 creo que fue, para una revista, y me contó off the record la historia de cuando había estado preso: de ahí saqué lo del pollo que le manda la madre y se lo comen los presos, lo mismo que lo de las horas en la memoria que va llenando con versos, eso me lo contó todo él, que recitaba a Eliot y tenía como 4hs de memoria ocupada en la cabeza, un cálculo rarísimo... Ese cuento entró por la ventana, no iba a ser parte del libro. Lo pusimos porque está esa oralidad que rompe con el tono de los otros, para variar un poco.

Entre los temas que abordas en el libro se encuentra la necrofilia en el cuento Manotas. ¿En quién te inspiraste para escribir esa historia?           
Era un sub-relato dentro de otro bastante más largo (sobre el mito de Narciso) que resultó ser un engendro que hubo que abortar, muy digresivo al pedo, en el peor sentido, Una amiga que lo leyó me dijo: "el cuento es una mierda pero la pequeña historia de Manotas puede rescatarse y hacer un cuentito con eso”. Y así fue.

¿Qué objetivos tenes dentro del ambiente literario?
Por lo pronto ninguno.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Una novelita con editorial Malisia de La Plata.



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