domingo, 6 de mayo de 2018

Ariel Hernán Toledo: “Por alguna razón que aun hoy trato de descubrir, la guerra de Malvinas me perseguía”




El escritor Ariel Hernán Toledo habló con Entre Vidas de su flamante obra  de teatro Tumbamadre en la que la guerra de Malvinas cumple un papel preponderante. Además, adelantó que trabaja en una nueva obra y está cerrando una novela que está por entrar a etapa de corrección.

¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No sé si tengo algún ritual en particular. Solo sé que al momento de ejecutar la escritura necesito aislarme del resto y mantener un silencio que me permita volcar eso que está necesitando surgir. Apunto datos sueltos todo el tiempo. Acumulo frases, palabras, ideas. Y la noche suele ser un buen momento para bajar a tierra eso que uno fue masticando durante el día.

¿Con qué frecuencia escribís?
Todo el tiempo. Tengo la costumbre de escribir en pequeños papeles, hojas A4 que doblo en cuatro. Esas pequeñas páginas que se forman me contienen y me obligan a respetar ciertas cuestiones que no tengo muy claro cómo llamarlas, pero que me ayudan a sentirme cómodo y seguro.

¿Quién te inculcó tu amor por la literatura?
Mi padre, sin dudas. En casa los libros siempre fueron parte de la cosa diaria. Él es un gran lector, un tipo crítico y refinado. Hemos tenido siempre largas conversaciones en torno a la literatura y lo que gira a su alrededor.

¿Cuál fue la imagen disparadora que dio inicio a la historia de tu obra de teatro Tumbamadre?
No fue una imagen. En realidad, por alguna razón que aun hoy trato de descubrir, la guerra de Malvinas me perseguía. Algo que volvía a mí todo el tiempo y me atravesaba. Algo que incomodaba. Recuerdos, datos, historias que estaban ahí y de las que no lograba despegarme. Esa fue la razón por la que termina naciendo Tumbamadre. Escribo para quitarme las cosas de encima, eso que incomoda y molesta. De alguna manera, le devuelvo al mundo lo que el mundo deposita en mí.

¿Por qué decidiste ponerle ese nombre?
Es un juego de palabras. Lo de tumba es porque eso es lo que represento para los chicos que fueron a pelear, una tumba desde el vamos. Lo de madre es porque en esa época a las islas les decían, las hermanitas perdidas.

¿Cómo fue el proceso de escritura de la obra? ¿Realizaste alguna investigación previa?
No. El texto lo escribí en dos noches, casi como un vómito. Luego fueron algunos días de ajustar y afinar lo escrito. Necesitaba quitarme de encima eso que incomodaba. Sentarme a hacer archivo hubiese influido y quizás hasta de manera negativa sobre esas cosas que necesitaba decir.

¿Qué repercusiones tuvieron de los espectadores?
Por suerte fueron buenas. Hubo de todo, gente que salió emocionada, gente que agradecía que sigamos manteniendo viva la memoria sobre nuestra historia más reciente. La memoria histórica debe ser política de estado permanente. El teatro tiene las herramientas necesarias para hacer valer esa memoria. El escritor tiene la obligación de involucrarse con su tiempo, narrar la historia, dejar testimonio de aquellos que fue y que nos hace.

¿De qué temas se nutre tu escritura? ¿De qué tema te gustaría escribir próximamente?
Los temas van surgiendo en base a las inquietudes que se van asomando en el camino. Por alguna razón, los temas aparecen y se renuevan todo el tiempo.  Me nutro de imágenes, sensaciones, experiencias. Entiendo a la literatura como una consecuencia de algo mayor. Es ejecutar eso que no tiene nombre.

¿Qué libros o autores recomendarías?
Son muchos y es difícil pensar en una pequeña selección, pero te puedo nombrar rápido y de memoria algunos como, Gabriela Cabezón Camara, Juan Rulfo, Roberto Arlt, Pascal Quignard, Eduardo Lalo.

También escribís narrativa, ¿con qué género te sentís más cómodo?
Cada uno de ellos tiene su magia. El teatro me da la posibilidad de generar algunos espacios que la narrativa no me lo permite. En cambio con la prosa puedo abordar algunas cuestiones mucho más profundas y jugar un poco más con las formas.

¿Cómo fue la experiencia del año pasado con el programa de radio Ficticios? ¿Tienen intenciones de volver?
La experiencia fue maravillosa, incluso superó por mucho lo que habíamos pensado en un principio. La intención primaria era tener un espacio para poder hablar de literatura y de lo que gira en torno a ella. Pero la cosa creció  y nos obligó a estar a la altura de ese crecimiento. El programa, el ciclo de lecturas, fue toda una experiencia increíble que no hubiera sido posible sin la generosidad de los escritores que siempre estuvieron dispuestos a hacernos la segunda.

¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy terminando de escribir y comenzando a corrigiendo una nueva obra de teatro que supongo se estará montando para la segunda mitad del año. Estoy cerrando una novela que se está metiendo en pleno proceso de corrección y armando un poemario.



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