jueves, 21 de marzo de 2019

Victoria Zerdá: “Tengo la certeza que la escritura me va a acompañar siempre”






La escritora Victoria Zerdá habló con Entre Vidas acerca de su libro de poesía Algo que no cierra publicado a través de Azul Francia Editorial. Además, contó que forma parte de una red de mujeres publicitarias con la que siempre se reúnen para armar diferentes proyectos.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
En cuanto a una primera escritura de poesía no cuento con mucho ritual, cuando aparece, aparece, y generalmente lo anoto en algún borrador del mail o el celular, para tenerlo a mano todo el tiempo e ir puliéndolo con los días. La narrativa creo que sí es más de ponerse y sentarse, que la inspiración nos encuentre trabajando dijo no sé quién, si bien quizás me viene algo de algún cuento que estoy escribiendo y también recurro a los borradores, el mejor ritual es ordenar mi casa, ponerme cómoda, algún sahumerio y disfrutar el momento con el teclado. No me di cuenta de que esto de embellecer el espacio era algo que ayudaba hasta que lo leí por ahí, y con más razón lo hago. Lo mismo cuando me siento a corregir los poemas ya para mandarlos a editar y cerrar.

¿Con qué frecuencia escribís?
Generalmente no hay una semana que no escriba. A veces estoy corrigiendo, otras estoy escribiendo cosas nuevas todo el tiempo, a veces pasan dos semanas que no pude escribir nada y para mí es un montón y se murió la escritora y blá y de repente estoy otras dos semanas escribiendo a full, así que creo que la posta es relajar y tener en claro que todo lo que se siente y se piensa es material para algún poema, por eso además de la constancia para corregir me hice la costumbre de estar atenta a cada pensamiento que me da la sensación que puede ser algo nuevo. A veces estoy a punto de dormirme, o charlando con alguna amiga y se me viene algo a la cabeza y hasta que no la anoto no puedo pensar en otra cosa.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
No sé si hay amor por la poesía, hay amor por las letras, en general. Lo que tiene la poesía es que creo que la única materia que tiene son los sentimientos. Si bien en cualquier pieza literaria que se escriba los sentimientos están, a diferencia de un cuento que quizás la idea o los personajes son primordiales, en la poesía lo único que importa son los sentimientos que puedas plasmar con imágenes cuando la escribas. De chica leí de todo pero te diría que nada de poesía, pero cuando me encontré escribiendo lo que para mí eran ensayos acerca de sentimientos y cosas que me pasaban me vi escribiendo poesía. Después empecé a pulir con los talleres y a conocer a Idea Vilariño, a leer a Gelman y a Tuñón, a darle más bola al último libro de poemas de Cortázar que había leído hacía tiempo por arriba... Y ya cuando estaba editando el libro aparecieron Elvira Sartre, Juana Bignozzi, mujeres que sentían tanto o más que yo, pero lo escribían mucho mejor, jaja.

¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Algo que no cierra?
Porque habla del amor. Y creo que el amor no cierra, no se sabe qué es, adónde está o adónde te va a llevar, y está buenísimo. Porque habla de los ciclos del amor, no planteados desde el binarismo enamoramiento-desenamoramiento sino desde un proceso en sí mismo que tiene un montón de estados, y lo que hace el libro es atravesar todos esos estados que a su vez son cíclicos, por eso no cierra, por eso la contratapa dice que el final está en el principio y que el final esconde un nuevo comienzo.

¿Cómo fue el proceso de selección de las poesías que aparecen en el libro?
La selección más clara fue tomar los poemas que tocaban el amor y/o los vínculos de alguna forma. Tengo muchos que hablan de las problemáticas sociales, del movimiento feminista y hasta de lugares a los que viajé y me inspiraron mucho, pero fue una decisión dejarlos afuera de la edición para que tuvieran un concepto claro. Después la cronología de los mismos poemas ya me contaban algo, había un ciclo, un proceso, un espiral de los estados, porque básicamente eran muy biográficos y digamos que tuve un año intenso de vínculos, amores desamores, duelos etc. Así que con la estructura no tuve más que seguir escribiendo y armando una historia de amor en sí misma, del amor propio.

¿Cuál es tu poesía preferida del libro?
Por supuesto me gustan todas y algunas más que otras. Si tengo que elegir un poema, creo que LA LIBERTAD es el que me dio más placer escribir cuando salió y el que cuenta un estado muy mágico y empoderado al que está buenísimo llegar, si me pongo en el rol lectora que vive y siente el amor, para mí es el mejor estado/proceso de todos los que cuenta el libro.

¿De qué temas se nutre tu escritura?
Además del amor, del duelo, del empoderamiento, de la fortaleza, de la soledad que nutre y recompone, de los crushes indescriptibles, de los vacíos..., y sobre todo de la valentía.

¿Qué libros de poesía o autores recomendarías?
Todos los que mencioné antes y agregaría a Clarice Lispector y Nicole Krauss para una narrativa sensorial como las que me gustan a mí. Después, los que leí de chica y me quedaron para siempre, como Hemingway o Bukowski.

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Hacer lo que me gusta. Hoy me gusta escribir en la intimidad y publicar. Como hoy es publicar el libro que a mí me gustó escribir. Tengo la certeza que la escritura me va a acompañar siempre, hoy elijo que sea para abrirla y publicarla y que las personas lo lean para yo poder transmitir algo, para que lo que viví y con lo que pude crear pueda hacer que al otro le pase algo, porque creo que el arte, si bien no es condición, con un interlocutor siempre se potencia. Elijo recitar y salir por ahí a compartirlo, y subir algunas cosas en mi blog aunque mi profesor diga que eso no se hace hasta que no esté en papel, no me importa. La verdad lo que más quiero es seguir viviendo, que es la materia de cualquier escritor, y escribir desde esos estados, sin forzar. Si me leen porque resuena o gusta, genial.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Azul Francia Editorial?
Un día, después de un finde bastante tranqui en el que había escrito poemas de despedida porque no me salía otra cosa, y ya después de un año de estar escribiendo tres hojas semanales para el taller, con bastante manija de virginiana por materializar algo, le pregunté a mi profesor "¿narrativa o poesía?". Él me dijo que los poemas que le había mandado ese día estaban muy buenos y que ya estaba para un libro. Así que ahí nomás me contactó con Francisca de la Editorial y, a la semana, con el primer borrador, ya me daba el OK.

¿Tenés algún otro proyecto?
Bastantes. Seguir escribiendo siempre. Tratar de empezar-realizar-terminar la tesis de grado que me quedó algo colgada. Seguir produciendo eventos artísticos como A través de ellas, un ciclo en el que empecé a participar el año pasado leyendo poemas y este año voy a estar co-produciendo. Se trata de un evento que se hace todos los meses con una temática distinta y exponemos la mirada de la mujer de ese tema a través de distintas disciplinas: teatro, música, ilustración, arte visual, fotografía, etc. Es muy zarpado porque nos juntamos muchas artistas a mostrar cómo vivimos sentimos y creamos a partir de diversas temáticas. Algunas de las que hicimos el año pasado fueron "Cuerpo y movimiento" y "Deconstrucción de género", todas con una mirada super feminista y militante, lo que me parece genial y clave.
Además de eso pienso seguir leyendo en otros ciclos bien distintos, movidas en centros culturales, festivales, expos. El año pasado tuve la suerte de abrirme a todo eso y es zarpado lo que se genera cuando salís a abrir este oficio que es tan solitario, conocés gente hermosa. Así que a por ello.
También formo parte de una red de mujeres publicitarias con la que siempre nos estamos reuniendo y craneando proyectos, así que causas para este año sobran.



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