lunes, 19 de agosto de 2019

Yhonais Lemus: “Todo proceso creativo debe pasar por la mente y por todo el cuerpo”





La escritora Yhonais Lemus habló con Entre Vidas acerca de su libro de poesía Destellos acuosos publicado por Halley Ediciones y contó que actualmente está escribiendo su primera novela, que incursiona tanto en el género narrativo como en la prosa poética.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Antes de escribir preparó un buen tarro de café; eso es más que suficiente.

¿Con qué frecuencia escribís?
Trato o me obligo a escribir casi todos los días, aún sigo llevando conmigo un pequeño bloc de notas de bolsillo que raramente uso ya que cuando se me ocurre algo, una frase o un verso, lo anoto directamente en las notes de mi móvil.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Crecer viendo a los padres, o algún otro familiar cercano, con algún tipo de hábito ayuda o permite formar los propios hábitos, siempre vi y sigo viendo a mi madre leyendo algún libro de mística o teología. La sensibilidad poética, en parte, se la debo a ella que siempre me incentivó a la lectura. En casa tuve una gran biblioteca con los mejores clásicos de la literatura y también algunos Bestseller, de allí recuerdo mis lecturas tempranas de Juan Salvador Gaviota, El Principito, Tiburón, La vuelta al mundo en ochenta días, así como algunos cuentos de la obra completa de Borges. Creo que hay en el hábito lector algo que conlleva a un tipo de contestación; ya sea en seguir leyendo o tomar el camino de la escritura: la pintura, el baile o cualquier otro totalmente inesperado, porque uno no sabe qué hacer con eso que se está leyendo, o a lo que te puede llevar esa lectura, por eso mismo no puedo decir que sostengo una relación de “amor” con la poesía sino, más bien, una relación de amor y odio en general con toda la literatura ya que es en ese intersticio donde encuentro eso que me ayuda a batallar mis propias obsesiones; esa búsqueda de encontrarme y perderme en el texto, que potencializa mi incertidumbre de ser en devenir, rescatando un poco ese Dasein al que se refería Heidegger y mezclándolo con Deleuze.

¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Destellos acuosos?
Realmente, el título del libro fue quedando solo. Nunca me gustó del todo, pero el poemario es eso: Destellos Acuosos, imágenes que surgen de la nada, de la ausencia, del vacío de una casa y diversos objetos que esta vez, por extraño que suene usaron mi voz poética con sus ritmos y silencios para ser articulados. En el transcurso, y cada vez que volvía al poemario, trataba de cambiar el título por otro, pero no lo encontré o simplemente el poemario estuvo destinado a llamarse así. Creo en eso, que a veces son las palabras las que lo encuentran a uno y hacen su voluntad.

¿Cómo fue el proceso de selección de las poesías que aparecen en el libro?
Cada vez estoy más convencida de que todo proceso creativo debe pasar por la mente y por todo el cuerpo, se debe sentir, saborear y hasta oler. Por ello la composición de un poemario, así como la de un álbum de música, o una serié artística, exceden las propias limitaciones del autor o creador, es decir el proyecto artístico va exigiendo su tiempo y composición.
En el caso específico de mi poemario, y de mi proceso creativo en general, porque siempre se tienen sus manías, cada poema fue pidiendo el otro hasta completar la serie, pero para ello antes tuvieron que pasar por un estado corporal y emocional; estar en sintonía con ese presente y maneras de percibir.

¿Cuál es tu poesía preferida del libro?
Siento que todas son fundamentales para la composición del libro, como si se tratase del funcionamiento de un cuerpo, o de cualquier organismo; un poema puede ser el páncreas, otro el hígado o el corazón, una célula podría ser una palabra y cada verso un tejido; todos son necesarios para el funcionamiento. Por ese motivo trato de darles a todos la misma jerarquía.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Halley Ediciones
Realmente no lo busqué, conocí a Marina Kruk, la editora, en un encuentro poético, así como a otros poetas de los cuales ya tenía referencia en mi país gracias a la revista digital Letralia que maneja un gran amigo poeta: Jorge Gómez Jiménez. Luego de compartir en esa y otras actividades literarias tuve la impronta de enviarle el poemario a Marina simplemente con la intención de que lo leyera y surgiera algún tipo de intercambio, para mí fue una grata sorpresa su interés en publicarlo.

¿De qué temas se nutre tu escritura? 
Simple, de lo que estoy haciendo, de lo que estoy leyendo, de lo que estoy viviendo.

¿De qué temas que aún no escribiste te gustaría hacerlo en el futuro?
No lo sé, porque la poesía en un lenguaje y un mundo en sí mismo, un verso puede sostener todos los temas porque está supeditado.

¿Qué libros de poesía o autores recomendarías? 
Podría recomendar un sinfín de autores que me encantan, y de hecho movimientos literarios con los que más me siento identificada, pero quizá lo que me guste a mí no cause el mismo efecto en otro lector, por eso creo en un tipo de democracia del canon y del corpus no sólo literario sino artístico. Además, los gustos por los autores y géneros literarios van cambiando; se ajustan a nuestras vidas, a cada momento de nuestra existencia que, a veces, exige un autor específico, un género literario, una música, un artista plástico o un tipo de comida.
Comúnmente se le pregunta al músico por bandas favoritas, o al cineasta por directores,  y creo que lo que nos toca es deconstruir todo, por eso no quiero hablar de autores sino de artistas que logran sedimentar o remover mi piso creativo que no se alimenta solamente de la lectura sino de eso que me eriza la piel cuando lo escucho, lo veo, o lo leo y una de esas artistas es la corógrafa alemana Pina Bausch, de alguna manera trato de acercarme a esa intensidad que ponía en escena con los bailarines de danza contemporánea cuando escribo. Del mismo modo, recomiendo, ya que también me eriza la piel, a Clarice Lispector a quien considero más que escritora una filosofa porque en su narrativa hay una forma del pensamiento que te muestra una manera de ser y estar en el mundo donde la epifanía y la extrañeza son parte esencial de la vida. También recomiendo a la fotógrafa norteamericana Vivian Maier que pudo capturar con su cámara la esencia de las calles de Nueva York y de Chicago. Si bien estas artistas: coreógrafa, escritora, fotógrafa, crean un efecto en mí, verdaderamente recomiendo eso que logre conmover a cada uno, eso que tenga el poder de erizarles la piel.

¿Tenés algún otro proyecto?
Por ahora estoy escribiendo mi primera novela, que incursiona tanto en el género narrativo como en la prosa poética.

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