Personajes como Johnny Tolengo, Aníbal, Borromeo, El Contra, entre otros, quedaron grabados en la memoria de todos los argentinos y mucho tuvo que ver su creador el actor Juan Carlos Calabró. Su exitosa carrera incluyó trabajos como locutor pero principalmente actor cómico en radio, televisión, cine y teatro. Próximamente el protagonista de Calabromas volverá a las tablas con un unipersonal que promete los mejores chistes de los últimos años y estará en la cartelera del Multiteatro durante cuatro días del mes de Agosto.
¿Usted empezó siendo locutor?
Si, yo me recibí de locutor en el ISER en el año 1962. Trabajé de locutor leyendo publicidades de Capilena, hacía el básquet directo desde el Luna Park, un programa de turf con Julio Albano, La gallina verde, Tenis de mesa. La verdad que trabajé mucho en radio. Pero después vino la televisión que te absorbe, el cine y el teatro.
¿Después aparece en su vida Aldo Cammarota?
Si, gracias al intermedio de un actor que falleció llamado Angel Basso y en vista que yo sabía hacer imitaciones y tenia facilidad para los chistes él me presentó a Aldo Cammarota. Bueno, me tomó un exámen de las cosas que sabía hacer y ahí me dijo, que fuera el domingo que me iba a poner una hoja en el programa de radio que se llamaba Farandulandia. Entre en septiembre de 1959, el mismo día que lo hizo Tristán que ya era cómico. Cammarota me tomó porque le gustaban unas imitaciones que yo hacía de Cheyenne, Mike Hammer y Ballinger de Chicago que eran los doblajes que nadie había hecho. Es decir, era llevar a la radio los personajes de la televisión. Incluso el primer libro lo hice yo porque lo tomé de un episodio de la serie Cheyenne. Farandulandia lo hacíamos en Radio Belgrano y era la competencia de La revista dislocada. Luego, Farandulandia se transforma en Telecómicos en Canal 9 y estoy con Cammarota diez años. Me convierto en cómico de casualidad porque un día le comento a Cammarota que la gente me paraba en la calle y se confundía de programa, me decían Telecataplum, otros me decían otro programa, no sabían de qué trabajábamos, o sea, recién empezaba. Entonces le dije, unos me confunden con Alfredo Alcón, otros con otro actor, no sería lindo hacer un personaje donde un tipo despistado se equivoca de canal, de horario. Me preguntó si me animaba a hacerlo, le dije que si y lo empezamos a hacer en televisión, se llamaba El admirador. El admirador era la raíz de El contra porque de ahí sale El contra. El tipo que se confunde, se equivoca de horario, a un famoso le dice que lo ve en el 11 y está en el 13, que lo ve todos los domingos, no yo estoy los jueves. Y entonces aparece eso que posteriormente se iba a transformar en El contra.
Después me saca de Cammarota el Canal 13 que me contrata en exclusividad y ahí hice muchos programas: Flash, Humor para la noche, El pastito, Mate para cuatro, Los Valenti la pegaron, La campana de cristal, Carrousel musical. Hice como diez programas en el 13. Estoy cinco años ahí. Luego, Marín me manda a llamar y me pregunta si me animaba a escribir con Villar, que era el que me acompañaba a mí con los libretos. Y le dije que yo tenía tres libretos que estaban encajonados en Canal 13, los recuperé, se los llevé a Marín, le gustaron y a los 15 días arrancamos en Canal 11 con La vida en Calabromas. Más tarde pasó a llamarse Calabromas.
¿Se acuerda de qué personajes estaban en esos tres libretos?
Si, empezamos con Los mexicanos, Las zarzuelas, Los españoles, Borromeo, Rómulo. Aníbal y Johnny Tolengo aparecieron después. Eran todos personajes que hicieron historia en el humor.
Luego surge lo de El Contra y en un tiempo hacía los dos programas.
Si. Después de “El admirador” hago “El Contra” primero en un programa llamado “El chupete” y luego Gerardo Sofovich me sugirió que lo hiciera en “Operación Ja-Ja”, un bloque dentro del programa. Calabromas duró nueve años y El Contra también pero no de manera consecutiva. En un momento yo hacía los dos programas de una hora cada uno al mismo tiempo. Y muchas veces cuando no hacía el programa de “El Contra” lo intercalaba diez minutos dentro del programa. A mi me gustaba interpretar todos los personajes salvo un personaje que se llamaba Los Chiqui boom que nunca me gustó porque me tenia que poner una peluca. Nunca me gustó ponerme pelucas, bigotes si. Había un personaje que era El chino, que era un guapo, ahí usaba bigote. Luego vinieron éxitos como Batman & Robin, El Súper agente, El LLanero solitario, “Drácula” que hacíamos un capítulo todas las semanas, Frankenstein. Y así fui transitando hasta que terminó Calabromas en 1989, ganador ese año del Martín Fierro. Hago un paréntesis y empiezo El Contra que lo tengo hasta el año 1997 y en el 99 y 2000 estuve en Campeones.
Hablando específicamente de “El Contra”, ¿cuál fue su mejor coequier?
El mejor coequiper fue Gerardo Sofovich, era la contrafigura exacta de mi personaje. Por ejemplo, Antonio Carrizo no se lo tomaba en serio y a El Contra había que tomárselo en serio. No lo pude convencer durante nueve años que no tenía que hacerse el gracioso ni reírse de mis chistes, él tenía que tenerme cortito como lo hacía Gerardo.
Antonio nunca entendió el personaje porque no quería parecerse al personaje que interpretaba Sofovich, quería hacer algo distinto y la cosa no era así, la cosa era como la hacía Gerardo que hasta me miraba con odio.
Primero mi compañero en El Contra había sido Marcos Zucker, luego Fernando Bravo, Gerardo Sofovich y por último Antonio Carrizo. Y hace unos años volví por una temporada en el Canal 2 pero como era una producción independiente no me hacían ninguna publicidad. Hice seis meses y me fui.
¿No lo llamó Tinelli para formar parte de Showmatch?
No porque yo no entro ni en el cantando, ni en el bailando ni en el patinando. Y después Tinelli tiene su troupe, yo no estoy para ponerme caretas porque no lo siento así. Además, a mi me gusta escribir los libretos.
¿Por qué nunca se dedicó a producir un programa?
Porque no soy productor, es un oficio y no lo sé hacer. A mi me gustaba escribir libretos, por ejemplo a Carlitos Balá le escribí los mejores libretos de su vida para un personaje que se llamaba “El hombre de Buenos Aires” y hoy lo ves y te reís. Todo fresco, no había chiste de archivo. Lo mismo pasaba con Aníbal, con El Contra. Los programas salían siempre bien porque era como un traje hecho a medida.
Su amigo “Minguito”
Repasando su historia cinematográfica de 16 películas se pueden encontrar “Gran Valor”, “Gran Valor en la facultad de medicina”, “Me sobra un marido” pero además “Mingo y Aníbal dos pelotazos en contra”, “Mingo y Aníbal contra los fantasmas” y “Mingo y Aníbal en la mansión embrujada” en las que compartió el protagónico con su gran amigo.
Con Juan Carlos Altavista ha realizado varias películas, ¿qué recuerdos tiene de él?
Altavista fue el hombre que más quise dentro del medio, con el cual mejor me lleve, al cual le aporte infinidad de chistes porque yo soy un cómico que siempre que pudo ayudar al coequiper lo ayudé. Yo quería que la cosa saliera bien. Si a mi se me ocurría un chiste bueno y era dentro del bocadillo de Altavista se lo daba. Me llevaba bárbaro, hacía asados en la casa en nos invitaba. Y Bueno, cuando se murió perdí a un gran amigo, murió el día del amigo justamente.
Su vuelta al teatro
Desde su debut allá por mediados de los años `60, encabezando obras en los prestigiosos teatros Maipo, Astros y Nacional, pasando por su hasta ahora última obra Calabró más Calabró: The family Show (junto con su hija Iliana) ha hecho 26 revistas en su carrera. Próximamente regresará con un nuevo espectáculo de monólogo de chistes.
¿Qué recuerdos tiene de sus inicios en el teatro?
La primer obra fue “Extraña pareja” con Rodolfo Bebán, Ramón “Palito” Ortega, Osvaldo Terranova, Aubel, César Bertrand y yo. Pensar que tres de ellos fallecieron.
Luego de esa obra hice el reemplazo de Manuel de Sabatini en una obra que se llamaba “¿Será virgen mi marido?” y así empecé una larga carrera también en teatro.
Cuénteme de su vuelta al teatro.
Te cuento que voy a hacer un unipersonal en el Multiteatro. Va a ser un globo de ensayo, si funciona voy a hacer todo el verano acá y por ahí todo el invierno. Yo creo que la voy a romper, están anunciadas cuatro funciones, creo que voy a tener que hacer el sábado dos funciones. Voy a estar 27, 28, 29 y 30 de agosto porque Coco Silly no va estar en esa semana en el teatro y como queda libre, Carlos Rotemberg me ofreció el teatro. En el espectáculo voy a hacer una hora y media de los mejores chistes de los últimos 43 años. Tengo chistes de paisanos, de gallegos, de argentinos en España, etc. No voy a interpretar ningún personaje de Calabromas, va ser muy algo muy elegante, voy a estar de smoking. Estuve haciendo una suma de mis chistes, tengo cuatro horas de chistes, tengo que elegir una hora y media.
Se lo ve muy contento con el proyecto.
Estoy muy entusiasmado con éste proyecto. Yo creo que esto me va a dar un año de laburo. En principio van a ser cuatro noches. La publicidad la pago yo y el teatro lo pone Carlitos Rotemberg. Tengo una rutina de chistes excelentes, estoy trabajando mucho para éste unipersonal y si fuera por mí, quisiera salir ya a hacer una función. Estoy muy contento y creo que voy a hacer un gran éxito.
miércoles, 12 de agosto de 2009
Juan Carlos Calabró: “Vuelvo al teatro con un unipersonal”
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Excelente nota amigo, te cuento que tengo un blog dedicado a Minguito así que si me permitís en algún momento quisiera rescatar las palabras de CAla hacia él...
ResponderEliminarUn grande Cala, el Johny Tolengo aún me hace reír con "El Ritmo de la coneja" entre otros... qué linda época...
abrazo!!! y felicitaciones otra vez!
Muchas gracias, me alegro que te haya gustado la nota.
ResponderEliminarCuando le pregunté por Minguito fue un momento muy emocionante. Respecto a las palabras que queres rescatar para tu blog no hay ningún problema, utilizá las que quieras.
Seguimos en contacto.
Un abrazo grande!