Fue una de las máximas figuras de Boca Juniors en la década del `80 y junto con Jorge Comas formó una dupla letal. Alfredo Graciani ha convertido gran cantidad de goles con la camiseta azul y oro, siendo su especialidad la de convertirle a los equipos grandes. Actualmente se desempeña como colaborador en Deportes de Capital Federal.
¿Tus inicios fueron en Atlanta?
Si, yo comencé desde muy chico, desde los 9 años jugando en Atlanta. Ya estaban mis dos hermanos mayores en Atlanta así que me sumé a las infantiles del club. Era un tema de familia y fui, hice la prueba y quedé. Jugué, hice las inferiores y a los 16 años debuté en primera. Si no me equivoco fue un partido contra Nueva Chicago, fue algo muy importante porque en esa época debutar a esa edad no era muy común. Fue una experiencia muy linda. En Atlanta estuve con Enrique Hrabina que jugó con los tres Graciani.
¿Cómo se dio tu paso a Boca?
Yo a los 19 o 20 años, una vez que nosotros ascendemos con Atlanta a Primera División en el ’84, tengo la suerte de andar bien en la categoría y ahí me ven. Entonces en el año `85 aparece la empresa Puma Internacional, la del cantante Puma Rodríguez y me compra a mí y al “Plumero” Gómez y nos lleva a Boca Juniors, de la mano de Héctor Maselli, que era su representante y muy fanático de Boca.
¿Qué recuerdos tenes de tu debut?
Me acuerdo de todo, de cuando llegue a Boca también. El club estaba muy mal económicamente, la cancha no se usaba y debuté en el último Nacional que se jugó, en el año `85. Llegué un miércoles o un jueves, entrené y el domingo Alfredo Di Stéfano me dijo que iba a jugar de titular. Boca venía de mal en peor. Debuté contra Altos Hornos Zapla en Jujuy y fue algo especial, me puse la camiseta de Boca siendo muy joven y con la cancha llena. Perdimos 1 a 0.
¿Te acordás de tu primer gol?
El primer gol lo hice contra Estudiantes de Río Cuarto, ganamos 7 a 1 y me acuerdo que para ellos jugaba Roberto Mouzo.
¿Cómo fue la experiencia de Boca?
Cuando llegué a Boca no era 7, no era un wing derecho. Toda mi vida en Atlanta jugué de 9 atrasado, que sería el enganche o un cuarto volante. Siempre era mi puesto. Pero después que Alfredo Di Stéfano se va de Boca, toma Mario Sanabria la dirección técnica y me propone jugar de 7 y le dije que sí, que yo quería jugar. Entonces me mandó a hablar con el Eber Mastrángelo que era su ayudante para que me enseñara la diagonal y bueno, por suerte aprendí. En ese momento tenía al Chino Tapia como compañero y la verdad que nos entendíamos de memoria.
¿Por qué pensas que con ese equipo, en el que también estaban Jorge Comas y Jorge Rinaldi, no llegaron a conseguir ningún título?
Porque son épocas y yo creo que nos pasó un poco más de suerte y un poco más de actitud. Siempre llegábamos y nos caíamos sobre el final. Son cosas que nos faltaron en esos equipos pero yo por suerte me quedé muchos años y pude salir campeón de la Supercopa `89 y de la Recopa `90. Lástima que en el campeonato del `91 con Diego Latorre y Gabriel Batistuta no se nos dio o no se lo dieron ganado a Boca. Justo el torneo siguiente empiezan los torneos cortos. A nosotros nos perjudicó que justo ellos dos fueron con la selección a jugar la Copa América. Ese fue el gran problema que tuvimos nosotros sino tranquilamente hubiésemos ganado esa final contra Newell`s. Ese año me fui del club pensando que había sido campeón.
Después te fuiste de Boca y justo en ese torneo sale campeón, ¿te arrepentiste de haberte ido?
No, al contrario, me puse contento. Yo justo tenía la oferta para irme a Europa y quería saber si podía estar a la altura de Europa. Entonces no lo dudé, me fui a Suiza, estuve un año y fue un año muy positivo para mí. Estuve en el Lugano, hice casi veinte goles y después por temas personales me tuve que volver sino no me hubiese vuelto, para nada. Fue una experiencia muy linda, el fútbol era muy distinto, más rápido, más dinámico y estuve a la altura. Los dirigentes estaban muy contentos, me había adaptado rápido, me habían llamado de otros equipos. Eso fue en el año ’91 y en el `92 me volví a la Argentina. Yo tenía un contrato medio raro, después de 3 años yo tenía que jugar un año en Boca y otro en Suiza, entonces como me volví antes de lo pactado no podía ir a Boca, por eso surge lo de ir a Racing. Jugué seis meses en Racing y ahí volví a Boca, por un tema de contrato.
¿Luego aparece lo de Deportivo Español?
Si, después se da que en esa vuelta quedo un poco relegado con Menotti, que casi ni me usó en seis meses y surgió la posibilidad de ir a Español, quería jugar y también estuve poco tiempo ahí. Y bueno, luego cuando uno no empieza a jugar se complica y uno ya empieza a tener una edad un poco mayor. Después empecé a jugar en el Nacional B, en Atlético Tucumán y en Argentinos Juniors. Lo de Argentinos fue una experiencia bárbara y después de Boca es un equipo que llevo en el corazón porque es un club que uno lo empieza a querer. Con Argentinos tuve la suerte de salir campeón y ascender a Primera División, entonces la gente me recuerda con mucho cariño.
¿Cómo fue el final de tu carrera?
Termino lo de Argentinos y me voy a Venezuela y de Venezuela me fui a Estados Unidos y cuando vuelvo de allá, decido no jugar más. En Venezuela jugué en el Caracas que es el equipo número uno de ese país. Me fue muy bien, estuve muy cómo. Faltando dos fechas perdimos el campeonato, echan al técnico que me había llevado y el que asume tenía un problema con los argentinos. Tuve un cruce con el técnico y tuve que rescindir el contrato. Así se da mi pase a Estados Unidos. Justo empezaba la MLS (Major League Soccer), me fui al Miami Fushion, estaba Cacho Córdoba de técnico pero como ya estaba completo el cupo de extranjeros me quedé en el segundo equipo de Miami Fushion. Estuve dos años y al tercer año me volví a la Argentina y llegué acá a los 33 años. Estaba bien pero las ofertas que tenía eran de equipos muy chicos y que no tenían hambre de pelear cosas importantes, entonces tomé la decisión de retirarme.
¿Qué significa Boca Juniors en tu vida?
Boca es todo para mí. Estoy muy identificado. Cuando me tocó abandonar el fútbol, ahí me di cuenta de lo que logré en Boca. Creo que cuando uno está jugando no te das cuenta si la dimensión es grande o chica. Un día me llevaron a una peña de Boca y ahí me di cuenta de lo que significaba para el hincha de Boca. A partir del 2000 entro a viajar por las peñas del interior y de la mano de Jorge Amor Ámeal, que hoy es el presidente de Boca. Soy un agradecido de él porque me dio la posibilidad de entrar nuevamente al club pero cumpliendo otra función, de ídolo. Lo que más valora el hincha de Boca es que siempre yo le hice goles a los equipos grandes. Quizás venía de unos partidos sin hacer goles pero venía un equipo grande y la metía.
Hace poco te volviste a poner la camiseta de Boca para jugar el torneo de veteranos “Super 8”.
Eso surgió de varias reuniones, hay mucha gente que quiere hacer el fútbol veterano pero profesionalmente y apareció la empresa “Zona Comunicación” que armó el Super 8 y la verdad que estoy agradecido. Ha sido un éxito, nos volvimos a juntar, más allá de los resultados. Salieron lindos espectáculos y fue una experiencia muy linda para los que somos ex jugadores. La idea es continuar.
¿Qué andas haciendo actualmente?
Hace dos años, desde que Mauricio Macri maneja la ciudad de Buenos Aires, estoy trabajando en Deportes de Capital Federal. Estoy muy cómodo, trabajando con Walter Pico y hace un año que estamos instalados en el Parque Sarmiento y colaboramos con todos los deportes. Voy aprendiendo otros deportes y voy conociendo gente con mucho talento en otras disciplinas.
lunes, 14 de septiembre de 2009
Alfredo Graciani: "Boca es todo para mí"
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Graciani y TApia. La dupla inolvidable. Una dupla a la que le faltó varios tìtulos. Pero el dedl '91, que se quede tranquilo el Murciélago, que aunque no fue oficial, ese año el campeón fue Boca. Alfredo tuvo una labor excelente, colaborando con latorre y Bati, y como dijo con Tapia se entendían de memoria... le faltaron tìtulos a Alfredo y a Jorge COmas, son las grandes injusticias que deja el fùtbol...
ResponderEliminarsaludos!
Gus
Una dupla tremenda! pero lamentablemente como bien dijo el Murciélago, les faltaba algo ya que en los momentos finales se caían. Pero como olvidar a Graciani, Tapia, Comas y la Chancha Rinaldi. Un equipazo!
ResponderEliminarAbrazo!
Mauro