El escritor Luciano Lutereau presenta su segunda novela “Perezosa y tonta”, publicada por la editorial Textos Intrusos. Tras su libro de ensayos “Lacan y el Barroco” en el que el también psicoanalista analiza la forma de argumentar de Lacan y su primera novela “Los Santos Varones”, por Factotum Ediciones, el autor se propuso contar una historia familiar, combinando drama con política. Lutereau habló con “Entre vidas” acerca de su publicación y de los proyectos que tiene para el resto del año.
¿Cómo nace la trama de tu nueva novela “Perezosa y tonta”?
Quería contar un drama familiar que mostrase los efectos en una tercera generación. Es la historia de un hijo de desaparecidos contada a través de la decisión de no querer saber. De este modo, a la estructura dramática se añade un componente político vinculado con la historia del país. No obstante, esta coyuntura no se narra explícitamente, sino que sólo están los signos de las decisiones. Esto me parecía más importante.
¿Por qué le pusiste el mismo nombre que el de un tema del grupo musical Le Mans?
Para mí la música es una influencia constante. Escribo novelas y canciones. Entonces me parece natural pasar de un registro a otro. Creo que Oscar Fariña dijo una vez que le gustaban los títulos que se pudiesen convertir en remera. Yo prefiero los que se pueden convertir en nombres de canciones.
¿Te sentís identificado con alguno de los personajes?
En el momento de escribir… con todos. Especialmente, porque escribo a partir de las voces de los personajes y cierta identificación sensible es necesaria para que no queden en un ejercicio intelectual o de relevamiento costumbrista.
¿Qué trabajo previo realizaste para poder contar las dos historias paralelas que aparecen en el libro?
Durante un tiempo trabajé tomando notas, delimitando ciertos contrapuntos entre el protagonista y su amigo, la tía y la abuela, y los personajes “impares”: el abuelo, el heladero, la ballena. No quería que estos últimos hablaran. La historia tenía que estar construida a través de un reflejo especular, para potenciar el efecto de desdoblamiento y permitir el flashback como recurso. Cuando me cerró esta idea, me puse a escribir. Y la terminé en una semana.
A lo largo de libro se percibe mucha carga drámatica, ¿era algo que te planteaste al momento de encarar tanto las relaciones de Benja y Juani, como las historias de la tía y la abuela de Juani?
Sí, quería escribir un melodrama rosado. Era un modo de darle fuerza al tono de la voz de la abuela, que tenía que teñir toda la historia. Es un drama que se muestra como drama y, por lo tanto, puede ser cómico también.
En varias partes del libro hay fragmentos de temas musicales, ¿cómo aparece la idea de utilizar ese recurso?
Cuando escribo preparo un soundtrack y le dejo girando mientras trabajo. Una de las cosas que conservo desde niño es la capacidad de escuchar mil veces, una y otra vez, la misma canción, como si escondiese algo que no termino de aprehender más allá de la música. Y eso es lo trato de traducir en palabras.
¿Cómo surge la posibilidad de publicar con la editorial Textos Intrusos?
Conocía a Hernán (Casabella) y cuando me enteré que arrancaba este proyecto le envié la novela –que ya tenía escrita hace dos años– porque me gustaba el formato de los libros y el modo en que él entiende la escritura y la publicación.
Para la persona que todavía no leyó la novela, ¿con qué se va a encontrar?
Una novelita algo perezosa, y también un poco tonta, como su autor, como todas las personas que, a veces, prefieren no saber.
¿Qué diferencias marcarías con tu novela anterior “Los santos varones”?
En Los santos varones, los padres ocupan un lugar fundamental, ya que es una novela acerca de las voces que se llevan adentro. En Perezosa y tonta nacen del exterior. Por eso están trabajadas en diferentes registros (grabaciones, diarios íntimos, etc.).
¿Qué repercusiones tuviste de los lectores tras la presentación del libro en el Club Cultural Matienzo?
Suele ocurrir que me escriba gente que no conozco, con una particular confianza que, lejos de molestarme, me parece que es un efecto de mi escritura. Me gusta que eso les genere intimidad.
¿Qué sugerencia le darías a una persona que quiere publicar por primera vez?
Que no mande sus textos a cualquier lado, sino que corrija bien y se decida por una editorial que lo represente.
De los últimos libros que leíste, ¿cuáles recomendarías?
Recomiendo Literatura argentina, de Pablo Farrés. Un libro excepcional.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Estoy corrigiendo una novela que se va a publicar en la segunda parte del año. Se iba a llamar Karaoke pero tal vez le cambie el nombre.
¿Qué podés adelantar de tu próxima novela?
Es una novela donde intento otro procedimiento de escritura, menos dependiente de la trama o los personajes, sino de una voz narradora, que se construye y deshace todo el tiempo, cuando llega a plantear una situación. Es al mismo tiempo una especie de estética del cover, que creo refleja el modo más interesante de producción artística de nuestra época.
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