El escritor Juan Guinot, autor de 2022 La Guerra del Gallo y de Descenso Brusco, obtuvo el Primer Premio Sigmar de Literatura Infantil y Juvenil 2015 con su novela Chacharramendi. Entre Vidas estuvo hablando con él acerca de semejante galardón y de su sueño de llegar al cine con alguna de sus exitosas novelas.
¿Tenés algún ritual en el momento previo a ponerte a escribir?
Prefiero escribir en mi casa y, por lo general bien temprano. A eso de las 6,30 hs practico yoga, después armo el mate, prendo la compu y arranco. A eso de las 10 hs corto. Para corregir, prefiero hacerlo por la tarde.
¿Por qué decidiste ponerte a escribir una novela infantil?
La venida a este mundo de mi hijo me reconectó con mi infancia y los sistemas creativos que implementaba en los juegos. Ahí, creo, está matriz de mi invención de universos narrativos.
¿Cómo nace la idea de tu novela Chacharramendi?
Estaba inquieto con saber qué le podía por la cabeza a mi hijo mientras transitábamos la separación con su mamá y dábamos fin al proyecto de familia. Al final, se me ocurrió contarlo con la voz de niño que tiene la edad de mi hijo. Ese fue el primer impulso. El segundo, como inmediatamente tendí puente con el Juan de los seis años, trajo a un amigo (Chato Tabossi) que se murió de Leucemia cuando estábamos en la escuela. La idea de contar el duelo de dos muertes (la de la familia y la del amigo) terminó de armar la matriz del libro.
¿Qué trabajo previo tuviste que realizar para poder cambiar de género?
A partir de la escritura de Misión Kenobi, encontré un registro narrativo, en primera persona, donde el protagonista (un niño) cuenta la historia y se da permiso de intervenir la realidad con su mirada fantástica. Eso me atrae de la escritura infantil y juvenil, que se puede pisar lo fantástico sin perder la mirada dura y no especulativa del niño.
¿Qué repercusiones se dieron luego de obtener el Primer Premio Sigmar en el 2015?
Fue un salto enorme. El libro tiene una distribución en Sudamérica y con perspectivas de llegar más lejos. El contacto de los papás y los chicos, me emocionó un montón. Y, ni te cuento, el encuentro con la familia de mi amigo Chato durante la presentación del libro, en Mercedes. A esa presentación fue Facundo Quiroga, un capo, periodista que vive en Capital, quien fue muy amigo del Chato y mío en la infancia del pueblo.
¿A qué le atribuís que una gran cantidad de escritores se estén volcando a ese género?
A mi me súper motiva ver la apuesta de las editoriales del género infantil que se abren a trabajos de autores y autoras que lograron visibilidad de obra en la literatura adulta. Veo en el policial, la ciencia ficción y el terror como el gran campo para captar nuevas plumas para la literatura infantil y juvenil.
Historias como las de tus libros Descenso brusco o 2022 La guerra del gallo son muy cinematográficas, ¿qué posibilidades hay de ver alguna novela tuya plasmada en la pantalla?
Me encantaría. Con La Guerra del Gallo ya pasamos al teatro. Sería un sueño, realmente, el mejor de los sueños. El cine, los libros y las historias que se contaban en casa fueron el terreno donde brotó mi escritura.
Tu novela 2022 La Guerra del Gallo fue llevada al teatro en un unipersonal, ¿qué posibilidades hay de ver otra obra tuya durante este año?
A fines del 2015 estuvo a punto de reponerse. Creo que muy pronto, Masi va a volver por Las Malvinas y el Peñón de Gibraltar al grito de "Piratas go home!"
¿Qué proyectos tenes para el 2016?
El principal es la difusión de Chacharramendi, hay un plan en marcha para ir a los colegios. Estoy con una novela infantil y Misión Kenobi que (después de haber vendido 400 ejemplares en la experiencia de La Exposición de la Actual Narrativa Rioplatense) está viendo si la Fuerza lo acompaña para que una editor Jedi la mande a destruir la Estrella de la Muerte. Y hay algo más, una obra que escribí en el taller de Alejandro Tantanián que, llegado el momento, te contaré más.
gracias.
ResponderEliminarInteresante y fructífera entrevista, saludos.
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