La escritora Mercedes Romero publicó el libro de poesía Los mil y vos a través de la editorial El ojo del mármol, está terminando de editar una novela que va a salir en marzo por Notanpuan y además, trabaja en un nuevo libro de poemas. Habló con Entre Vidas acerca de su flamante libro y de sus próximos proyectos.
¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
Por lo general el puntapié inicial de cualquier texto es inspiración. No podría decir exactamente cómo funciona, es algo que te baja y depende de vos capitalizarlo o no. Pero es cierto que en segunda instancia hay una parte metódica que tiene que ver con la frecuencia y dedicación. Empezar un texto-de lo que sea- es como preparar un salmón. Se ve y sabe muy bien, pero si lo dejás cinco días en la heladera se echa a perder.
¿Con qué frecuencia escribís?
Todos los días. Ahora precisamente estoy editando mi próxima novela que sale por la editorial Notanpuan. Pero también tengo días donde de repente me encuentro escribiendo algo random, haciéndolo sin saber muy bien porqué o para qué.
¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Siempre tuve un magnetismo por la poesía. Me fascinaba traducir versos de canciones en inglés y creo que tiene que ver con que me deslumbra el lenguaje, en todos sus formatos. Mi papá siempre tiene en su maletín dos poemas que le regalé cuando tenía ocho años. Es muy tierno ver que indudablemente estaba afrontando una etapa llena de cuestionamientos e introspección, en uno de los poemas escribo "te recuerdo a vos, amado y querido". Vos fijate, un edipo tan exigente que frente a la duda dije " amado o querido? ya fue, pongo los dos".
Lo último que ibas a encontrar en mi casa era un libro de poesía, pero si algo los caracterizó a mis viejos fue ser dos grandes narradores. Crecí escuchando cuentos de seres imaginarios que mi papá creaba, así como de princesas con nombres del conurbano que mi vieja me inventaba cada noche.
¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Los mil y vos?
Honestamente no fue algo muy deliberado. Sentí que era el nombre más acertado y fiel al libro, estaba a la vista. El libro consta de tres arcos narrativos: Ellos, Vos y Nosotros. El primero está compuesto por poemas sobre distintos vínculos que tuve que tal vez no fueron tan duraderos pero me marcaron. Me interesaba retratar cómo una mujer ama desde distintos roles: como hija, como amiga, como novia e incluso amante. Vos, en cambio, está formado por poemas de una de relación específica que trascendió muchísimo más. De alguna forma, en Ellos se puede descubrir todo lo que hubo antes y después de Vos. Lo que me llevó a conocer a alguien así y lo que hice para poder cerrar ese capítulo. Nosotros, a diferencia de los dos arcos narrativos previos, cuenta una historia puntual, ya en un plano figurativo. Es como si vinieras observando pedacitos de la realidad por la mirilla de una puerta, hasta que esa puerta se abre y ves la imagen completa. Los tres arcos narrativos ordenan no sólo las posturas que tomamos en torno al amor sino los estadíos que podemos atravesar: el deseo, la plenitud, la carencia, la negación, el dolor, el olvido, la nostalgia.
¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Se dio de forma bastante orgánica. Cada poema fue una manifestación de un vínculo puntual de mi vida, y como para vivir se necesita de tiempo te podés imaginar que viene gestándose hace mucho. Cuando escribí esos poemas nunca lo hice con la intención de que se transformen en un libro. Un día me di cuenta de que todo respondía a un eje y pensé: Pará, acá hay algo.
¿Cuál es tu poema preferido del libro?
NN es un poema que siempre me despertó algo muy fuerte y me pasa que ahora, cada persona que lee el libro, me dice que es el poema que más le gustó. Creo que eso pasa porque más que un poema, es una proclamación de todos los principios que para mí debe tener una persona a la hora de vincularse. Lejos de ser una lista extensa de lugares comunes del amor, es un pedido solemne de intrascendencias cotidianas "quiero que me quieras cuando me cambia el pelo de color pero no por la tintura". Nombro esos gestos chiquitos que en el día a día quizás no representan nada, pero que traducidos en el tiempo: resultan todo. Acaban siendo el combustible de las relaciones que avanzan. Y lo hacen sin ser perfectas, con sus fricciones y momentos chotos, pero con cimientos sólidos.
¿De qué temas se nutre tu escritura?
No tengo un decálogo de premisas para escribir más o mejor. No es que leo diez libros por semana o solo veo cine independiente. Yo particularmente siento que soy una esponja que ahí a donde va, absorbe. Con lo cual los temas que elijo abordar y cómo lo hago, abarcan un espectro muy amplio. Me nutro de lo que vivo, soy muy permeable a las personas, a su psiquis, sus conductas y cómo eso decanta en vivencias. Creo que eso hace que se pueda generar un diálogo con el lector, porque la persona que te lee empatiza sea por sentirse representado o por poder rescatar algo de lo narrado y transferirlo a una experiencia personal.
¿Manejás la idea de escribir próximamente una novela o un libro de cuentos?
Sí, de hecho la novela que va a salir por Notanpuan existe desde antes de este libro. La arranqué en el 2014, pero apareció esta oportunidad y sentí que tenía mucha más lógica publicar como primer libro Los mil y vos que la novela. No todo el mundo compra una novela de un autor desconocido de 350 páginas y eso supone una gran barrera. Por eso decidí salir este año con Los mil y vos y posponer el lanzamiento del libro para principios del año próximo, porque sino se iban a terminar canibalizando entre sí.
¿Qué libros de poesía o autores recomendarías?
Yo creo que muchas veces las personas guardan cierta resistencia a la poesía porque creen que se trata de un género pretencioso, donde todo está ornamentado. Y es real que hay muchos autores así, que apelan a un lenguaje arcaico, que dicen "allí" en vez de "ahí". Qué se yo. Son estilos. Yo disfruto leer y escribir como hablo hoy, siglo XXI. Y hay muchos autores que están yendo en el mismo sentido: Pedro Mairal tiene una obra poética que te deja sin palabras. Consumidor final, uno de sus libros de poesía, te muestra el costado sensible de la vida cotidiana. Escribe sobre un durazno que compró en el Disco o un corte de pelo. Cada poema te hace sentir que las cosas se vuelven nuevas cada vez que él las toca con sus palabras. Y así hay muchos, poetas que supieron ser una antena sensible y fiel a su época, que pudieron captar lo que nadie veía: Girondo, Cortázar, Pessoa. Y no sólo clásicos, hay autores actuales que tienen una obra increíble y se les da muy poca difusión: Natalia Romero, Lucas Soares, Natalia Leiderman, Leandro Gabilondo, Federico de la Riva por nombrar sólo algunos.
¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
No podría definir mis objetivos porque tampoco vivo a la escritura como literatura. Escribir es lo único que me llena y sé que en definitiva, me vaya bien o me vaya mal, voy a continuar haciéndolo de todos modos.
¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con la editorial El ojo del mármol?
Fue bastante casual todo. Yo tenía varios libros del Ojo que había leído y me habían gustado mucho, un día subí a instagram un poema de Animales dorándose al sol, libro de Natalia Leiderman y Valeria, la dueña de la editorial lo vió y se contactó conmigo. Intercambiando algunos mensajes descubrí que me tenía en facebook y estaba familiarizada con lo que hacía. Le ofrecí mandarle Los mil y vos para que me diera una devolución, sin expectativas de nada, y acá estamos.
¿En qué proyecto estás trabajando actualmente?
Un próximo libro de poesía, la novela que sale en marzo por el sello editorial Notanpuan y recién acabo de terminar un cuento que va a formar parte de una antología de Invisible, responsables de la versión del Principito ilustrado.
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