lunes, 2 de abril de 2018

Carolina Riccio: “El amor atraviesa todo lo que escribo”




La escritora Carolina Riccio acaba de publicar su libro de poemas El lugar de la herida con la editorial Caleta Olivia y habló con Entre Vidas acerca del proceso de escritura. Además, contó que el nombre del libro tiene que ver con Alejandra Pizarnik, su poeta favorita y adelantó que en sus poemas, en mayor o menor medida, hay una herida desde la que habla.



¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir?
No tengo rituales, por lo general las ganas de escribir me vienen leyendo, cuando estoy caminando por la calle o en el colectivo en medio de algún viaje. De repente una frase o una sensación opera como disparador, pero soy muy desordenada y poco metódica para escribir. Me encantaría ser más disciplinada.

¿Con qué frecuencia escribís?
Tampoco tengo una frecuencia determinada. Depende el día, el estado anímico, el tiempo que disponga. Una vez leí que Balzac tenía un horario específico para escribir. Yo lo intenté, pero no pude…escribo cuando lo siento, así me encuentre arriba de un colectivo o en medio de una reunión. Hasta me llegué a mandar audios a mí misma por wapp para no olvidarme de una imagen, por ejemplo, que me vino a la cabeza.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
Creo que fue un encuentro personal. No tengo nadie en mi familia lector de poesía, pero sí podría decir que el amor por los libros me lo inculcó mi papá que siempre está leyendo, por lo general de historia o religión.

¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara El lugar de la herida?
Siempre supe que el nombre del libro iba a tener que ver con Alejandra Pizarnik, mi poeta favorita. Era una forma de hacerle un pequeño homenaje. Y leyendo ese magnífico verso de ella que dice: “Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio” supe de inmediato que ese iba a ser el nombre, que representaba a los poemas del libro y que les daba cierta unidad porque en todos, en mayor o menor medida, hay una herida desde la que hablo.

¿Cómo fue el proceso de selección de las poesías que aparecen en el libro?
Fue un proceso bastante natural o darwiniano, donde fueron quedando los que me parecían más acordes a lo que yo quería contar. Los dividí en tres apartados para que pueda tener cierta coherencia el libro como unidad. Como dice Pablo Ramos en la contratapa que tan gentilmente hizo para el libro, los poemas que elegí son los que irradiaban cierta oscuridad que yo quería expresar pero que a la vez son luminosos porque intentan hacer algo lindo con ella.

¿Cuál es tu poesía preferida del libro?
¡Qué difícil! Creo que los poemas que hablan de la dualidad que siento en relación al cuerpo como objeto de seducción y a la vez como obstáculo para que un ser vea al otro desde una concepción más profunda y no ligada a lo efímero. Y también me gusta mucho un poema que tiene que ver con la enfermedad de mi mamá, no tanto por el valor literario que pueda tener sino porque me ayudó a sacar afuera algunas sensaciones que no me estaba permitiendo tener de manera conciente o que no se ponían en juego desde la palabra cotidiana pero que encontraron su expresión por ahí. Fui mi forma de tratar de hacer algo bello con el dolor.

¿De qué temas se nutre tu escritura? 
Intento hablar de todo lo que me moviliza e inquieta. Sin dudas, el amor atraviesa todo lo que escribo ¡Es el interrogante y el motor de mi vida! Pero también hablo de la soledad, la muerte, la feminidad y la religión.

¿Qué libros de poesía o autores recomendarías? 
En este momento leo muy variado en lo que respecta a poesía. Una mezcla tremenda de estilos. Sin dudas, recomendaría a Alejandra Pizarnik. Si lees a Alejandra y no sentís nada, no leas poesía. Pero también recomendaría Sharon Olds, Pessoa, Piedad Bonnett, José Sbarra, Olga Orozco, Carver, Hölderlin, Trakl, Urondo, Pavese, Pound, Éluard…  De Argentina, contemporáneos, me gusta mucho Fabián Casas y Laura García Del Castaño. 

¿Qué objetivos tenés dentro del ambiente literario?
Leer mucho y tratar de escribir un poco. Agrandar mi biblioteca. Y hace poquito empecé taller con Alicia Genovese, así que con mucha expectativa por aprender todo lo que pueda de esta gran poeta.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con la editorial Caleta Olivia
Le mandé a Pablo Gabo Moreno el borrador del libro porque es un sello que me gusta mucho y que está valorizando a la poesía y a las voces nuevas. Fue mi primera opción cuando realmente estuve decidida a querer publicar y rápidamente tuve un buen feedback de él y se encaminó el libro.

¿Qué podés adelantar de la presentación?
Por el momento puedo decirte que la presentación va a ser el 21/4, en Abasto. Va a presentarlo Gaby Larralde que, para mí, es mi hada madrina de la poesía. Hice taller con ella un año. Fue muy generosa con los conocimientos que me transmitió, a parte de ser una chica super cálida y creativa. Me incentivó a tener confianza en mi escritura y fue la primera persona que me llamó poeta.

¿Tenés algún otro proyecto?
Proyecto es una palabra superlativa para mí, que soy medio fóbica. Sí puedo decirte que tengo algunas ideas en la cabeza que espero poder poner en palabras. Y en lo personal, ser menos pesimista, aunque sin ese pesimismo (que en el fondo amo, pero como todo amor a veces es un poco dañino) creo que no hubiese podido escribir nada.


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