jueves, 1 de agosto de 2019

Melina Alexia Varnavoglou: “Llegué a la poesía por la necesidad de superar una gran e inexplicable angustia”






La escritora Melina Alexia Varnavoglou habló con Entre Vidas acerca de su libro de poesía Por mano propia publicado por Caleta Olivia Ediciones y contó que le gustaría seguir escribiendo de personajes ya existentes. Además, la librera de Otras Orillas señaló que su escritura se nutre de temas como la incomodidad, la infancia, el miedo, el descubrimiento del deseo, el autodescubrimiento en otros sentidos, la muerte, la amistad, la venganza, la justicia, la lucha feminista y el arte pictórico.





¿Qué rituales tenés al momento previo a escribir? 
No hay algo así. Al menos para escribir poesía no los tengo. El rapto de la idea de un poema me genera si una especie de ritual involuntario, una cosa que tengo que seguir y para la que, si no quiero perderla tengo que predisponerme y prepararme para la escritura, pero no hay un ritual para eso, puedo escribir esa primera versión del poema en el colectivo, en el baño de una fiesta. Después esta corregir y seguir trabajándolo pero simplemente lo hago. No tengo un ritual previo.

¿Con qué frecuencia escribís?
No podría decirlo, todo el tiempo estoy escribiendo cosas, que pueden llegar a ser poemas u otro tipo de textos si me pongo a trabajarlos. Ese trabajo sí tiene cierta frecuencia, digamos que destino al menos un día en la semana para ello. Pero si no hay un material, una idea no lo hago, en ese caso lo dedico a la lectura ese tiempo.

¿Quién te inculcó tu amor por la poesía?
No hubo un “alguien”. Más bien no hubo nadie que recuerde que tuviera ese rol. No creo que haya llegado sola, en el secundario tuve una profesora de Literatura muy buena que nos daba poesía, pero yo ya había leído algunos poemas de Borges y de Alfonsina Storni antes. Sin embargo y si puedo cambiar la pregunta por un “qué” supongo que fue la angustia o la soledad de la infancia y la adolescencia lo que me llevo a amar la poesía. Realmente lo digo, llegué a la poesía por la necesidad de superar una gran e inexplicable angustia; la forma, las palabras de la poesía eran lo único que sentía que le hablaban directo a ese sentimiento. Después (por suerte) fueron otros los sentimientos que me siguieron llevando a la poesía. 

¿Por qué decidiste que tu libro de poesía se llamara Por mano propia?
Bueno, es el título de un poema que tiene cierta centralidad en el libro, constituye una sección. Es un poema “narrativo”, escrito en pequeños fragmentos o poemas en sí mismos, influenciado bastante por la lectura de “hacer sapito” de Verónica Viola Fisher.  Trata de una niña que de adulta va al bar de en frente a la casa del hombre que la violó en su infancia y espera.
También tiene otro sentido diferente al de la venganza, que  es el que Claudia Masin elogiosamente apuntó en la contratapa: “tomar posición, tomar la palabra, escribir por mano propia. O sea, la autonomía, la afirmación de una y también una metáfora sobre el habilitarme a escribir, ¿no?

¿Cómo surge la elección del epígrafe de Jane Kenyon?
Ah, por sentirme muy identificada! “Quizás ya no encaje aquí /nadie me dice lo contrario”.
Creo que hay una cierta idea de incomodidad, de no-estar- donde se debería o no sentirse como se-debería en cierta situación, como por ejemplo ante el sexo o el encuentro amoroso con hombres, como por ejemplo frente a mi propio cuerpo. En la tercera parte del libro también a partir de los personajes históricos que recorro creo que busqué retratar esa  idea de incomodidad a través de sus biografías, con una época, a raíz de su visión del mundo (que sin duda incomodaba).
También, respecto del segundo verso del epígrafe, me pareció muy reveladora  la idea de que solo unx puede darse cuenta cuando no encaja con cierta situación, cierto régimen, cierta forma de estar en el mundo, y hacer algo al respecto. Pero unx siempre atina a esperar que sean lxs demás quienes nos lo digan, quienes definan nuestro lugar. Creo que la frase capta muy bien ese problema.

¿Cómo fue el proceso de selección de los poemas que aparecen en el libro?
Muy largo e hiper neurótico. La selección final la hice con mi amiga y poeta mexicana Yolanda Segura, quien venció esa neurosis y me mostró un orden y un ritmo de los poemas con ese orden que yo no estaba viendo.

¿Cuál es tu poema preferido del libro y cuál es el que destacan los lectores?
Mi poema preferido creo que sigue siendo el primero, “Autos” y el último de esa parte “Gatas que lloran de noche”, creo que son los que más representan esta etapa de escritura, que mejor expresan lo que quería decir y más bellamente. Me sorprende que los lectores que hay por ahora destaquen mucho “fábula sobre mis manos” que es un poema que no me encanta. También Atmen, melatonina y “compañía” ( el poema dedicado a Irene Gruss) los destacan, pero esos sí me gustan.

¿Cómo te llegó la posibilidad de publicar el libro con Caleta Olivia Ediciones?
Nos conocimos con Gabo Moreno apenas arrancó la editorial. Yo trabajaba en ese momento en Clásica y Moderna y me contactó para que abramos cuenta y mandarme libros. Si bien a los primeros autores no los conocía, después el catálogo se fue nutriendo de autores y libros que considero fundamentales. Gracias a esa edición leí Tres de Osvaldo Bossi y W.A.R.S.A.W.A de Andi Nachón que son dos librazos, clásicos casi, de la poesía argentina que no se conseguían.
Así que bueno, siempre fui muy lectora de los libros de Caleta y siempre me interesó como editorial para publicar por su tenacidad y por la buena distribución que tiene, también porque sé que todo se hace a pulmón y con buen criterio. Cuando por fin me decidí a editar le mandé el libro a Gabo y a él le gustó.

¿De qué temas se nutre tu escritura? 
De muchos: bueno, un poco de estos que hablábamos: de la incomodidad, de la infancia, del miedo, del descubrimiento del deseo, del autodescubrimiento en otros sentidos, de la muerte, de la amistad, de la venganza, de la justicia, de la lucha feminista, del arte pictórico.

¿De qué temas de los que todavía no escribiste te gustaría hacerlo en un futuro?
Me gustaría mucho seguir escribiendo en torno a personajes ya existentes, como hice en la tercera parte del libro, estoy esbozando algo en ese sentido con algunos poemas donde respondo a otras poetas y a otros poemas de autoras argentinas o reversiones de poemas como uno que intento hacer de Preguntas de un obrero que lee de Bertol Brecht en clave feminista.  También me interesa muchísimo el tema del a locura, de la enfermedad mental, cómo sería una voz poética situada desde esa experiencia.
 
¿Cómo surge Otras Orillas Libros?
Otras Orillas surgió este año y es un proyecto de Gonzalo Urien, Patricia y Beatriz Fandiño y Cristian de Nápoli, quién me convocó a participar y me ofreció ser la librera.
Con Cristian nos conocimos cuando trabajaba en la librería del Fondo de Cultura Económica yo y él estaba en la Libre, a raíz de una idea de armar un Festival de Poesía en Librerías (FIPLI).
Al final eso nunca lo hicimos pero siempre nos estimamos mutuamente y por eso fue muy grato abrir la librería juntxs.  La abrimos en Abril, ya vamos 3 meses.

¿Qué libros o autores recomendarías leer? 
Oh, trabajo en una  librería así que  aprendí que esa pregunta depende de para qué se quiere leer y de la persona! Así en general recomendaría a casi cualquier persona en cualquier situación de su vida leer: José Wattanabe, Borges, Clarice Lispector y Elizabeth Bishop. El placer que me generan los textos de esos autores me gustaría poder transmitírselo a todxs. Libros de poesía tengo como recomendación inmediata La cura de Claudia Masin, hacer sapito de Verónica Viola Fisher, Antología de Spoon river de Edgar Lee Master, Lo demás de Robin Myers, La ciudad de Gonzalo Millan y la poesía reunida de Temperley y la de Diana Bellesi. Un poco esos libros me han marcado mi escritura, también por supuesto los libros que fueron sacando mis compañerxs y amigxs de la poesía, por nombrar algunos cuyos libros me gustan mucho  “Tundra” de Gabriela Clara Pignataro, Toro de Carla Sagulo, Lugano 1 y 2 de Patricio Foglia.

¿Qué objetivos se fijaron con la librería?
En principio ser sustentables, lo que implica básicamente ir a contramano de la tendencia general en el rubro, que o va a pérdida o no crece en ventas.  Quizás sea el impulso del comienzo y si bien aún necesitamos vender más no podemos quejarnos en ese sentido. Fuimos muy bien recibidos en el barrio y el medio literario y libreril nos han dado muy buenos augurios.
En segundo lugar generar un espacio de encuentro y de referencia para la cultura en Buenos Aires. En nuestra oferta de talleres y de las actividades y presentaciones tratamos de visibilizar eso: lo que más nos interesa de los libros que se están editando y las propuestas de formación que escritores, editores y profesionales de otros campos artísticos están brindando.
También nos propusimos sostener un ciclo mensual, (los primeros Jueves de cada mes) que se llama Tal Vez limo. Vamos por el cuarto y estamos muy contentxs. La idea del ciclo es cruzar generaciones y poéticas diferentes y pasar un buen rato con la librería a puertas cerradas.

¿En qué nuevo proyecto estás trabajando actualmente?
En una novela, que estoy trabajando con Gabriela Cabezón Cámara en su taller. Todavía está muy verde como para decir cualquier cosa de la que me sienta segura pero estoy entusiasmada escribiéndola.


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