Su trayectoria incluye trabajos junto a Tato Bores y Antonio Gasalla, fue la voz del primer juez del juego “El imbatible” de Susana Giménez, manager de la Bersuit Vergarabar y numerosos trabajos en teatro, radio y televisión. Fernando “Coco” Sily sigue llenando el Multiteatro con su unipersonal “La cátedra del macho” y durante la medianoche co-conduce el programa “Animales sueltos” junto a Alejandro Fantino.
¿Cómo fueron tus comienzos?
Yo empecé trabajando como payaso, de muy joven, en animaciones de fiestas y en shows. Esos fueron mis inicios, siempre trabajé de esto, no trabajé de otra cosa. Fue apenas terminé la secundaria que empecé a trabajar con un compañero mío que era mi preceptor en el colegio y con él arrancamos.
¿Qué recuerdos tenés de la obra “El señor Galíndez”?
Maravillosos porque fue el primer espectáculo que yo encaré como estudiante pero un gran recuerdo. Hacía un personaje que llama “Beto”, increíble. Todavía estábamos en la época de la dictadura, era una obra muy peligrosa para hacer porque estaba prohibido el autor y la obra, ya que hablaba sobre la vida de los torturadores. Tuve un encuentro con Héctor Alterio, casual. Mientras yo estaba haciendo la obra, él había terminado de filmar la película “El señor Galíndez” en España y me quedó ese recuerdo de haberme encontrado en el Bauen Hotel con ese maravilloso actor.
¿Tu padre no quería que actuaras no?
No quería que actuara pero tenía que ver con el tema de la dictadura y estaba preocupado por lo que me podría pasar pero después mi viejo se transformó en mi primer fan.
Después continuaste haciendo obras.
Sí, después hice muchísimo repertorio de teatro contemporáneo porque estaba en un teatro de San Telmo que era un teatro escuela en el que se montaban muy rápidamente muchas obras y eso me dio la posibilidad de hacer a Dragún, a Pavlovsky y un montón de autores más. De una manera muy acelerada pero con mucho público porque estaba de moda el lugar así que pude hacer mucho repertorio en ese momento.
¿Cómo se da tu llegada a la televisión?
Empecé trabajando en radio, me desarrollé ahí y un día conocimos a Sebastián Borensztein. Yo estaba haciendo con Pedro Saborido y Omar Quiroga unos micros de humor político, escribiéndolo con ellos y Borensztein nos convocó para escribir el programa de su padre, Tato Bores. Hice algunos programas y me desvinculé para tratar de conseguir trabajo como actor y le pedí a Sebastián que me deje trabajar en el programa de Tato haciendo unos bolos. Así arranqué y en seguida ya estaba conectado con algunas personas que había conocido en la experiencia de grabar con Tato y me llamaron para hacer una tira con Carlos Calvo, que se llamaba “Hola papi”. Ahí empecé a trabajar.
Hiciste varios programas de televisión, entre tiras y unitarios, ¿qué preferís?
La verdad que me da lo mismo. Me gusta toda la televisión.
¿Te ofrecieron algo actualmente?
No, hace bastante que no me ofrecen.
Volviendo al teatro, ¿qué podes contar de la obra que hiciste llamada “Aryentains 1” y “Aryentains 2”?
El espectáculo estaba basado en cuentos de Roberto Fontanarrosa. “Aryentains 1” era del libro “Usted no me lo va a creer” y en “Aryentains 2” era del libro “El rey de la milonga”. Con Roberto tenía un vínculo primero de admiración y después con el paso del tiempo de amistad. A través de Daniel Araoz que era el que lo conocía inicialmente, era amigo de él y como yo producía también con Daniel empecé a tener trato con Fontanarrosa hasta el final de sus días. Ya en ese momento estábamos haciendo en televisión los cuentos de él, que nos había dado los derechos para que lo produzcamos nosotros.
Respecto a “La cátedra del macho”, ¿cómo surgió la idea?
Nació en el programa de radio “Tarde negra”, que conduce Elizabeth “La Negra” Vernaci, donde empezamos como un chiste a joder que había muchos putos en el programa de ella, que hacía falta un macho. Fue tan gracioso lo que pasó porque yo fui como invitado a vender Aryentains, la llamé a “la negra” y le dije que tenía que publicitar la obra y la gente empezó a llamar. A partir de ahí empecé a ir una vez por semana y quedó eso del macho. Se fue instalando “La cátedra del macho”. Fue una gran casualidad y fueron apareciendo las cosas que serían de macho y las que no. Empezamos a armarlo, fue creciendo la bola y lo hicimos como dos años en el programa haciendo eso.
Luego aparece el libro.
Sí, ahí me llamó planeta para ver si queríamos editar el libro de “La cátedra del macho” y cuando juntamos el material para armar el libro nos dimos cuenta que había como para hacer un espectáculo. Nosotros escribíamos los guiones con Sergio Salasa, que es el productor. Así fuimos escribiendo el macho y los deportes, el macho y la mujer, el macho y la comida. Con todo eso rápidamente montamos la obra y se armó una gira. Hace dos años que estamos con el espectáculo. En Buenos Aires estuvimos en el teatro Chacarerean y ahora en el Multiteatro.
¿La idea del verano es seguir con “La cátedra del macho”?
Sí, voy a seguir en el Multiteatro durante el verano. Nos vamos a quedar en Buenos Aires y vamos a ir a Mar del Plata los lunes. Queremos ir a un teatro bastante grande en Mar del Plata ya que la idea es acumular la venta de toda la semana en un día. Acá vamos a seguir haciendo la obra de jueves a domingo.
martes, 22 de septiembre de 2009
Fernando "Coco" Sily: "Voy a seguir en el Multiteatro durante el verano"
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
La verdad, hoy por hoy el señor Coco Sily es toda una institución.
ResponderEliminarNo conocía tu trabajo y la verdad, me parece muy, muy interesante. Agradezco tu paso por mi blog y tu comentario, desde ya te deseo lo mejor, éxitos y que sigan las entrevistas como estas!
Un abrazo grande.
Mauro: muy buena nota la del "Coco", la catedra del macho esta muy buena, y el libro no lo lei pero me lo recomendaron, creo que es uno de los que tengo pendientes.
ResponderEliminarsaludos y gracias por visitar mi blog!
Salu2
Chopper: Muchas gracias por comentar, me alegro que te haya gustado.
ResponderEliminarAbrazo grande.
Mauro
Omar: muchas gracias por tus palabras. El libro de "Coco" es muy divertido.
ResponderEliminarSaludos.
Mauro